Si es necesario, se intervendrá en el mercado: BdeM
Antonio Castellanos Ť El Banco de México intervendrá, si es necesario, para que la evolución de la base monetaria se mantenga sin desviación indeseable. En 1996 lo hizo ``algunas veces'' para impedir el desarrollo de una espiral devaluatoria o contrarrestar otras presiones inflacionarias que provocaran un aumento mayor de los intereses.
Un estudio de la Comisión Económica para América Latina (Cepal) divulgado por la agencia Notimex, señala que no se anticipan presiones sobre el mercado cambiario, porque el Banco de México mantendrá el régimen de libre flotación; el riesgo es que se ``siga apreciando (el peso), pues se espera continúe el ingreso de capitales foráneos de corto plazo, así como de inversiones directas''.
México, agrega, enfrenta retos como la lenta recuperación de la demanda interna y la frágil situación de la banca. Para 1997 se anticipa un descenso de la inflación a menos de 20 por ciento, y un tipo de cambio de entre 8.5 y 9 pesos por dólar; podría haber alteraciones en la economía por los comicios de julio próximo.
La Comisión de Cambios, integrada por funcionarios de la Secretaría de Hacienda y del Banco Central, estimó que la disponibilidad de un monto mayor de activos internacionales permitirá al gobierno federal obtener mejores condiciones de costo y plazo del financiamiento externo.
El Banco de México se propone aumentar sus activos internacionales netos, cuando menos por 2 mil 500 millones de dólares en 1997, a través de las transacciones cambiarias que efectúa con el sector público, y del ejercicio de las operaciones de venta de divisas que se subastan mensualmente entre instituciones de crédito.
Las autoridades del Banco de México consideraron que su facultad exclusiva de crear dinero debe ejercerse de una manera prudente, para no generar presiones inflacionarias que desembocarían en una depreciación cambiaria, elevación de las tasas de interés, salarios nominales más altos, y reetiquetación o aumento de los precios de bienes y servicios.
Conforme a la política monetaria de 1997, el Banco Central podrá variar las condiciones de suministro de su crédito interno para poner, en su caso, corto el sistema bancario, con el objeto de procurar el orden en los mercados cambiario y de dinero. En este caso, al menos alguna institución tendrá que pagar la tasa de dos veces los Certificados de la Tesorería.