Cede Bucaram; Arteaga, presidenta
Afp, Ap, Dpa, Efe y Reuter, Quito, 9 de febrero Ť La vicepresidente ecuatoriana Rosalía Arteaga, quien se proclamó sucesora de Abdalá Bucaram luego de que éste fue destituido el jueves por el Congreso, tomó hoy posesión como nueva presidenta temporal que gobernará durante un periodo no definido, según decidió el Legislativo la madrugada de este domingo.
Bucaram, destituido por ``incapacidad mental'', aceptó desde Guayaquil haber perdido el poder, al reconocer: ``Desgraciadamente, no pude terminar mi plan de gobierno'', y anticipar que sus opositores ``pedirán de rodillas que yo vuelva al poder''.
Pero esto no necesariamente resolverá la crisis política en el país que el viernes amaneció con tres presidentes, cuando Bucaram rechazó su destitución y sostuvo que continuaba al frente del Ejecutivo, mientras el Congreso unicameral nombró como mandatario interino a su titular Fabián Alarcón y Arteaga se proclamó jefa del Ejecutivo, alegando que su carácter de vicepresidenta le daba ese derecho.
El Congreso anunció hoy que el martes designará al futuro mandatario constitucional interino, que podría ser Alarcón, quien renunció a sus reclamos presidenciales y fue restituido como titular del Legislativo.
Luego de intensas negociaciones con las fuerzas armadas y Arteaga, el Congreso nombró la madrugada de este domingo a Arteaga presidenta temporal. La resolución fue sancionada por 44 votos de los 45 diputados que estuvieron presentes; el Congreso está integrado por 82 legisladores.
De esta manera, el Congreso designó a Arteaga presidenta encargada ``por un tiempo limitado estrictamente necesario e indispensable'' hasta la designación del mandatrio interino, que a su vez deberá llamar a elecciones presidenciales el próximo año.
Según la resolución, Arteaga reasumirá su cargo de vicepresidenta cuando tome posesión el presidente interino, cuyo mandato concluirá en 1998. Pero para que esto ocurra, deberá efectuarse otra enmienda constitucional, ya que Arteaga llegó a la vicepresidencia como compañera de fórmula de Bucaram, y sus mandatos debían concluir constitucionalmente en el año 2000.
Las condiciones de Arteaga
La designación de Arteaga -quien reiteró su rechazo al programa económico de Bucaram- fue reconocida por el alto mando de las fuerzas armadas, que se habían mantenido neutrales desde que inició la crisis constitucional el jueves. Por lo pronto, Arteaga, quien ya empezó a formar su gabinete, se declaró dispuesta a renunciar a la presidencia temporal, con la condición de que antes se haga una reforma ad hoc.
En respuesta, el jefe de la bancada socialcristiana, Heinz Moeller, afirmó que era ``imprudente'' que la presidenta temporal empezara a nombrar ministros, pues, subrayó, sus decisiones podrían no cuadrar con las del Congreso, al que consideró el ``primer poder del Estado y dueño de la voluntad popular''.
A pesar de que, según el Congreso, Arteaga podría gobernar sólo hasta el martes próximo, la presidenta temporal empezó este domingo a integrar su gabinete. Por lo pronto, el nuevo vocero del gobierno, Fausto Jaramillo, anunció que Arteaga asignó a Gil Barragán la cartera del Interior, a Nelson Robelly lo nombró secretario de la presidencia y a Cecilia Calderón de Castro ministra de Bienestar Social. Observadores destacaron que Calderón de Castro es considerada vieja enemiga de Fabián Alarcón.
Asimismo, la presidenta temporal anunció la ratificación a la ya existente comisión encargada de negociar con Perú un acuerdo sobre la zona fronteriza que ambos países se disputan, y que originó un conflicto bélico a principios de 95. ``Es un proceso que no puede detenerse'', apuntó Arteaga, quien ratificó también al canciller del gobierno de Bucaram, Galo Leoro.
La presidenta temporal prometió, por otra parte, que no continuará con el paquetazo de Bucaram con el que, dijo, nunca estuvo de acuerdo. Fueron precisamente los ajustes económicos del depuesto mandatario, que implicaron incrementos en los precios de servicios básicos de hasta 600 por ciento, los que provocaron multitudinarias protestas que culminaron en dos días de huelga general que empezaron el pasado miércoles y, eventualmente, en su destitución por vía del Congreso.
Durante la ceremonia de su toma de posesión como presidenta temporal, Arteaga prometió dedicar todos sus esfuerzos para combatir la ``crisis de valores'' que, dijo, estuvo a punto de ``llevar al caos'' a Ecuador, y llamó a los ecuatorianos ``a derrotar la pobreza, la corrupción y la violencia mediante una amplia concertación''.
Arteaga aseguró en su discurso que ``las fuerzas armadas han dado a la clase política una lección histórica'', en referencia al papel que jugaron los militares en la solución de la crisis. A las 10 de la mañana, Las fuerzas armadas y la Policía Nacional emitieron un comunicado en el que reconocieron a Arteaga presidenta del país y expresaron su propósito de ``reafirmar su inquebrantable vocación democrática y de respeto absoluto a la Constitución y subordinar la institución a la autoridad legítimamente elegida por el Congreso Nacional''.
