La Jornada 7 de febrero de 1997

Han encontrado un ``eco tremendo'' las opciones rebeldes: Oscar

Blanche Petrich /II Ť Sorprende que en el ocaso de la experiencia revolucionaria centroamericana y 20 años después de los movimientos guerrilleros mexicanos, existan organizaciones viejas y nuevas reeditando la lucha armada. ``Es porque el Estado nunca resolvió las causas que dieron origen al surgimiento de las guerrillas de los sesentas y setentas. Por eso revivieron los rescoldos'', es la explicación que brindan los comandantes del EPR.

Desconcierta que algunos luchadores opten por la guerrilla cuando hay espacios de acción en la sociedad civil: ``¿Los hay? Eso habría que preguntárselo a los campesinos, los obreros, los colonos golpeados por el autoritarismo'', replica la comandante Victoria. Su voz es suave, su cuerpo redondeado, las manos pequeñas y expresivas. Pero a ratos parece más dura que los comandantes Oscar --acento costeño-- y Vicente, que la flanquean.

Son parte de la comandancia general eperrista. Se esfuerzan por anteponer a las siglas EPR las del Partido Democrático Popular Revolucionario (PDPR), que es la síntesis de su ideario político; síntesis, además, de un mosaico de 14 organizaciones rebeldes que abarcan desde generaciones de la Revolución de 1910.

--``Tienen sus añitos pero su corazón de lucha no envejece'' -dice Oscar imitando el baile de los viejitos. ``Que te oigan'' -reconviene Victoria--, pasando por los ``duros'' de hace dos y tres décadas y con la participación, por lo que vemos, de jóvenes. ``Nada que ver -aclaran- con un Marco Antonio Bernal, un Jorge del Valle o un Gustavo Hirales, que se pasaron al enemigo''.

Porque son muy jóvenes la docena de combatientes con la cara cubierta que nos rodean cuando concluye la entrevista colectiva --entre otros con -- y en un cuarto idéntico al anterior, forrado hasta el último rincón de plásticos y manta, conceden a La Jornada una ``exclusiva''. Todos con la cabeza cubierta y con buenas armas --unos pistola al cinto, además de la ametralladora. Buenas armas, aunque distinto modelo y calibre.

Es que hay una pregunta ineludible: su posición respecto al asesinato de dos veladores de este diario el 2 de abril de 1990, Enrique García (16 años) y Jesús Samperio (35 años) por parte del PROCUP, una de las 14 organizaciones que componen el EPR.

Reconocen que es un ``estigma'' para esa organización, el PROCUP, pero que es un hecho ``de suma injusticia''. Argumentan que el PROCUP --que en los hechos se disolvió para fundirse en el EPR-- en su momento aclaró que fue un ``operativo de propaganda'' y que llevaban material impreso a la recepción del diario. Ahí fue rechazado y los dos policías de guardia quisieron salir tras los mensajeros para devolverles su sobre. Otros dos miembros del operativo ``pensaron'' que los policías iban a ``atacarlos'' y les dispararon. Los mataron.

``El hecho fue aclarado por los que fueron señalados como responsables. Pero no se quiso leer con detenimiento lo que los implicados aclararon. ¿Nosotros qué más tenemos que añadir, fuera de avalar la versión de los compañeros de esos hechos? Hubo en su momento explicaciones que pudieron esclarecer muchas cosas y a los cuales los medios hicieron oídos sordos'', dice Victoria.

Oscar: ``Todavía está en la cárcel gente acusada de ser del PROCUP, Martínez Soriano por ejemplo. Hay una situación de suma injusticia en eso. Hay fabricación de culpables. La policía presentó un arma como la usada por los combatientes en contra de los veladores. Después presentan otra. El PROCUP presentó a los medios el arma que sí fue usada, como prueba que se estaban fabricando culpables. Se demostró que no fue algo premeditado. Y no se dio crédito a estos planteamientos''.

