Cárdenas, a la cabeza de los precandidatos en el Distrito Federal
Rosa Icela Rodríguez y Alberto Nájar Ť Un apretón de manos entre Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano y Porfirio Muñoz Ledo marcó el arranque de la contienda electoral interna para jefe de gobierno del DF.
Andrés Manuel López Obrador dio anoche el banderazo inicial en la carrera por alcanzar los votos de la militancia capitalina a las dos máximas figuras de ese partido. En su turno, el Comité Ejecutivo Estatal y los comités delegacionales les dieron el mismo número de firmas avalando su participación en el proceso.
Ambos se desearon ``suerte'' antes de recorrer el primer tramo que culminará el próximo 2 de marzo, y Muñoz Ledo opinó: ``Lamentamos decepcionar a quienes auguraban un pleitazo''; Cárdenas: ``De este proceso tenemos que lograr la unidad; no podemos permitir una falla o un roce indebido''.
Para López Obrador el PRD ``está en una situación inmejorable, debido a que la ciudadanía le da la razón al partido, por el desbarajuste del salinismo y la falta de gobernabilidad de la actual administración'', por ello, alardeó: ``Vamos a ganar porque los dos hombres son íntegros y tienen buena fama publica y son los precursores del movimiento democrático''.
Después de un proceso de reuniones que se celebraron en los últimos días, entre los dos aspirantes y los dirigentes nacionales y estatales, llegaron al acuerdo ``de ir hasta el final en una elección abierta entre la militancia''.
Trascendió que hasta ayer ninguno de los dos políticos solicitaron ``premio de consolación'' para el perdedor de la contienda interna; ``el que pierde pierde'', trascendió; por su parte, Armando Quintero corrigió y dijo: ``Existe el compromiso de sumarse a la campaña y en el próximo gobierno capitalino''.
En la ceremonia se sentía la tensión de algunos que no estaban de acuerdo en que se lleve a cabo una elección abierta, universal y con voto secreto; incluso existe un artículo del estatuto que indica que si no se es afiliado, presentando la credencial de elector se puede afiliar y votar en el mismo momento.
Ahí, en el auditorio de la sede nacional de Monterrey 50 se presentaron a la prensa ``los dos gallos'' perredistas --como los llamó Javier Hidalgo--, tenían rostros serios, adustos. Había preocupación de los dirigentes por la forma en que se llevará la contienda.
Sobre ese tema, López Obrador estimó una contienda con legalidad, imparcialidad, respeto y fraternidad entre los contendientes, que no son adversarios ni mucho menos enemigos; ``cualquiera que sea el resultado, los dos van a seguir siendo dirigentes destacados del partido, ninguno va a ser excluido, vamos a demostrar, una vez más, que en el PRD hay institucionalidad y madurez''.
Porfirio Muñoz Ledo se refirió a que hace 10 años inició con Cárdenas una fase de su lucha y quien resulte triunfador de esta contienda será el jefe de gobierno del Distrito Federal, y advirtió ``a las fuerzas ajenas del partido que no intenten ni provocar ni agredir ni artificialmente, ni confrontar porque somos un partido maduro con dirigentes responsables''.
Y adelantó que exigirán garantías al gobierno para que se respete del modo más escrupuloso el procedimiento del partido y le deseó ``éxito''a su contendiente.
A su vez, Cárdenas consideró una distincion el poder contender con Porfirio Muñoz Ledo, con quien ha luchado por el cambio democrático y por el rescate de la soberanía, ``con quien hemos pasado momentos difíciles y también por muchas satisfacciones en la construcción de un México democrático''.
Luego habló del reto y la responsabilidad no sólo de quienes hoy somos precandidatos en el PRD porque de este proceso tenemos que lograr la unidad y dar mayor vitalidad al partido. Luego aseguró que ambos candidatos tendrán la responsabilidad de que de la contienda salga fortalecido el Partido de la Revolución Democrática.
Al final del evento, en donde hubo también aplausos de los dirigentes capitalinos y nacionales, alguien preguntó: ``Y qué pasará con el perdedor de la contienda?'' A lo que Cárdenas preguntó: ``Aquí nadie pierde''. Sin embargo, trascendió que la Convención Nacional del 15 de marzo es soberana para otorgar una candidatura a senador y diputado a un dirigente.
Reunión matutina
Antes de la reunión, el comité local hizo su último esfuerzo para concretar la candidatura de unidad. En reniones por separado, Cárdenas y Muñoz Ledo decidieron mantenerse hasta el final en la contienda, sostener los debates que sean necesarios y respetar la decisión que los militantes tomen en votación abierta.
En las reuniones se valoraron tres formas posibles de elección; es decir, a través del voto directo de los militantes, por convención estatal o, bien, permitir que la decisión la tomen los consejeros estatales.
Según trascendió, las dos últimas fueron rechazadas porque son métodos que ya utilizan el PAN y el PRI, y podrían resultar contraproducentes. Además, los precandidatos se inclinaron por la votación directa porque es más democrática y, además, mejoraría la percepción que del partido tienen los electores; de hecho, los miebros del comité reconocieron que este método arroja ganancias en imagen para el partido, pues entre los electores permanece la idea de que el PRD es el único que elegirá a su candidato de forma transparente.
También se descartó la posibilidad de posponer el proceso porque el costo político ante la opinión pública sería muy elevado, pues de hecho la contienda interna es el primer paso para la campaña definitiva.