La Jornada 11 de febrero de 1997

Al DIF, el programa de apoyo a marginados

Roberto Garduño E. Ť El Programa de Alimentación, Salud y Educación (PASE), que beneficiará a 22 millones de pobres en el país en el año 2000 --según cálculos oficiales--, será manejado por el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF).

Con el tiempo encima, porque el pasado 9 de diciembre se anunció que el PASE comenzaría a operar en la segunda quincena de enero, el gabinete de Desarrollo Social de la administración del presidente Ernesto Zedillo estudia las formas cómo participará el DIF en ese proyecto.

El viernes pasado, el presidente Ernesto Zedillo convocó en la residencia oficial de Los Pinos a los secretarios de Desarrollo Social, Carlos Rojas; de Hacienda, Guillermo Ortiz, de Educación, Miguel Limón; de Salud, Juan Ramón de la Fuente, y al director del DIF, Mario Luis Fuentes, para definir el futuro del programa.

La reunión arrojó que será en las próximas dos semanas cuando se definan las formas de operación que aplicará el DIF para llevar apoyo alimentario a la población depauperada.

En caso de que el DIF se encargue de materializar el apoyo, tomando en cuenta la estructura que éste posee en 31 estados del país, tendría que reformarse la Ley General de Salud. Este ordenamiento ubica al DIF como un ente que provee atención médica, cuando en la práctica eso es inexistente. Tendría que cambiar entonces la definición de ese organismo al de una institución de desarrollo social.

Se opta por la experiencia del DIF

El PASE, sustituto del Programa de Alimentación y Nutrición Familiar (PAMF) --que hasta el año pasado manejaba el DIF--, y del intento por aplicar el sistema conocido como tarjeta de los pobres, plantea cubrir a 4 millones de familias marginadas de este país (22 millones de mexicanos) para el año 2000. Durante el presente año, destacan las proyecciones que dio a conocer Carlos Rojas el 9 de diciembre pasado: los ``beneficios'' alcanzarán a 400 mil familias (10 por ciento del total pretendido).

El criterio para que el Desarrollo Integral de la Familia se perfile como el organismo que maneje el PASE, gira en torno a que esa institución atiende en el renglón alimentario a 3.5 millones de personas. Es decir, las redes que éste ha tejido servirán para introducir en los sitios más alejados el programa de alimentación del actual gobierno.

El presupuesto asignado en el renglón alimentario para 1997 alcanza los mil 600 millones de pesos. En contraparte, los recursos económicos que destina el Desarrollo Integral de la Familia para entregar desayunos y despensas llega a los 800 millones de pesos.

Es decir, los dineros para el Programa de Alimentación, Salud y Educación doblan los que recibe el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia.

El PASE, a nueve regiones del país consideradas de alta marginalidad

Una vez que en el transcurso de esta semana o de la que viene se asuma la decisión públicamente de que el DIF operará el Programa de Alimentación, Salud y Educación, éste llegará a nueve regiones catalogadas de alta marginalidad.

La principal ayuda para las 400 mil familias de pobres consistirá en ``una transferencia mensual de ingreso para apoyar el consumo alimenticio familiar''.

El presupuesto previsto hasta diciembre pasado para el programa ascendía a mil 350 millones de pesos, y en el transcurso de un mes éste aumentó a mil 600. Para el rubro de salud, mediante la Secretaría de Salud y del Programa IMSS-Solidaridad se canalizarán 380 millones de pesos, con los que se realizarán 5 millones de consultas médicas y se entregarán alrededor de 300 mil complementos alimenticios mensuales a mujeres gestantes y lactantes, niños de cuatro a 24 meses y a menores con algún grado de desnutrición.

En tanto, la Secretaría de Educación Pública entregará paquetes de útiles escolares y 600 mil becas, que representan 450 millones de pesos anuales.

En las regiones seleccionadas por su extremado nivel de pobreza se prevé que 39 por ciento de las familias habitan en localidades menores a 500 habitantes. En las zonas urbanas y rurales en las que no se introduzca el programa se mantendrán los apoyos al consumo de leche, tortilla, becas, desayunos escolares y despensas. El programa atenderá principalmente a la población que habita en las áreas rurales, que es donde hay mayor pobreza y menor presencia institucional, de acuerdo con los estudios al respecto.

La operación del Programa de Alimentación, Salud y Educación estaba prevista a iniciar durante la segunda quincena de enero de 1997 --hasta ahora se ha postergado-- en cuatro municipios de Campeche. Otras regiones son las sierras Negra, Norte, Gorda y Tarahumara, centro desierto, Alto Balsas, La Montaña, Los Altos y la sierra de Chiapas.