La Jornada 13 de febrero de 1997

Hace dos años comenzó el Ejército una guerra de posiciones en Chiapas Estableció en el estado ocho corredores militares; en tres hay 13 mil soldados

Juan Balboa, corresponsal/ II y última, Ocosingo, Chis., 12 de febrero Ť El Ejército Mexicano comenzó desde el 10 de febrero de 1995 una guerra de posiciones, sin contrincante, que lo ha llevado a mantenerse en las principales cañadas y valles de los cuatro municipios en donde existe presencia del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).

Ocho son los corredores militares más importantes que ha establecido la séptima Región Militar de la Secretaría de la Defensa Nacional en la zona de conflicto: el primero, de acuerdo con la importancia en cuanto a presencia militar, se ubica entre la cabecera municipal de Ocosingo, sede de la 39 Zona Militar, y el ejido de San Quintín, un cuartel militar que se desempeña como la cuarta zona y depende directamente de la comandancia de la séptima región. Este corredor es uno de los más importantes en la región, no sólo por el número de efectivos, que suma 5 mil, sino porque se encuentran importantes comunidades zapatistas como La Garrucha, Patihuitz, La Soledad, La Sultana, Betania y Emiliano Zapata.

Le sigue en importancia el corredor militar que comunica a Comitán, lugar en donde se ubica el principal aeropuerto de la zona de conflicto llamado Copalar, y el centro de abastecimiento de las tropas en la comunidad Nueva Providencia, la más cercana al centro político de los zapatistas: La Realidad. En esta ruta hay seis campamentos con unos 4 mil militares.

El tercero es la ruta que se inicia en Palenque y finaliza en la zona llamada Marqués de Comillas, perteneciente al municipio de Ocosingo. En ella, de acuerdo con información de las comunidades, se localizan ocho campamentos, en los que habitan unos 4 mil soldados. Palenque y Chancalá son los campamentos más importantes, pero hay dos más: Boca Lacantum y Crucero Corozal, bajo el resguardo de la Marina.

Los otros en importancia se encuentran en la región de Roberto Barrios, Monte Líbano y Taniperlas, uno más en la cañada de Las Tasas; otra de las zonas con fuerte presencia castrense es Amparo Agua Tinta y un corredor más es el ubicado en el valle de Ibarra.

Hace apenas un mes, el Ejército Mexicano llegó a la Cañada del Euseba. Los soldados se apostaron ahí después de realizar ``un servicio social'' al transportar gratuitamente la cosecha de café a la carretera de Guadalupe Tepeyac, en la comunidad de Arrollo Corozal, una de las pocas zonas que mantenían virgen los militares y en donde se presume mantiene su principal campamento guerrillero el subcomandante Marcos.

Las nuevas obras carreteras, estratégicas para el Ejército

Desde 1994, la Secretaría de la Defensa Nacional impulsó la construcción de dos principales carreteras que rodearían las comunidades consideradas zapatistas. El proyecto abarca la terminación de la carretera fronteriza -que va paralela a la de Guatemala-, la cual une a Palenque con Comitán, pasando por dos regiones de vital importancia: Marqués de Comillas y zona de tierra caliente ubicada en Amparo Agua Tinta.

La carretera entre las cabeceras municipales de Ocosingo y Las Margaritas es sin duda la más ambiciosa por su ubicación estratégica, pues atraviesa lo que sería el corazón zapatista.

La mayor parte de sus tramos se encuentran terminados y se mantienen en excelentes condiciones. La falta de dos puentes -uno sobre el rio Jataté y otro sobre el Euseba- tiene aún incomunicados los dos espacios, pero se sabe que esas conexiones serán finalizadas en mayo próximo, es decir, justo dos meses antes de las elecciones federales.