Llaman la Conai y 235 organismos a celebrar un gran encuentro por la paz
Alma E. Muñoz Ť La Comisión Nacional de Intermediación (Conai) y 235 organizaciones sociales acordaron realizar el Diálogo Nacional por la Paz y la Democracia para destrabar el diálogo en Chiapas y fortalecer las vías políticas y de negociación con el gobierno federal.
En conferencia de prensa, diversas instancias y dirigencias sociales dieron a conocer dos documentos sobre la necesidad de ``reinstalar la credibilidad por la vía del diálogo'' con el Ejecutivo y convocar a un Primer Encuentro Nacional por la Paz y la Democracia, a realizarse entre el 14 y el 16 de marzo próximo en la ciudad de México.
Oscar Oliva, representante de la Conai, señaló en referencia al diálogo de Chiapas, que existen ``políticas de engaño y represión casi vigentes en México que hacen del asunto un movimiento irremediable e interminable, con la utilización de lenguajes demagógicos''.
Planteó la necesidad de enriquecer y respetar los acuerdos suscritos entre el gobierno federal y el Ejército Zapatista de Liberación Nacional, ``dialogando y negociaciando de a deveras''. San Andrés Larráinzar, agregó, es el punto de partida y empuje para abrir espacios de diálogo donde la exclusión y la intransigencia ``no permiten alcanzar cambios''.
Por ello propuso que la realización del Congreso Nacional por la Paz y la Democracia sea la oportunidad para discutir y encontrar alternativas consensadas para la paz en Chiapas.
Mientras tanto, líderes de organizaciones civiles, eclesiales y políticas, como el Congreso Nacional Indígena, el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro, el Centro Fray Francisco de Vitoria y la Comisión Nacional de Mujeres, acordaron buscar vías alternas para solucionar la ``represión, violación a los derechos humanos, el desconocimiento a las causas indígenas, detenciones de dirigentes sociales y desapariciones políticas''.
David Fernández, presidente del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro, propuso destrabar el diálogo de San Andrés en el Congreso de la Unión, porque ``es necesario contar con una fuerza externa al conflicto en Chiapas después de que el EZLN y el gobierno federal, a través de la Comisión de Concordia y Pacificación (Cocopa), están atados para alentar y destrabar lo que está atorado''.
Así, señaló, la Comisión de Seguimiento y Verificación evaluaría distintas propuestas ``de emisión'' para vencer las resistencias.
Carlos Manzo, del Congreso Nacional Indígena, habló de represiones e incremento de la militarización de Chiapas y dijo que ``la Cocopa tiene miedo'' de presentar su iniciativa de ley sobre derechos y cultura indígenas por los posibles cambios que ésta podría sufrir y que complicaría aún más la ya difícil situación.
Hace falta, añadió, una gran movilización de la sociedad civil para alcanzar espacios dentro del Poder Legislativo ``en contra del Ejecutivo'' en busca del reconocimiento a los pueblos indígenas y la mayor democracia para el país.
En el primer documento, A restituir la confianza en la vida del diálogo, mil 789 firmantes de las organizaciones plantean como indispensable que el Ejecutivo cumpla los acuerdos suscritos en San Andrés; que la Cocopa sostenga su propuesta; que el Congreso de la Unión, en uso de su autonomía, apruebe, sin alteración de sus planteamientos, el proyecto elaborado por la Comisión legislativa y que la Conai, como instancia de la sociedad civil, amplíe su actividad para alcanzar ``una salida a la crisis actual''.
En el segundo documento, Por la paz, el diálogo nacional, se propone realizar el Primer Encuentro Nacional por la Paz con Justicia y Democracia, en el que participen organizaciones y ciudadanos no sólo del país sino también extranjeros, así como la realización de dinámicas sectoriales y regionales simultáneas al diálogo, sobre las necesidades de la paz y el diseño del proceso al primer encuentro nacional.