La Jornada 7 de febrero de 1997

Ecuador, con 3 presidentes

Afp, Ap, Reuter, Dpa, Efe, Ansa e Ips, Quito, viernes 7 de febrero Ť El Congreso de Ecuador destituyó anoche al presidente Abdalá Bucaram, a quien atribuyó ``incapacidad mental'', y lo sustituyó con su titular Fabián Alarcón. Pero Bucaram rechazó la decisión, que calificó como ``antidemocrática'' y una ``barbaridad'', al tiempo que advirtió sobre la posibilidad de un ``enfrentamiento civil''.

Esta madrugada la situación era confusa y Ecuador tenía tres jefes de Estado. Bucaram, Alarcón y la vicepresidenta Rosalía Artega, quien se autoproclamó como titular del Ejecutivo. Las fuerzas armadas, a las que Bucaram notificó que desconoce la resolución del Congreso unicameral, se pronunciaron porque la clase política encuentre ``una solución jurídica y constitucional'' a la crisis, y subrayaron que se ha creado una ``grave confusión en el orden jurídico''.

La población, por su parte, salió a las calles de esta capital a celebrar la destitución de Bucaram. La euforia llevó a cientos de personas a las inmediaciones del Palacio Presidencial del Carondelet para tratar de sacar de allí al destituido presidente, quien desde hace tres días prácticamente se encuentra atrincherado en su despacho.

``Ganamos, Bucaram, afuera hijo de puta'', gritaba la enardecida multitud, que saltaba y tocaba tambores en las calles quiteñas mientras era notorio un incremento de la guardia militar en el Palacio Presidencial, apenas se conoció que el Congreso destituyó a Bucaram por 44 votos a favor, 34 en contra y dos abstenciones. Finalmente, la muchedumbre se dispersó luego que los soldados dispararon algunas ráfagas al aire y bombas de gas lacrimógeno, sin que se informara de heridos.

A las siete de la noche con cinco minutos del jueves --una hora después de la prevista-- comenzó la sesión extraordinaria en la que fue destituido Bucaram. El diputado Franklin Verduga, del opositor Partido Social Cristiano, presentó la moción de destitución, en la que alegó que Bucaram incurrió, entre otros hechos, en actos de corrupción y participación en actividades artístico-musicales y deportivas ``reñidas con la majestad'' de la presidencia.

Aunque inicialmente se dijo que cada uno de los 81 diputados presentes (del total de 82) tomaría la palabra durante 15 minutos, el debate no se prolongó más de tres horas. La Constitución no establece si para declarar ``incapacidad mental'' del Ejecutivo se debe presentar certificado médico, y al referirse a estos vacíos constitucionales el ex vicepresidente Blasco Peñaherrera expuso que ``la declaratoria de incapacidad mental del presidente no necesariamente se refiere a una locura como tal, o ser insano, sino que el espíritu y letra de la Constitución se refiere a la pérdida de facultades para el desempeño de un cargo''.

Un portavoz del Congreso explicó a Reuter que ``la Constitución indica que en caso de falta temporal o muerte del presidente, el Congreso debería posesionar al vicepresidente, al presidente el Congreso o al presidente de la Suprema Corte de Justicia'', pero añadió que en la Constitución ``existe un vacío legal, que el Congreso puede interpretar como quiera, porque ésa es su función. En la Constitución no se menciona quién debería suceder al presidente si éste es destitudio del cargo o el cargo es declarado vacante''.

Así las cosas, segundos después de que el Congreso declaró ``vacante'' la presidencia, designó a Alarcón, del Frente Radical Alfarista (que sólo cuenta con tres escaños), como presidente provisional, y le encomendó convocar a elecciones en el plazo de un año, para que el nuevo Ejecutivo asuma en agosto de 1998.

Alarcón --quien muchas veces paseó del brazo de Bucaram, mientras El Loco cantaba con el grupo musical Los Iracundos--, tras señalar que no había buscado esa designación, dijo que estaba dispuesto a ``defender con su propia vida'' la tareas que le asignó el Congreso.

Desde el mes pasado, Alarcón, de 49 años, se distanció de Bucaram y este jueves instó a las fuerzas armadas a respetar la decisión ``soberana del pueblo ecuatoriano'' expresada a través del Congreso y llamó a la población a respetar su designación como presidente provisional.

En su primer decreto, Alarcón nombró al político y empresario Arturo Gangotena como secretario de la Presidencia. El nuevo funcionario dijo que el gobierno será de ``respeto a los derechos ciudadanos y a la prensa'', y aseguró que habrá una estrecha relación con las fuerzas armadas, cuyos máximos mandos sostenían esta madrugada una reunión en la que analizaban la situación.

Respuesta de un loco

En una fugaz aparición televisiva, Bucaram se dijo demócrata y anunció con voz trémula: ``Desconozco la decisión tomada esta noche por el Congreso, donde se intentó dar un golpe de Estado''.

Agregó que ``el poder que no emana de la Constitución no es un poder constituido. Más temprano que tarde caerá en una dictadura congresil que el pueblo sabrá castigar con la propia Constitución''.

``Lamento profundamete que 44 ciudadanos quieran irrespetar la Constitución de la república. Lamento que la ambición de estas 44 personas están pensando lesionar al régimen democrático. El presidente de la república ganó en las urnas, el doctor Alarcón quedó noveno como diputado nacional''.

Pero mientras Bucaram aseguraba que se mantendrá en el poder, una encuesta de la empresa Market señaló que el 84 por ciento de los quiteños apoyaba la decisión legislativa, y en las calles de la capital comenzó una verbena.