Las negociaciones
Desde el día en que el Congreso destituyó por ``incapacidad mental'' a Bucaram y nombró a Alarcón presidente, mientras Arteaga se autoproclamó jefa de Estado, los mandos castrenses aseguraron que no tomarían el control del país y se declararon neutrales hacia los tres ``presidentes''.
La incertidumbre ecuatoriana comenzó a disiparse la noche del sábado, cuando el comandante de la provincia de Loja, José Grijalba, confirmó que las fuerzas armadas habían desconocido a Bucaram como presidente desde el jueves. Así, los militares se negaron a acatar un estado de emergencia decretado el viernes por Abdalá Bucaram.
La noche del sábado también empezaron a circular versiones de que sectores militares daban su apoyo a Arteaga, quien fue la única de los tres ``presidentes'' que se reunió con ellos para discutir soluciones a la crisis, mientras Bucaram y Alarcón reclamaban su derecho constitucional a la presidencia. Más tarde, líderes del Congreso aceptaron reunirse con Arteaga y representantes de las fuerzas armadas, y de ese encuentro surgió el acuerdo que permitió la designación de Arteaga como presidenta temporal.
Incógnitas tras solución temporal
La crisis política ecuatoriana, en la que durante casi tres días hubo tres ``presidentes'' simultáneos en el país, se originó debido a que la Constitución, promulgada en 1978, un año antes del regreso a la democracia de la nación, tras una dictadura militar, estipula que en caso de ausencia temporal o por muerte del presidente su lugar podría ser ocupado por el vicepresidente, el presidente del Congreso o el presidente de la Corte Suprema de Justicia, pero no se especifica a qué organismo corresponde elegir al mandatario interino.
La Constitución incluye el tema de la sucesión presidencial desde 1981, cuando el entonces mandatario Jaime Roldós murió en un accidente de aviación y fue sucedido por el vicepresidente Osvaldo Hurtado. Pero en 1995 el Congreso incluyó en la Carta Magna reformas que habían sido sometidas a referéndum, aunque excluyó deliberadamente tocar el tema de la sucesión presidencial, para evitar que el entonces vicepresidente Alberto Dahik se convirtiera en jefe de Estado si moría el septuagenario Sixto Durán Ballén. Dahik evadió un juicio político y otro penal por corrupción al huir a Costarrica, donde radica actualmente.
Por ello, Arteaga reclamó una reforma constitucional que faculte al Congreso para elegir al nuevo presidente cosa que, según Alarcón, ocurrirá el martes próximo. El Legislativo ya convocó a una sesión extraordinaria en esa fecha para elegir al presidente interino, pero no ha anunciado si someterá a votación o no la enmienda constitucional.
Aunque Moeller aseguró que Arteaga gobernará ``por muy poco tiempo'', observadores dijeron que la presidenta temporal podría permanecer en el poder más tiempo si se opta por hacer reformas constitucionales que faculten al Congreso para decidir la sucesión presidencial, ya que éstas deben ser sancionadas por al menos 55 legisladores, y el jueves solamente 44 diputados votaron en favor de la designación de Alarcón.
Encuestas relámpago realizadas en las últimas horas demostraron que Arteaga es la favorita para encabezar el gobierno. Según la agencia Cedatos, 55 por ciento de los ecuatorianos está a favor de que Arteaga sea presidenta. Un estudio de la agencia Sondeo y Opinión realizado en Guayaquil, donde se encuentran las bases bucaramistas, indicó que Arteaga cuenta con 85 por ciento de las preferencias.
Bucaram, de gira
El Frente Unitario de Trabajadores, mayor central sindical del país, la Coordinadora de Movimientos Sociales y el movimiento indigenista Pachakutik, organizaciones convocantes a la huelga del día 5, exigieron el enjuiciamiento político de Bucaram.
De su lado, Heinz Moeller aseguró que apenas se instale al presidente interino que, según dijo, será Alarcón, el Legislativo planteará una iniciativa para fiscalizar las acciones de Bucaram y sus colaboradores pues, expuso, ``la corrupción fue un elemento denunciado por varios sectores''.
Bucaram indicó que pasaría los días de Carnaval en Salinas, balneario cercano a Guayaquil, y agregó que después iniciará una gira en la que denunciará el ``carnavalazo'' con el que fue destituido ante ``Naciones Unidas, la Organización de Estados Americanos, el Santo Padre (Juan Pablo II), los foros internacionales y todos los países del mundo''.
Insistió en que su destitución fue ``una usurpación del poder, un golpe de Estado civil propinado por oligarcas que no perdonan que los haya puesto en su sitio''. Bucaram aseguró que, en poco tiempo, esos mismos opositores ``pedirán de rodillas'' que vuelva al poder, y añadió que está por verse si el nuevo gobierno puede cumplir los ofrecimientos que él hice, como un incremento de 25 por ciento de los salarios de trabajadores públicos, privados y fuerzas armadas.