La Jornada 10 de febrero de 1997

En la Costa Chica, acoso militar a campesinos tras la aparición del EPR

Maribel Gutiérrez, corresponsal, Acapulco, Gro., 9 de febrero Ť Detenciones de campesinos, patrullajes intimidatorios y persecución a ciudadanos que suponen vinculados al EPR realizan tropas del Ejército en municipios de la Costa Chica.

En Azoyú, el regidor del PRD, Félix Hernández Nabor, informó que después de que integrantes del EPR realizaron un mitin en la caberecera municipal el 2 de febrero, ``tras ellos llegaron los soldados y de ahí se fueron a la comunidad de Maxmadí, donde amenazaron a algunas personas para que dijeran que ellos eran del EPR, o que eran gente que lo apoyaba''.

Reportó que en Azoyú ``sacaron a un muchacho de su casa porque decían que él estuvo en la reunión del EPR, y querían que les informara quiénes habían estado ahí''.

Desde entonces todos los días los soldados ``han estado interrogando a las personas para que digan quiénes son los que apoyaron al EPR''. El fin de semana dos avionetas del Ejército volaron la región a baja altura, informó el regidor.

En Tecoanapa, donde el EPR realizó un mitin el 5 de febrero, hubo despliegue de tropas y avionetas sobrevolando el campo, ``pero no dieron con ellos'', dijo el regidor perredista Palemón Suástegui Epifanio, quien afirmó que ``no hubo quejas de agresiones a la población''.

Señaló que el jueves 6 se estableció un retén militar en la comunidad de Las Animas, en el que los soldados ``se dedicaron a observar el tránsito''.

El dirigente en Ometepec, Tomás Molina, informó que hay sobrevuelos militares a baja altura en esa ciudad, y el sábado 8 se instaló un retén en San Juan de los Llanos, donde se encuentra el crucero a Ometepec, donde los soldados revisan e interrogan a pasajeros y automovilistas.

En Cuautepec, Pascual Rodríguez informó que tuvo que abandonar su comunidad, Coacoyulichán, ``porque empezaron a seguirme los soldados, han rodeado mi casa y le preguntan a mi esposa dónde están las armas que tenemos''. Agregó: ``si yo fuera de esa gente no andaría muy tranquilo''.

En la comunidad La Dicha, del mismo municipio, el perredista Joaquín Doroteo Tenorio informó que soldados fueron a su casa y le dijeron a su esposa que entregara los seis cuernos de chivo que tenía ahí. El jueves 6, cuando regresaba de sus labores en el campo, fue detenido durante casi dos horas y le exigían que ``entregara las capuchas''.