La Jornada 6 de febrero de 1997

Notable pérdida de credibilidad en la aplicación de la ley: el procurador

Elena Gallegos, enviada, y Alberto Espinosa, corresponsal, Querétaro, 5 de febrero Ť Después de señalar que los desaciertos ministeriales y los delitos cometidos por servidores públicos en investigaciones relevantes profundizaron la grave crisis que atraviesa la procuración de la justicia en México, el procurador Jorge Madrazo Cuéllar advirtió que esa función no es una tarea política y debe hacerse con criterios jurídicos y no partidistas.

En el Teatro de la República y ante el presidente Ernesto Zedillo, Madrazo Cuéllar dijo también que en las delicadas investigaciones que se manejan debe aplicarse la ley, ``sin importar los posicionamientos políticos de los presuntos responsables''.

A lo largo de las últimas dos décadas, continuó, se acumularon rezagos e insuficiencias que se sumaron a nuevos elementos, lo que exacerbó la situación.

``Esto se externa --lamentó-- en una notable pérdida de credibilidad social respecto de la tarea de procuración de justicia.''

Enseguida, y en clara referencia a las irregularidades detectadas en las pesquisas del asesinato de José Francisco Ruiz Massieu a cargo de Pablo Chapa Bezanilla, el funcionario insistió en que la procuración de justicia no es función política sino técnica, ``aunque por las delicadas investigaciones que se manejan no puede sustraerse totalmente de su entorno''.

Orador oficial en la ceremonia en que se conmemoró el 80 aniversario de la promulgación de la Constitución, el procurador tocó otros temas de actualidad. Respecto a las reformas sobre derechos y cultura indígenas, dijo que no hay duda de la existencia de voluntad política para realizarlas, pero aclaró que las modificaciones a la Carta Magna deben preservar la unidad de proyecto de nación que ésta expresa.

Después aludió a los comicios federales y estatales que se efectuarán el próximo 6 de julio. Sostuvo que en ese proceso, como en todos, se pondrá a prueba la capacidad de renovar periódicamente los poderes políticos mediante elecciones libres, justas y democráticas, y que ``es responsabilidad de gobernantes y electores, de partidos y asociaciones políticas, de candidatos y funcionarios electorales, preservarla, asegurarla y fortalecerla''.

Más allá de las explicables y naturales diferencias de los partidos y de los resultados electorales, lo que importa verdaderamente es la victoria democrática de México, que significa la prevalencia y el respeto por la Constitución y las leyes que se le subordinan, estableció.

Otro de los puntos tratados por Madrazo en su discurso de 18 cuartillas giró en torno a la necesidad de que se haga realidad para todos los mexicanos la promesa constitucional de 1917.

Lo explicó: ``El Estado deberá seguir operando bajo la premisa de que la falta de exigibilidad inmediata de los derechos sociales consagrados en la Carta Magna, no autoriza al gobierno a la posposición indefinida en el cumplimiento de tales normas fundamentales, sino que cada día debemos seguir luchando, como hasta ahora, por conseguir una justa distribución del ingreso y la riqueza, para que así todas las disposiciones constitucionales dominen por completo la realidad nacional''.

Reticencia y escepticismo frente a las instituciones de justicia

El tema medular abordado por el procurador general de la República fue una clara alusión al escándalo que desató la siembra de la osamenta en la finca El Encanto, durante la gestión del panista Antonio Lozano Gracia.

Madrazo Cuéllar señaló que, con sobrada razón, la opinión pública se muestra reticente y escéptica a creer en las explicaciones que proporcionan los órganos de procuración de justicia.

``La única forma de revertir el actual estado de cosas --sentenció-- es con pruebas y resultados, susceptibles de una verdadera valoración objetiva. En ello debe empeñarse el mayor de los esfuerzos.''

Aseguró creer firmemente en que la procuración de justicia debe ejercerse con prudencia, pero con energía; con criterios jurídicos y no partidarios; sin importar la condición económica, la influencia social o el posicionamiento político de los presuntos responsables.

Ofreció: ``Lucharemos contra la delincuencia con toda la fuerza que la ley permite y con absoluto respeto a los derechos humanos y a las garantías individuales''.

Más adelante, convino en que el gran esfuerzo que se ha efectuado para reformar al Poder Judicial y mejorar la procuración e impartición de justicia sólo podrá cumplirse con el compromiso, la voluntad, la capacidad y la lealtad de todos aquellos a quienes se ha encomendado esas tareas.

``El reto al que estamos convocados --cerró el tema-- es la delicadísima función de hacer cumplir la ley.''

Reformas indígenas, para enriquecer a la nación

Durante el discurso de Madrazo logró meterse al recinto el griterío de cientos de barzonistas --se calcularon más de 2 mil en los alrededores--, que aguardaron afuera para abuchear a los funcionarios y exigir solución a los problemas de cartera vencida. Era la gente del líder jalisciense Maximiano Barbosa.

Adentro el procurador continuaba su alocución: ``La Constitución de 1917 se ha reformado varias centenas de veces, se ha enmendado, ampliado y modificado, y lo ha hecho para preservarse; para que su esencia siga vigente; para que sus decisiones jurídico-políticas fundamentales, que son aquellas que precisamente cuentan en la historia de nuestro pueblo, actualicen el presente e impulsen nuestro futuro como comunidad organizada''.

Sostuvo entonces que hoy existe voluntad política para alcanzar la reforma constitucional en materia indígena que quieren los mexicanos. Manifestó que esa enmienda debe hacerse de tal manera que enriquezca a la nación y para que siga vigente la Constitución.

``Se trata de reformar y adicionar una Constitución que es símbolo de la unidad de los mexicanos. Queremos que siga expresando la historia de la Independencia, la Reforma y la Revolución, y que cuente también la historia de las reivindicaciones indígenas'', defendió.

Repitió que la Carta Magna transmite un mensaje de unidad y, por ello mismo, en la unidad que del proyecto de nación expresa se debe seguir encontrando las fórmulas de solución a los problemas, los consensos que permitan resolver las diferencias y los caminos que lleven a alcanzar la conquista de lo que como nación es común a los mexicanos.

En el acto habló también el gobernador de la entidad, Enrique Burgos García. Indicó que sobre los pilares de la República, federalismo y democracia, la Constitución de 1917 se robustece como una habitación segura para los mexicanos, para todos, en condiciones de igualdad, sin tutelas ni encubiertos segregacionismos.

Cuarenta minutos después de iniciado, el acto terminó. Presidente, gabinete, legisladores de todos los partidos, representantes de los tres poderes y autoridades locales salieron del teatro. Afuera los esperaba la rechifla de los barzonistas.