La Jornada 12 de febrero de 1997

Las políticas neoliberales desvirtúan la educación

La aplicación de las políticas neoliberales ha llevado a diseñar modelos educativos en función de las necesidades del aparato productivo y no del pensamiento, coincidieron investigadores y sindicalistas del magisterio en los trabajos de la Cumbre Internacional de Educación, quienes una vez más arremetieron ayer contra el Banco Mundial porque ``aprovecha las contradicciones y errores de los gobiernos para utilizarlos en su contra''.

Pablo Gentili, de la Universidad de Sao Paulo, Brasil, llamó a la defensa de los derechos humanos y sociales porque éstos no se negocian, y en cambio el neoliberalismo considera ``culpables'' de los fracasos educativos al Estado interventor, los sindicatos y la sociedad.

Por la mañana, Miche L”wy, académico de La Sorbona de París, sostuvo que la educación como servicio público tiene como fin tratar de garantizar el saber y transmitir valores cualitativos que, en sí mismos, son contrarios al sistema neoliberal que se impone en el mundo.


Durante el segundo día de la Cumbre Internacional de
Educación.
Foto: Frida Hartz

Destacó que las organizaciones sindicales son un obstáculo para la modernización neo-liberal que propone la privatización de la vida social, pero los gremios buscan detener su avance e insisten en asegurar mejores condiciones sociales, igualdad y desarrollo.

A su vez, las investigadoras uruguayas Ivonne Passada y Alicia Mesa señalaron que la política neoliberal ocasiona que la educación sea considerada un servicio, no un derecho, y que las reformas educativas recientes consituyen el ámbito ideal para formar la mano de obra que demanda el mercado, porque ``la nueva organización del trabajo se basa en la productividad''.

Indicaron que la educación se convierte en una empresa en la que el director (de escuela) asume el rol gerencial, los padres de familia desaparecen y los alumnos son trabajadores que se preparan para responder a las necesidades del mercado.

Por su parte, Rosario Otegui, de la Universidad Complutense de Madrid, señaló: ``El hecho de que los planes y programas de estudio se consideren obsoletos y se pretenda modernizarlos los convierte en coyunturales y sin la necesaria trascendencia hacia el futuro''.

Advirtió que no se puede mejorar la educación si se continúa considerando y tratando a los maestros como obreros. Para que cumplan con éxito su función, añadió, es necesario darles un carácter diferenciado, tanto en lo estrictamente laboral, como en lo relativo a su capacitación y papel social.

En su turno, Luis Yarzábal, coordinador regional para América Latina de la UNESCO, centró su participación en la educación superior, y mencionó que actualmente 54 por ciento de ésta es administrada por instituciones privadas.

Tal proceso de privatización, indicó, se ha producido sin que existan factores reguladores del Estado, y ahora esas universidades cubren la demanda educativa en carreras que no necesariamente son las que se necesitarán en el próximo siglo.

José Matos, consultor de la Unicef en Perú, dijo que en América Latina persisten problemas estructurales que se manifiestan en una precaria democracia; una crisis del Estado, los partidos y las instituciones, y en la creciente brecha entre ricos y pobres.

Los países de la región, agregó, suman una deuda externa superior a los 600 millones de dólares; el narcotráfico mueve, en América Latina, 700 mil millones de dólares al año y más de 50 por ciento de la población se desenvuelve en la pobreza crítica. ``Nada de esto se resolverá con la actual institucionalidad. Se requiere crear otro Estado que enfrente tales problemas y funde una nueva relación con las tendencias globalizadoras''. Ese, subrayó, es el reto del próximo siglo y a él debe responder también la educación.

En el encuentro paralelo de legisladores latinoamericanos que discuten sobre materia educativa en la Cámara de Diputados, se destacó que la educación es factor fundamental para acceder a las fuentes de trabajo que reclaman los actuales modelos productivos y la competencia dentro de una perspectiva democrática.

Juan Carlos Tedesco, director de Educación de la ONU, dijo que el problema radica en los contenidos de la educación y en determinar a quiénes y a cuántos se debe educar. ``Para ello se requiere un sistema educativo de largo plazo, con sentido de civilización y adecuado al fortalecimiento de la institución escolar''. (Rosa Elvira Vargas y Claudia Herrera Beltrán)