Salió libre Claudia Rodríguez; exceso de legítima defensa, dictaminó el juez
Matilde Pérez U. y Alejandra Gudiño, corresponsal Ť Tras estar privada de su libertad 373 días en el reclusorio Molino de Las Flores, en Texcoco, estado de México, Claudia Rodríguez Ferrando salió libre la tarde de ayer, luego de pagar una fianza de 2 mil pesos y de 12 mil más ``por daños a la familia'' de Juan Manuel Cabrera Antunes.
La mañana del 3 de febrero de 1996, Manuel Cabrera Antunes intentó violar en un pasillo de la estación del Metro La Paz a Claudia Rodríguez, quien disparó en contra de su agresor, después de que éste la acorraló y desgarró su ropa.
Acusada por el juez primero de lo penal de Texcoco de haber incurrido en ``exceso de violencia'', a Claudia se le negó la libertad bajo fianza, pese a que la defensa comprobó que Cabrera Antunes falleció porque la ayuda médica llegó demasiado tarde.
Ayer, a las 4:45 de la tarde, Claudia recogió sus escasas pertenencias del reclusorio Molino de Las Flores y volvió a abrazar a sus cinco hijos: Verónica, de 14 años; Jorge, 12; Gerardo, 10; Claudia, 4 y Mauricio de 2 años de edad, y a su esposo Jorge Cruz Trejo. Un grupo de 25 mujeres, entre ellas sus abogadas Ana Laura y Beatriz Magaloni, integrantes de Salud Integral para la Mujer (Sipam), de la Coordinadora Feminista de Defensoras Populares, Red Europea de Mujeres Autónomas, familiares y amigos también la acogieron.
Los últimos meses fueron los más difíciles para Claudia. Estaba agotada, triste, desanimada, no había mucha confianza en el sistema jurídico, que había mostrado su dureza, dijo Margarita Gutiérrez, de la Coordinadora Feminista de Defensoras Populares.
Ayer, el juez Carlos S. Cruz Preciado dictaminó ``exceso de legítima defensa'', por lo que la sentencia fue el pago de fianza de 2 mil pesos o año y medio de cárcel y pago de 12 mil pesos por daño a la familia de Cabrera Antunes, cantidad que ya fue cubierta por algunos grupos feministas.
Este es un logro del movimiento feminista internacional, mexicano y de las mujeres, apuntaron vía telefónica Margarita Gutiérrez y Ana María Hernández, de Sipam.
El caso trascendió las fronteras de México y fue atendido por agrupaciones feministas internacionales que se sumaron a la protesta por el encarcelamiento de Claudia. Movilizaciones, protestas frente a la Secretaría de Gobernación y cartas al presidente Ernesto Zedillo, con más de 3 mil firmas, fueron parte de la defensa pública.
El proceso fue largo pero finalmente logramos arrancar a Claudia no sólo del penal sino del aparato de justicia que queda corto a las mujeres porque minimiza la violencia masculina, agregó Margarita García.
¿Cuántas Claudias hay en los centros de reclusión o que están siendo violentadas por los aparatos de justicia?, se preguntó y resaltó que estos casos no sólo deben ser un número de expediente seguridad sino de un ambiente social.