La Jornada 13 de febrero de 1997

Deroga Alarcón el paquetazo en Ecuador

Reuter, Afp, Ap, Ansa, Dpa, Efe e Ips, Quito, 12 de febrero Ť El presidente interino de Ecuador, Fabián Alarcón, derogó hoy el paquetazo dispuesto el mes pasado por el destituido gobernante Abdalá Bucaram, pero tras advertir que ``hemos estado a punto de un colapso'' pidió ``sacrificios'' a las población.

De su lado, el Frente Popular --uno de los convocantes a las manifestaciones que crearon las condiciones para que el Congreso destituyera a Bucaram ``por incapacidad mental'' el jueves pasado-- advirtió que ``la destitución de Bucaram y la posterior designación de un gobierno son una victoria de la lucha decidida del pueblo''.

Agregó que ``es a la vez la exigencia, para que se cumpla el mandato del Frente Patriótico, la no privatización de las empresas estratégicas y del Seguro Social'', en tanto que la Coordinadora de Movimientos Sociales sostuvo que vigilará la actuación del gobierno interino.

Alarcón firmó además otro decreto con el que declaró en estado de emergencia a las aduanas, otorgándoles su control a las fuerzas armadas, a fin, dijo, de combatir la corrupción que priva en ese sector, que incluso fue denunciada hace dos semanas por el embajador estadunidense en esta capital, Leisle Alexander.

Asimismo, Alarcón eliminó con otro decreto la gobernación de la provincia de Pichincha, recién creada por Bucaram.

``La situación en que hemos recibido el país en base a las primeras informaciones que estamos recibiendo es realmente catastrófica. Hemos estado a punto de un colapso, especialmente en materia económica y social'', dijo Alarcón, quien en me- dios políticos es llamado el bailarín por su gran habilidad para negociar.

Casi una semana después de la destitución de Bucaram, el flamante presidente interino, elegido anoche por el Congreso, firmó un decreto que anuló las alzas de hasta 600 por ciento en los servicios básicos, y que fueron el detonante de las protestas populares contra Abdalá Bucaram.

El gobierno de Bucaram esperaba cerrar el año con un déficit fiscal de 2.5 por ciento del producto interno bruto, pero la derogación de las medidas económicas y la estabilización del precio de la gasolina complicarán los ingresos del fisco.

Alarcón, un abogado de 49 años, indicó que la política económica será definida mediante el consenso con los diferentes grupos políticos y sociales del país, pero no ofreció precisiones.

``Este gobierno, por su transitoriedad, tendrá que sentar las bases para que el futuro gobierno, luego del año y seis meses, pueda, con un marco institucional adecuado.... emprender las bases para que Ecuador avance hacia los objetivos que deseamos'', declaró el mandatario interino a la prensa nacional e internacional.

Hizo un llamado a sus compatriotas ``para que nos ayuden a buscar las alternativas más convenientes para salir de la crisis. Vamos a tener que hacer sacrificios, ecuatorianos'', pero añadió: ``Siempre he dicho que (a) los sacrificios no rehúye el país, lo que no tolera el ecuatoriano es la prepotencia, la grosería, el insulto como estilo de gobierno'', al referirse a la forma de gobierno que impuso Bucaram.

Prioridades del interinato

El recién nombrado secretario de la nueva administración Arturo Gangotena, afirmó que la prioridad del gobierno interino ecuatoriano será poner en orden las cuentas fiscales, en las que, recalcó, se registra un severo deterioro.

Al hablar en un programa de televisión, Gangotena sostuvo que otra ``de las principales tareas'' del gobierno será el control de la inflación, que el año pasado cerró con 25 por ciento. ``Los ecuatorianos hemos despertado de una noche de seis meses con sueños aterradores'', aseveró en alusión a las acusaciones de despilfarro y corrupción formuladas contra el gobierno de Bucaram. No obstante, en su primer día como presidente interino, Alarcón también asistió al estadio Atagualpa de esta capital para presenciar el partido que Ecuador ganó por cuatro goles a cero a Uruguay por las eliminatorias para el mundial a celebrarse en Francia.

