Visitará Clinton el DF, Mexicali y Mérida durante su gira por México
Jim Cason y David Brooks, corresponsales, Washington, 6 de febrero Ť El gobierno de Estados Unidos caracteriza el viaje del presidente Bill Clinton a México, en abril próximo, como expresión de apoyo a la agenda de reforma política del presidente Ernesto Zedillo y como arranque de una iniciativa diplomática y política a nivel hemisférico para promover el libre comercio, la democracia, y la cooperación en temas de seguridad pública, comentó a La Jornada un alto funcionario estadunidense.
``Un objetivo (del viaje) es ayudar a que Zedillo mantenga el rumbo de las reformas políticas, el alejamiento de un Estado de partido único y la institucionalización de un modelo político más plural'', comentó el funcionario, quien pidió no ser identificado.
Funcionarios de la Casa Blanca confirmaron anoche que Clinton ha programado un viaje de dos días a México el 11 y 12 de abril, y La Jornada se enteró de que visitará las ciudades de México, Mérida y Mexicali. Se indicó que el itinerario ha sido algo difícil de concretar, ya que Hillary Rodham acompañará al presidente y podría permanecer en México unos días más.
Altos funcionarios estadunidenses expresaron la esperanza de que el viaje eleve el nivel de atención de Estados Unidos a las relaciones con América Latina. ``Este es el inicio de un año de diplomacia estadunidense bastante sostenida hacia América Latina'', comentó un alto funcionario gubernamental. ``Después de no haber ido en su primer periodo, el presidente viajará en tres ocasiones (a la región) el próximo año''. Clinton viajará a México en abril, hará una gira por América Latina y el Caribe en mayo, y finalmente acudirá a la segunda Cumbre de las Américas, programada para marzo de 1998, en Chile.
Los funcionarios creen que se podrá favorecer la expansión del libre comercio en las Américas, y fueron alentados por los comentarios del presidente de la Cámara de Representantes, Newt Gingrich, quien esta semana señaló que espera que se apruebe la autoridad de negociación comercial por la ``vía rápida'' antes que Clinton viaje a América Latina.
El alto funcionario entrevistado comentó: ``percibimos todo esto como parte de un esfuerzo continuo para promover la integración hemisférica y vemos a México como nuestro socio más importante, y como el país que ha avanzado más hacia ese objetivo''.
Recordó que en el proceso de la Cumbre de las Américas, además del comercio, que es el tema central, también se incluye una serie de iniciativas que serán subrayadas por Estados Unidos. ``Creo que nuestro esfuerzo será evitar un enfoque exclusivo sobre el libre comercio y asegurar que el proceso sea visto de una manera más amplia'', explicó.
``Creo que el enfoque sobre el alivio de la pobreza y la distribución un poco más amplia de la riqueza es un rubro que ha sido abordado, pero tal vez no con el suficiente enfoque dentro del proceso de la Cumbre'', reconoció. ``Sí noto algún interés por incrementar el grado de este punto como elemento en las discusiones antes y en Santiago''. Sin embargo, advirtió que este es un rubro donde Estados Unidos también tiene sus propios problemas.
Para este funcionario, la discusión sobre pobreza y distribución de la riqueza lleva directamente a la discusión sobre la importancia de cómo desarrollar instituciones que permitan que el crecimiento económico sea sostenible y distributivo. Señaló que, en parte, la crisis del peso en México se profundizó por fallas en el sistema bancario, privatizado sin un marco de regulación adecuado. ``Esto también es verdad en las bolsas de valores, así como en diversos asuntos simples, como la administración de justicia'', aseveró. ``La democracia y los mercados libres están bien, pero sin una base fuerte en instituciones y conceptos de ley en el estado de derecho, a fin de cuentas no serán mucho mejor que lo que han sustituido''.
Para la administración Clinton, este desarrollo institucional es de particular importancia en México, donde el presidente Zedillo enfrenta oposición para construir y sostener las nuevas instituciones. El alto funcionario calificó los obstáculos como algo ``perfectamente entendible y no ilegítimo, pero quizá tampoco constructivo''.
``Hay un periodo inevitable durante el cual, si han de proceder las reformas de Zedillo, el partido en el poder va a sufrir algunas derrotas'', explicó el alto funcionario estadunidense. ``La pregunta es si puede sufrir esas derrotas y permitir que el proceso de reforma sea sostenido''.