Todos visten ropa modesta y sin planchar, pero limpia. Unos llevan botas; otros de plano calzado urbano. Hay formas de caminar y manos innegablemente campesinas.

Queda en el aire la pregunta de Julia Preston, la periodista estadunidense: ``Hay muchas críticas --los cuestionó-- a algunas de sus organizaciones; concretamente sospechas de que entre ustedes hay grupos que fueron provocadores, inclusive de grupos oficialistas; en el pasado provocaron actos de represión y que se pelearon con otras fuerzas de la izquierda. ¿Es cierto todo esto?''.

Y la respuesta del comandante Vicente: ``Desde hace décadas el gobierno implementó una campaña de desprestigio que abarcó a organizaciones que se integraron al PDPR el año pasado. No logró el objetivo aunque sí se creó cierta desconfianza. Ahora el enemigo lo trata de extender hacia lo que es el PDPR. Se manejó que estas organizaciones están infiltradas. Es falso. No tuvieron nada que ver con el gobierno o con un grupo policial. Me refiero concretamente al PROCUP''.

Eco tremendo

Oscar habla del ``eco tremendo'' que han encontrado en el México actual las opciones guerrilleras.

--¿¡Cómo?!

--Oscar: ``Hay una tradición combativa en el pueblo mexicano. Contrasta con lo que ocurrió en los países centroamericanos, donde el atraso político y económico es más agudo. Hubo más efervescencia, avances muy rápidos y disoluciones también muy rápidas. Aquí lo que hubo ha ido creciendo y se ha consolidado. Un ejemplo es el EZLN. Toda esa simpatía que está en el subterráneo de la población, afloró''.

--Hay otros espacios de lucha, a pesar de la represión, en la sociedad civil. El margen para disentir no es tan estrecho...

Victoria: ``Eso habría que preguntarle a la población; lo real es que con mayor frecuencia la gente es reprimida aun cuando su lucha la desarrolle en los marcos legales. Ejemplos hay muchos y ustedes los publican todos los días''.

Oscar: ``Remontémonos a los sesenta, cuando se empezó a dar el auge de la lucha armada que alcanza una expresión grande en los setenta. El Estado impulsó la reforma política y le arrebató la bandera a muchos de esos movimientos. Inició una nueva etapa, pero no para la solución de los problemas sino para aparentar abrir espacios que no llegaban a solucionar nada. Combínelo con una represión sistemática; resultado, autodefensa revolucionaria en el pueblo. Es muy diferente cuando el gobierno enfrenta o se pone a reprimir manifestaciones que no tienen capacidad de respuesta, que cuando enfrenta a organizaciones que le responden también en el plano militar''.

Sigue: ``Con la legalización del Partido Comunista, con la amnistía a varios de los presos guerrilleros, el Estado impulsó la creación de un dique a la proliferación de las guerrillas. Pero al no darle solución a las causas que generaron el surgimiento de esos grupos, a la vuelta de los años, aunque hubo grupos que se sumergieron en ese proceso, hubo otros que no se abrieron legalmente. Ahí podemos hablar del PDPR, el PROCUP, el Partido de los Pobres, y otros que están desde los setenta''.

Vicente: ``Hablando de los espacios que existen. ¿Hay derecho a la huelga? Sí, pero, ¿se permite ejercelo? Tenemos contratos colectivos que ofrecen elementos que le corresponden y le han costado hasta sangre a la clase trabajadora. Pero no se cumplen. Y lo mismo se puede decir del estudiante, el profesionista. Por eso es que existimos nosotros''.

--Pero ustedes son de otra generación, no tienen edad para haber pertenecido a esas generaciones...

--¿Por qué lo dice? Está bien que las capuchas sean tragaños...

--Victoria: --Oscar: ``A lo mejor nos toca contribuir para que otras generaciones lleguen a ver los objetivos por los que estamos luchando. No nos corretea el tiempo''.