Fuera bucaramistas

En otro de sus decretos, Alarcón --cuyo partido Frente Radical Alfarista sólo cuenta con tres escaños, incluyendo el que él detentaba-- dispuso el cese de los 10 mil empleados públicos contratados durante el gobierno de Bucaram, quienes presuntamente habrían apoyado al Loco durante su campaña electoral.

Alarcón también dispuso en ese mismo decreto la recontratación de 3 mil burócratas despedidos injustamente durante el gobierno bucaramista.

Al decreto siguieron riñas y enfrentamientos entre bucaramistas, en especial los afiliados al Partido Rodolsista Ecuatoriano, y opositores al destituido gobernante. Los más graves se produjeron en las instalaciones de la estatal Petróleos de Ecuador, donde el destituido presidente y su ministro de Energía, Alfredo Adum, despidieron a decenas de empleados.

Empleados de la estatal tomaron las oficinas e impidieron el acceso de los ahora cesados funcionarios seguidores del Loco, y además los trabajadores de Petroecuador nombraron como presidente ejecutivo interino de la estatal a su dirigente sindical y diputado alterno, Marcelo Román, uno de los 300 trabajadores despedidos por Bucaram en esa dependencia.

Escenas similares se vieron en otras oficinas públicas no sólo de esta capital sino de otras ciudades. Miembros del antiguo gobierno fueron sacados a empujones, golpes e insultos, mientras decenas de personas gritaban consignas contra Bucaram.

En todos los organismos públicos los empleados retiraron de las oficinas las numerosas fotografía de Bucaram así como de sus principales colaboradores para quemarlas en las calles.

El Loco, de gira

Stella Calloni, corresponsal Buenos Aires Ť El presidente argentino, Carlos Saúl Menem, se convirtió en el principal respaldo político de Bucaram, a quien considero hoy ``el legítimo'' mandatario de Ecuador. Bucaram, quien es esperado en Buenos Aires en las próximas horas, confesó desde Panamá que intentó reproducir ``el exitoso'' estilo de Menem y se considero como su mejor ``discípulo''.

Menem --para justificar su apoyo a Bucaram-- citó un editorial del The New York Times que advierte que considera de ``hecho'', es decir de facto, al nuevo gobierno ecuatoriano de Fabián Alarcón, e instruyó a la embajadora argentina en Quito a no asistir a la ceremonia de asunción del nuevo mandatario.

Tanto Juan Carlos Wasmosy como Julio María Sanguinetti, presidentes de Paraguay y Uruguay, respectivamente, mantuvieron ayer martes una cautelosa posición cuando fueron consultados sobre el tema del relevo presidencial en Ecuador, durante una breve visita a Buenos Aires.

Sanguinetti dijo a La Jornada, que los sucesos ecuatorianos son muy delicados y que hay que observar la situación con seriedad, a la vez que respetar las decisiones propias de ese país, y en el mismo sentido se expresó Wasmosy.

Para los analistas locales, el presidente argentino ``puso sus barbas en remojo'' ya que habría aconsejado a Bucaram los planes de gobierno y ``mano dura'' para imponer ajustes y privatizaciones, además de aconsejarle el asesoramiento del ex ministro de Economía Domingo Cavallo para trazar un plan económico similar al que se aplicó en Argentina, que ha dejado en este país graves consecuencias sociales.

Bucaram señaló que trató de imponer el ``estilo'' de Menem, ``cambiando'' radicalmente el programa comprometido en el proceso electoral. El depuesto mandatario dijo que cree que Argentina ``está a la altura de los grandes', que no hay problemas sociales y que Menem ``es el hombre más popular del país y del mundo''.

En las últimas manifestaciones de protesta en Argentina y por diversas causas, la consigna ``Ecuador, Ecuador'' se ha hecho muy popular y, por supuesto, muy sugestiva políticamente.