Ninguna presión propiciará que se renegocie el TLC: Jaime Zabludovsky
Humberto Ortiz Ť El Tratado de Libre Comercio de América del Norte ``es un texto cerrado'' y ninguna presión de grupo propiciará la reapertura de negociaciones, aseveró Jaime Zabludovsky, subsecretario de Negociaciones Internacionales de la Secretaría de Comercio y Fomento Industrial (Secofi).
A su regreso de Washington, en donde realizó evaluaciones con las contrapartes estadunidenses sobre dicho acuerdo, el funcionario señaló que el TLC reporta un saldo favorable para ambas naciones.
En entrevista de prensa luego del desayuno que la comunidad empresarial mexicana ofreció al presidente Rafael Caldera, el funcionario aclaró que el Congreso estadunidense no pretende reabrir el tratado ni modificarlo, sino que cada tres años es facultad de los congresos de los países firmantes hacer una evaluación de los convenios comerciales internacionales que firman los gobiernos respectivos.
Desestimó las impugnaciones que agrupaciones mexicanas y estadunidenses han emprendido contra el TLC, porque siempre han existido y de ninguna manera ponen en riesgo los mecanismos de intercambio trilaterales.
Zabludovsky aclaró que en su viaje a la capital de Estados Unidos no fue a promocionar las bondades del tratado, sino a ponderar con funcionarios del vecino país el funcionamiento de los acuerdos inherentes al intercambio comercial y a revisar la agenda bilateral en la materia. La evaluación, afirmó, ``fue muy positiva''.
El funcionario sostuvo que tras sus encuentros en Washington ha quedado claro que el TLC no será reabierto.
Respecto al conflicto en el caso del transporte, el subsecretario de Negociaciones Internacionales de la Secofi anticipó que la próxima semana tiene que resolverse favorablemente el asunto para ambas naciones.
Y en cuanto al problema de las escobas, Zabludovsky dijo haber hablado con las contrapartes para integrar ya los paneles e intercambiar información. Consideró seguro que México va a ganar esta controversia comercial, pues la investigación de la parte estadunidense, agregó, fue ``mal elaborada''.
Los industriales de ese país, comentó, acudieron al Departamento de Comercio de la administración Clinton para buscar apoyo y un arreglo, pero los empresarios mexicanos van por el mecanismo de solución de controversias.
Jaime Zabludovsky puntualizó que los impuestos compensatorios aplicados a ocho productos estadunidenses de importación no fueron una medida arbitraria ni unilateral, sino que está prevista en las disposiciones legales del Tratado de Libre Comercio de Norteamérica.
En otro acto, el Foro Trilateral de Normalización en América del Norte, empresarios de México, Canadá y Estados Unidos terminaron sus deliberaciones y advirtieron que ``de nada sirve haber firmado un documento tan complejo, innovador y completo como el TLC, si no se trabaja de manera conjunta para eliminar los intereses proteccionistas de la región''.
Con la lectura de José Saltiel Serotta, vicepresidente de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin), las conclusiones de tres días de trabajos afirman que los esfuerzos conjuntos beneficiarán a las naciones firmantes no sólo en la región norteamericana, sino en otras instancias tan importantes como APEC y OCDE.
Se afirma que la globalización del comercio ha venido a estrechar la interdependencia de las respectivas economías y acuerdos como el Tratado de Libre Comercio de Norteamérica y la Organización Mundial de Comercio requieren la cooperación entre los países miembros para que todas las partes puedan beneficiarse de ellos.