La Jornada 13 de febrero de 1997

Se debilita la huelga general en Colombia; paro de trabajadores hondureños del sector salud

Reuter, Ap, Dpa, Afp y Ansa, Santafé de Bogotá, 12 de febrero Ť La huelga general de los trabajadores estatales colombianos entró hoy en su segundo día en un marco de debilitamiento ante la falta de respaldo de otros sectores, y se anunció oficialmente que las negociaciones podrían reanudarse este jueves entre gobierno y centrales sindicales.

En tanto, un petardo de bajo poder estalló en las inmediaciones del aeropuerto de Barranquilla sin causar daños. Las autoridades investigaban si se trata de un atentado contra el avión del presidente Ernesto Samper, informó el ejército.

Si bien los trabajadores suspendieron sus actividades el martes en telecomunicaciones, petróleos, educación, salud, los bancos estatales, servicio aeronáutico y la guardia carcelaria, este día las actividades tendían a normalizarse. Incluso el transporte, que ayer se suspendió en un 30 por ciento, se normalizó plenamente.

Los sindicalistas han pedido hablar con Samper o con el ministro del Interior, Horacio Serpa, al señalar que le han perdido la confianza al ministro de Trabajo y ex líder sindical Orlando Obregón. Sin embargo, Samper advirtió que no negociará ``bajo presiones'' y desestimó la huelga al afirmar que sólo un 10 por ciento la acató.

Si bien las centrales obreras dijeron que la puerta del diálogo sigue abierta, anunciaron los huelguistas ``ocuparán'' las cinco principales ciudades del país, como son Santafé de Bogotá, Medellín, Cali, Barranquilla y Bucaramanga.

Aunque Serpa anunció que las negociaciones se reanudarán el jueves por la mañana, será difícil alcanzar un acuerdo para poner fin a la huelga, y señaló que el gobierno ha sido franco con los sindicalistas al decirles que en materia económica tiene pocas posibilidades de maniobra debido a que no hay presupuesto.

Se estima que aunado al debilitamiento de la huelga por la falta de apoyo de otros sectores del país, este día especialmente influyó en ello un partido de futbol de la selección nacional contra Argentina. Se considera que de los 800 mil trabajadores estatales convocados sólo unos 300 mil habrían atendido el llamado a la huelga.

Las actividades en los aeropuertos también se normalizaron hoy y el Ministerio de Educación anunció la reanudación de las clases. Sin embargo, universidades y demás escuelas seguían paralizadas porque los maestros respaldan la huelga.

Las fuerzas armadas hicieron saber que continúan en acuartelamiento de primer grado y en vigilancia de las sedes diplomáticas, de gobierno, la infraestructura petrolera, energética, de comunicaciones y la red vial.

Mientras, dirigentes empresariales abogaron por la ``certificación'' estadunidense de Colombia en la lucha antidrogas. No obstante, expresaron pesimismo sobre un eventual cambio en la posición del gobierno de Bill Clinton, que el año pasado ``descertificó'' al país sudamericano.

La Asociación de Cultivadores de Flores señaló que si Estados Unidos decide imponer sanciones comerciales a Colombia el resultado será devastador para la industria de exportación del país, y particularmente los cultivadores de flores. De perderse las preferencias en ese ramo, se perdería el mercado y peligrarían 100 mil empleos directos en Colombia.

En otros asuntos, el procurador Jaime Bernal solicitó aumentar a 14 años y cuatro meses la condena a los mafiosos Gilberto y Miguel Rodríguez Orejuela. A la par, se reportó que nueve personas fueron asesinadas, entre ellos un concejal.


Dpa, Afp, Ap y Reuter, Tegucigalpa, 12 de febrero Ť En medio de un fuerte despliegue militar y policial unos 14 mil empleados de la salud comenzaron hoy una huelga por tiempo indefinido, al tiempo que millares de obreros efectuaban marchas en las tres principales ciudades del país en demanda de mejoras salariales.

El presidente hondureño, Carlos Roberto Reina, rechazó por su parte que las movilizaciones sindicales en demanda de incrementos salariales y contra las alzas a las tarifas de los servicios públicos tengan similitud con lo ocurrido en Ecuador, donde el entonces presidente Abdalá Bucaram fue recientemente destituido.

Las marchas, convocadas por la Central General de Trabajadores, la Confederación de Trabajadores de Honduras y la Confederación Unitaria de Trabajadores de Honduras, se iniciaron esta tarde tanto en esta capital como en las norteñas ciudades de La Ceiba y San Pedro Sula.

Mientras los trabajadores de la salud han paralizado una docena de hospitales públicos y centenares de centros de salud en todo el país en reclamo de aumentos salariales, la Asociación Nacional de Empleados Públicos de Honduras --con cerca de 23 mil afiliados--, que el viernes ocupó edificios de ministerios, amenaza con reanudar sus protestas.

Los empleados de la salud son parte de los 70 mil trabajadores públicos que rechazan un aumento del 13 por ciento que representa 21.6 millones de dólares, contra un reclamo global de los trabajadores que se elevaría a 70.5 millones de dólares.

Al tiempo que comenzaba la huelga en los hospitales, el presidente Reina brindaba una conferencia de prensa para señalar que entre su país y Ecuador no hay ninguna similitud.

Tras apuntar que la única similitud con Ecuador es la pobreza y que lo mismo ocurre en el mundo y en Latinoamérica en particular, añadió que los ``enemigos de la democracia'' son los que tratan de aprovechar los reclamos sociales de los trabajadores, que calificó de justos, para equipararlos a los temas políticos.

Por lo demás, Reina manifestó que la destitución de Bucaram se debió a problemas entre los poderes Ejecutivo y el Legislativo, y destacó que en Honduras no existen diferencias entre los poderes. Insistió en que en su país se avanza en negociaciones obrero-patronales para la estabilización de precios de básicos, ser- vicios y combustibles.

El presidente hondureño indicó, en relación a los seis bombazos ocurridos el martes en restaurantes de comida rápida en San Pedro Sula, que ha ordenado a la policía una exhaustiva investigación del caso a fin de esclarecer los hechos y castigar a los responsables. Dijo que se hallará a los autores materiales e intelectuales de actos de terrorismo.

Asentó que se quiere ``aterrorizar'' a la población o a la justicia, que investiga casos de corrupción de ex funcionarios, y subrayó que los responsables ``buscan el caos y el terror como instrumentos para dañar la democracia y el estado de derecho, y no se les puede permitir''.

Miles de trabajadores marchaban por las calles de las tres ciudades más importantes del país, a la par que militares y miembros de las fuerzas de seguridad vigilaban ministerios y otras sedes de gobierno, edificios diplomáticos, céntricas avenidas y algunas carreteras.

El Consejo de Seguridad Nacional, que expresó su pleno respaldo a Reina tras los estallidos de las seis granadas y las medidas de fuerzas adoptadas por los trabajadores, advirtió que no permitirá desórdenes. También el gobierno dijo que aplicará las leyes para preservar el orden.

Sindicalistas dijeron que Reina debe estudiar lo sucedido en Ecuador donde el pueblo se cansó del neoliberalismo, y destacaron que las marchas son el comienzo de movilizaciones que los obreros llevarán a cabo para combatir ``la incapacidad'' del presidente y demostrar que hay descontento general en Honduras.