La Jornada 9 de febrero de 1997

Presiona la IP para devaluar el peso

El investigador del Colegio de México Marcos Chávez detalló que este año se acentuará el proceso devaluatorio de la moneda, pues en lugar de permitírsele una libre flotación -como oficialmente se estipuló- se practica una ``revaluación deliberada'' que se traducirá en presiones para el peso y en una futura y peligrosa caída.

Por otra parte, las importaciones presentan ya un crecimiento acelerado, que conducirá a un agudo déficit comercial, mientras que el debilitamiento fiscal obedecerá a la caída de los ingresos reales y los costos asociados a la contrarreforma en la seguridad social y al rescate bancario.

En un artículo publicado en la revista mensual Economía Informa, órgano de divulgación de la Facultad de Economía de la UNAM, el investigador del Programa de Ciencias y Tecnología del Colegio de México indicó que, pese a los avances alcanzados con el drástico ``programa de choque'' aplicado en 1995 para paliar la crisis que siguió a la devaluación del peso, subsisten riesgos, rezagos y desequilibrios en los planos macro y microeconómico. Específicamente en el monetario.

Justifica que ``si bien el banco central ha reiterado la estrategia de libre flotación, la intervención del Banco de México en los mercados cambiarios para apuntalar al peso parece indicar que se ha optado por una revaluación deliberada -tal como lo hizo el gobierno salinista-, con el propósito de acelerar la baja de los precios.

``Esto, no obstante, ha derivado en el gradual deterioro de los flujos comerciales desde abril de 1996, merced a la rápida pérdida de la competitividad cambiaria lograda con la devaluación de 1994 y 1995 y por la incertidumbre y las presiones cambiarias y financieras registradas entre septiembre y noviembre de 1996, que han recreado un escenario devaluatorio''.

Si el gobierno insiste en mantener una política similar a la conocida, pronosticó Chávez, los síntomas devaluatorios se agudizarán en los primeros meses de 1997''. (Yanireth Israde)

En el rubro de la balanza comercial también hay problemas, pues aunque el año pasado prevaleció un superávit, las importaciones reportaron un crecimiento de 21 por ciento, en tanto que para las exportaciones la cifra (correspondiente al acumulado enero-septiembre) fue de 20 por ciento.

``Tal comportamiento indica que, desde abril pasado, el ritmo de las primeras es sustancialmente mayor a las segundas, por lo que de mantenerse dicha dinámica el déficit comercial podría reaparecer en 1997''.

El investigador consideró también que la salud de las finanzas públicas es ``fragil'', y este año se espera, dijo, un déficit fiscal equivalente al uno por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) como consecuencia de la caída en los ingresos reales y los costos asociados a la contrarreforma en la seguridad social y al rescate bancario.

``Hasta el momento, agregó, la reactivación es notoriamente desigual. El mercado doméstico se mantiene deprimido y continúa la quiebra de empresas. La inversión es escasa. La capacidad de absorción de la mano de obra por parte del aparato productivo es limitada. La caída de los precios no ha sido la esperada lo que, asociado a las contingencias externas, ha provocado un manejo monetario y crediticio diferente al previsto originalmente, que ha impedido superar las dificultades del sistema bancario, así como la crisis de liquidez y de pagos.

En suma -añadió Chávez- los avances logrados en materia de estabilidad interna y externa son precarias y, al parecer, temporales. Ya se verá como pinta este 1997. (Yanireth Israde).


Roberto González Amador Ť La colocación de deuda y la emisión de bonos en los mercados internacionales de capital por parte de entidades públicas y privadas de México reportó un ingreso de divisas al país por 3 mil 910 millones de dólares, tan sólo en enero pasado.

El ingreso de divisas -que no incluye la inversión a los mercados accionario y de dinero, cifra todavía no cuantificada oficialmente- constituye la mayor entrada de capital para un solo mes desde que estalló la crisis económica, según informes oficiales.

Esta entrada de divisas, indican analistas del Grupo Financiero Bancomer, ``ha permitido una significativa revaluación nominal del peso''. Sin embargo, será la dirección que mantengan los flujos de capitales el factor principal en el comportamiento del tipo de cambio en el corto plazo, pues los recursos provenientes del exterior suelen ser sensibles a factores económicos o políticos, añadieron.

Por ello advierten que no puede descartarse que ocasionalmente resurja la volatilidad en el mercado, que puede ser paliado con la ``sólida posición de divisas del Banco Central''.

Los ingresos de divisas al país se han constituido como uno de los principales diques de contención a la especulación cambiaria y han permitido la reducción en los tipos de interés en el mercado doméstico, interpretaron analistas del Grupo Financiero Banamex-Accival.

De acuerdo con el Banco de México y la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, el gobierno federal ha colocado en el transcurso de este año tres emisiones de deuda en los mercados internacionales de capital por un total de 2 mil 225 millones de dólares.

Los recursos obtenidos por el gobierno en estas tres colocaciones -realizadas en el lapso de un mes- equivalen a 51.8 por ciento de todas las colocaciones de deuda pública realizadas en 1994 (que sumaron 4 mil 288 millones de dólares) y a 34.1 por ciento de las de 1995, que se situaron en 6 mil 522 millones de dólares, señalan los informes de Hacienda.

En 1996, las colocaciones de deuda pública en los mercados internacionales ascendieron a 14 mil 398 millones de dólares, pero se concretaron en su mayor parte a partir del segundo trimestre del año.

Además de las operaciones realizadas por el sector público, tres entidades privadas han contribuido a acelerar el ingreso de divisas al país desde que comenzó el año.

El Grupo Bilbao Vizcaya-Probursa obtuvo en el exterior financiamiento por 110 millones de dólares, mientras que el Grupo Industrial San Luis captó 50 millones de dólares, y Bancomer otros 200 millones de dólares. En los tres casos, se trató de créditos contratados en los mercados internacionales de capital.

Las colocaciones del gobierno y las de las empresas privadas tienen un vencimiento promedio de 14 años.

``En enero, la entrada de capitales provocó una baja en las tasas de interés y contribuyó a la estabilidad del tipo de cambio'', comentó el Grupo Financiero Banamex-Accival. ``Para febrero, se anticipa estabilidad en ambas variables, al disminuir las presiones derivadas de compromisos de pago con el exterior'', agregó el principal grupo financiero del país.