Miles celebraron la destitución del presidente Bucaram, apoyada también por la Iglesia católica ecuatoriana. Las campanas de los templos de esta capital repicaban sin cesar esta madrugada, lo mismo en la catedral, ocupada desde hace una semana por más de un centenar de indígenas. Y no pocos automovilistas, cuyas bocinas no cesaban de sonar, se dirigían también al Palacio Presidencial de Carondelet, aunque el cordón militar desplegado en la zona los bloqueó, formándose un embotellamiento de dos kilómetros.

Ambiente previo

Las movilizaciones de la segunda jornada del paro contra el paquetazo de Bucaram convocado por el Frente Patriótico --con apoyo de más de 300 organizaciones sindicales, sociales, estudiantiles e incluso de las cámaras de comercio e industria-- quedaron opacadas por el debate parlamentario que esta noche culminó precisamente con la destitución del gobernante.

A lo largo de la jornada, varios miles de manifestantes se congregaron en las inmediaciones del Congreso, en donde poco antes de que se abriera la sesión extraordinaria en la que el diputado Fabián Alarcón juramentó como presidente interino, simpatizantes de Bucaram y de la oposición se enfrascaron en una riña que se saldó con dos heridos de bala, entre ellos un fotógrafo del diario Expreso, y varios contusos.

Emisoras radiales dijeron que diputados del Partido Rodolcista Ecuatoriano, de Bucaram, ubicados en los pisos más alto del recinto legislativo, habrían disparado contra los manifestantes.

A los disparos, unos 4 mil manifestantes respondieron atacando con piedras y bombas molotov a los efectivos policiales y militares apostados en los patios del Congreso, en cuyas inmediaciones fueron desplegados unos mil 700 efectivos. ``Los policías respondieron lanzando bombas lacrimógenas y los incidentes no progresaron'', refirió Radio Quito.

Las concesiones de Bucaram

En un intento por frenar lo que describió como ``un golpe de Estado congresil'', Bucaram anunció poco después del mediodía una reducción del 25 por ciento en el incremento que decretó el mes pasado en las tarifas eléctricas que llegaron a subir 300 por ciento; en el caso del gas doméstico que de 2 mil 900 sucres (0.87 dólar) aumentó a 10 mil sucres (2.27 dólares), lo disminuyó a 7 mil sucres.

Precisamente, el paquetazo que incluyó aumentos de hasta 600 por ciento en el suministro de los servicios básicos fue el detonante de las protestas que culminaron con la demanda de la destitución de Bucaram, menos de seis meses después que asumió el poder.

El ministro de Finanzas y cuñado de Bucaram, Pablo Concha, resaltó que el Ejecutivo había enviado al Consejo Nacional de Salarios una iniciativa para que en los próximos 15 días se evalúe un aumento salarial a empleados del sector público y privado

Bucaram anunció además que aceptó la ``renuncia'' de cuatro de sus más cercanos colaboradores. Los ministros ``renunciantes'' fueron su hermano Adolfo, que ocupaba la cartera de Bienestar Social; el controvertido ministro de Energía Alfredo Adum, quien enfrenta dos juicios por haber golpeado a una funcionaria y a un diputado opositor; el de Gobierno, Frank Vargas Pazzos, y el secretario general de la Presidencia, Miguel Salem.

Con evidentes signos de cansancio y desvelo, Bucaram convocó a un ``acuerdo institucional con el Congreso y con la función judicial para concertar el programa de la política fiscal, económica y social, y para elaborar un proyecto de reestructuración del Estado, que será puesto a consideración plebiscitaria del pueblo ecuatoriano''.

``Ningún sector social ni interés real del país puede actuar con irresponsabilidad creyendo que no va a pasar nada si se rompe el orden constitucional. Estamos en la antesala de un enfrentamiento peligrosísimo que debemos evitar'', señaló.

Refiriéndose a la convocatoria a la sesión extraordinaria del Congreso, Bucaram, quien llegó a la presidencia con el 54 por ciento de los votos en las elecciones del año pasado, sostuvo que en ``caso de que se intente romper el orden constitucional, asumiré todas las atribuciones de protección de la legitimidad de la voluntad popular y el orden jurídico nacional''.

Y poco después de este discurso, Bucaram afirmó en conferencia de prensa en el Palacio de Carondelet que ``el gobierno aplicará con toda energía la Constitución y las leyes para poder legalmente ubicar a quienes intentan originar un golpe de Estado congresil''.

La advertencia de Bucaram fue calificada por el diputado opositor César Verduga como una ``amenaza dictatorial'', mientras los organizadores del paro dijeron que la medida de fuerza, convocada inicialmente para 24 horas y extendida después hasta 48 horas, se mantendría hasta la salida de Bucaram del poder. La Coordinadora de Movimientos Sociales, una de las convocantes al paro, indicó que ``cerca de 2 millones de indígenas y afiliados al Seguro Social Campesinos continuarán con el cierre de carreteras en costa, sierra y oriente, que vienen ejecutando desde el lunes 3 de febrero'', pidió a los quiteños reunirse en los alrededores del Congreso para respaldar a los diputados.

Preocupación en el hemisferio

Al cierre de esta edición ningún gobierno del continente se había pronunciado sobre la decisión del Congreso ecuatoriano, pero horas antes la Casa Blanca afirmó que consideraba ``muy complicada la situación en Ecuador''. En similares términos y externando su deseo de una solución constitucional a la crisis en Ecuador se pronunciaron los gobiernos de Chile, Argentina, y Colombia, cuyo presidente Ernesto Samper comentó que la crisis ecuatoriana ``compromete la estabilidad de la región''.