Transcurrió en un clima de tranquilidad la huelga nacional en Colombia Afectadas, comunicaciones y producción petrolera
Reuter, Ansa, Ap, Dpa, Efe y Afp, Santafé de Bogotá, 11 de febrero Ť En un clima de tranquilidad se efectuaba este día la huelga nacional por tiempo indefinido de los trabajadores estatales, que reclaman aumentos salariales, rechazo a las privatizaciones en comunicaciones y petróleos y garantías para los dirigentes sindicales.
Las centrales sindicales afirmaron que la huelga era un éxito en un 95 por ciento y que se ha logrado afectar las comunicaciones y la producción petrolera, en tanto que en la plaza Bolívar de esta capital tuvo lugar una concentración de unos 25 mil manifestantes en respaldo de la medida de fuerza de los trabajadores.
Entre los pocos incidentes que hubo destaca uno ocurrido en las cercanías de la plaza Bolívar cuando unos 200 manifestantes se enfrentaron a la policía lanzando piedras, palos y botellas, luego de que los uniformados habían arrestado a un joven que al parecer les lanzó un artefacto explosivo, sin mayores consecuencias.
``La huelga ha sido un éxito. El reporte es la respuesta a la convocatoria y una demostración de que es pacífica y que no se nos ha salido de las manos'', declaró el presidente de la Confederación de Trabajadores Democráticos de Colombia, Mario Valderrama, debido a que los sindicatos había rechazado toda posibilidad de infiltraciones ajenas.
El ministro del Interior, Horacio Serpa, quien negó que los rubros de comunicaciones y petróleos hayan resultado afectados porque ejecutivos siguen maniobrando esos sistemas, coincidió en que la jornada transcurre en calma ``casi en un ciento por ciento'' porque la ciudadanía ha cooperado ante el llamado de las autoridades.
No obstante, Serpa reconoció que el paro es casi total en Barrancabermeja, uno de los principales centros petroleros del país, debido a que la guerrilla impidió allí el transporte público bajo amenazas. Otros reportes oficiales agregaron que la guerrilla también bloqueó carreteras en Caquetá y movilizó a cientos de campesinos en Tolima.
Las autoridades reconocen que el transporte público ha sido afectado entre un 20 y 30 por ciento en Santafé de Bogotá, Medellín y Cali, mientras que en Ibagué hubo un autobús quemado. En la capital del país huelguistas y manifestantes bloquearon las avenidas céntricas, y en los hospitales sólo se atendieron urgencias.
En tanto que las autoridades alegaban que no todas las oficinas cerraron ya que ``muchos'' empleados se presentaron a laborar, la paralización fue total en escuelas y universidades públicas y privadas. Unos 10 millones de estudiantes no asistieron a clases, pues el mismo gobierno las suspendió para evitar incidentes.
Las operaciones aéreas en los principales aeropuertos del país sufrieron retrasos, pero los bancos laboraron normalmente. La Empresa Colombiana de Petróleos y la Nacional de Telecomunicaciones aceptaron que la huelga afectó sus actividades, pero no causó parálisis debido a planes de emergencia que se pusieron en marcha.
El café de exportación también resultó afectado por la falta de transporte, en esta huelga en la que los burócratas demandan un incremento salarial del 21.5 por ciento, rechazan las privatizaciones de empresas claves como petróleos y comunicaciones y exigen liberación de líderes sindicales encarcelados.
La huelga transcurre en un marco de amplias medidas de seguridad, con las fuerzas policiales y militares acuarteladas y realizando operativos de vigilancia en sedes gubernamentales y diplomáticas, así como en otros puntos clave de las ciudades, infraestructuras petroleras, de comunicaciones y carreteras.
La policía dijo que avanzada la jornada unas 48 personas fueron arrestadas en allanamientos de viviendas en una zona sur de Santafé de Bogotá, pertenecientes a las Milicias Populares del Ejército de Liberación Nacional. Este grupo había amenazado con ejecutar actos de violencia durante la huelga.
En contrapartida, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia acusaron al gobierno de tratar de intimidar a la población con un supuesto plan terrorista de las guerrillas. El vocero de ese grupo, Marco León Calarca, negó toda veracidad a un supuesto plan terrorista descubierto la víspera por las autoridades.
En tanto que el gobierno no descarta declarar ilegal la huelga y los trabajadores se manifiestan dispuestos a negociar, el presidente Ernesto Samper retiró un proyecto de ley de reformas a la Constitución y convocó al legislativo a sesiones extraordinarias a partir del 14 de febrero para impulsar una nueva ley antidrogas.