El acuerdo está trabajando bien, opina James Jones
Humberto Ortiz Ť En respuesta a la preocupación de los empresarios mexicanos por la posibilidad de que la revisión del Tratado de Libre Comercio de América del Norte en el Congreso estadunidense pudiese significar ``un alto en el camino'', el embajador James Jones patentizó su seguridad de que el acuerdo continuará en marcha en sus actuales términos.
Aún más, reunido ayer con los integrantes del Centro Empresarial para Asuntos Internacionales (CEMAI) para evaluar el estado de los contactos binacionales, anticipó que la visita del presidente Bill Clinton en marzo, dará prioridad al fortalecimiento de las relaciones comerciales entre Estados Unidos y México.
Aseguró que el gobierno y los inversionistas estadunidenses han dejado de percibir a su vecino como una nación de alto riesgo, y sostuvo que los tratos bilaterales están en uno de sus mejores momentos históricos.
Incluso, garantizó que la afluencia turística crecerá durante 1997 pese a la campaña del Departamento de Estado en demérito del uso de taxis en la capital mexicana debido a los asaltos. Tan sólo el año pasado, observó, hubo 10 millones de visitantes procedentes de su país.
En sesión-comida, el diplomático calificó a los empresarios como un importante factor en el futuro de México y de los tratados bilaterales.
Habló de la visita del presidente Clinton y sostuvo que ``queremos hacer de la relación comercial un clima central de las conversaciones''.
Jones afirmó que el TLC ``está trabajando bien'' para ambas naciones, aunque reconoció que el Congreso estadunidense quiere revisar el tratado. Sin embargo, insistió, ``creo que el NAFTA va a continuar y eso es seguro''. A la pregunta insistente sobre una eventual reapertura de negociaciones, el embajador reiteró: ``Yo no creo''.
Los integrantes del CEMAI, encabezados por Héctor Larios Santillán, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), y Jacobo Zaidenweber, titular del Comité Bilateral México-Estados Unidos del organismo anfitrión del diplomático, evaluaron con su invitado las controversias comerciales que han surgido desde la puesta en marcha del TLC, desde el caso del cemento hasta los más recientes del transporte y las escobas, y llegaron a la conclusión de que los problemas son mínimos en comparación con los resultados favorables del tratado para las dos naciones.
Larios comentó que Jones hizo referencia a la inseguridad en materia de transporte público en la ciudad de México, pero le refutó que no es un fenómeno exclusivo de este país.
Dijo que el mensaje de Jones sobre el tratado aclaró el panorama respecto de lo estipulado originalmente en sus clausulados para hacer un balance al primer semestre de 1997, después de tres años de funcionamiento.
La evaluación, recalcó, es positiva hasta la fecha, no obstante la baja en las importaciones en 1995 debido a la devaluación del año anterior, pero para 1996 crecieron las compras al exterior y ya se registra un aumento de 32.5 por ciento en las exportaciones estadunidenses a México.
Comentó que se busca la posibilidad de que se diriman aquellas dificultades bilaterales que hasta ahora han sido mínimas. También hablaron de seguridad, de los objetivos de la administración Clinton y sus prioridades en educación y salud.
A su vez, Zaidenweber habló de una relación bilateral compleja, plena de detalles que siempre es preciso atender oportunamente. ``El (Jones) siente que la relación es excelente y que la voluntad política del presidente Clinton hacia México es todavía mejor que durante su pasada administración''.
Mencionó que el embajador externó que el gobierno de Estados Unidos concentrará esfuerzos en la iniciativa de las Américas, con mayor fuerza ``que antes'', durante los próximos cuatro años.
Los empresarios preguntaron a Jones si la revisión del TLC que llevará a cabo el Congreso estadunidense podría significar ``un alto en el camino'', y él les confirmó el concepto que se tiene de que es un simple informe del gobierno a los legisladores. El encuentro duró hora y media, y fue de carácter privado.