Pedro Meyer fue premiado por su trabajo en Internet
Adriana Malvido Ť Cuando Pedro Meyer abrió su correo electrónico el pasado 5 de febrero leyó: ``¡Felicidades! Tu sitio Zonezero ha sido nombrado por los editores de la Net Magazine como uno de los `Mejores 100 sitios del Web en todos los tiempos' (Top 100 Web Sites of All Time!)''. Y no sólo eso, continuó leyendo, ``sino que tu sitio está catalogado entre los cinco mejores del mundo en la categoría de Arte.''
Cinco días después, el 10 de febrero, le llegó otro mensaje electrónico a su computadora, esta vez de los editores de Luckman Interactive : ¡Felicidades! Entre más de 150 mil sitios en el Web, nuestros editores han decidido reconocer a Zonezero como el ganador de Luckman Five-Star winner.
Desde entonces, el logo de cinco estrellas, marca de excelencia en el Web para ``los mejores sitios'', podrá verse en este gran rincón virtual de fotografía contemporánea que circula en el ciberespacio.
En lo referente al primer premio, los editores de la revista The Net que aparece desde 1995, informan que de todos los sitios estudiados en el Web encontraron que Zonezero sobresale en tres ``áreas críticas: contenido, mérito estético e inteligencia tecnológica.''
El segundo reconocimiento implica la integración de una reseña especial de Zonezero en la próxima edición --en libro y CD-ROM-- de la bestseller World Wide Web Yellow Pages.
Zonezero apareció en el Web el 16 de septiembre de 1995 con la idea de ofrecer, desde la perspectiva artística, una metáfora del viaje de la fotografía fija analógica a la digital y su rol en el ciberespacio; de la transformación de las imágenes del cuarto oscuro, a las de un cuarto digital donde reinan las infinitas combinaciones de zeros y unos.
Con 25 mil consultas diarias en promedio, Zonezero brinda al visitante virtual varios caminos a elegir: un recorrido por 50 galerías (virtuales) con la obra de un fotógrafo diferente en cada una y un ensayo de presentación para cada autor o bien una revista especializada en el tema con textos de primer nivel.
Contento por los premios, Pedro Meyer reitera: ``Sí, la propuesta es abrir un espacio dedicado a la fotografía y presentar las posibilidades del cambio a la tecnología digital. Algunos me señalan que no todas las fotografías expuestas están hechas digitalmente, es cierto, pero todas están transformadas a formato digital, es decir, ya son digitales para estar en la Red.''
La idea, dice Meyer, es abrir la posibilidad de que se publique y se vea en todo el mundo la obra de fotógrafos que usualmente no tendrían esa distribución o esa presencia. ``¿Cúantas revistas de fotografía en formato de papel pueden distribuirse en 82 países?''.
El sitio no es especialmente sobre fotografía latinoamericana, pero ésta tiene ``preferencia y mayoría'' comenta Meyer. ``No quiero hacer de Zonezero un ghetto de foto latinoamericana, buscamos material de primera línea a nivel mundial, aquí los fotógrafos latinoamericanos se codean con los mejores del mundo y pienso que en alguna medida el espacio es reconocido porque maneja esa calidad universal''.
Crear un sitio en la Red no es, como lo han hecho muchas galerías y museos, recopilar imágenes y presentarlas de una manera aburrida. El chiste, dice ``es darles forma, sustancia, diseño y contenido que lo hagan interesante utilizando los recursos de este nuevo medio. Hay sitios que o son muy superficiales o resultan demasiado complicados tecnológicamente y pierden de vista el objetivo más importante, es decir, que el usuario pueda acceder a un buen contenido. Nosotros en eso nos hemos centrado.''
Fotógrafos suecos, ingleses, argentinos, chilenos, paraguayos, finlandeses, españoles, cubanos, ecuatorianos, franceses, alemanes, estadunidenses y de otros países habitan las galerías virtuales de Zonezero. Entre los mexicanos están Francisco Mata, Eniac Martínez, Yolanda Andrade, Maya Goded y Mariana Yampolsky ``que ha tenido muchísimo éxito''. Y destacados maestros como el alemán Rolf Winquist también tienen su galería.
En cuanto al contenido de la revista, basta mencionar dos ensayos actualmente en Red. Uno es de Max Kozloff sobre la obra de Richard Abedon. El texto, que provocó en Estados Unidos el retiro del mercado del libro que lo publicó, debido a que Abedon amenazó con demandar a la editorial, fue retomado por Zonezero y circula libremente por la Red. Uno más, escrito por Colin Jacobson y censurado en Inglaterra, está publicado en este sitio. Y es que, señala Meyer, ``para nosotros no existe la censura ni dependemos de los anunciantes.''
--¿Qué hace la diferencia, en la experiencia del espectador, entre una revista virtual en Red y una en soporte tradicional?
--Lo que me parece particularmente interesante es el diálogo que se establece entre el lector y el fotógrafo. Todos tienen su correo en el sitio y constantemente entablan comunicación con los lectores, reciben tanto aplausos como críticas, invitaciones a exponer en otros países, gente que quiere saber cómo y por qué hizo tal fotografía, poco a poco empiezan a expresarse ahí todas las inquietudes humanas con respecto al arte y eso sencillamente no se da en ningún otro medio.
Muchas escuelas de fotografía en Estados Unidos, comenta, utilizan Zonezero como biblioteca, como espacio de trabajo desde el cual muchos estudiantes escriben a los artistas haciéndoles preguntas. ``Hemos tenido estudiantes de 12 años que escriben desde Suecia pero también está nuestro visitante más viejo que tiene 93 años.''
Otra característica, abunda Meyer, es que no existe el cierre tradicional; ``si llega algo interesante no tenemos que esperar un mes para el próximo número, lo subimos el mismo día. El factor tiempo es totalmente distinto al de una publicación tradicional. La diferencia en cuanto a costos se refiere es enorme, aquí no existe la reflexión de si usamos blanco y negro o selección de color por límites presupuestales.''
De igual manera se evaporan gastos de mensajería, despilfarro del papel en invitaciones: ``escribo una nota, aprieto un botón y 10 mil gentes en un segundo tienen mi mensaje en todo el mundo, y lo único que me costó fue el tiempo que ocupé en la redacción de la nota.''
Cuando la capacidad de las comunicaciones y la fibra óptica lo permitan, ``vamos a tener galerías construidas virtualmente, con pasillos y muros que serán recorridos por el espectador. Paulatinamente también meteremos sonido, con entrevistas y música ambiental referente al lugar donde fue tomada cada imagen.''
La distribución de la fotografía en el ciberespacio pasa por encima no sólo de la censura sino de los obstáculos burocráticos. Y Pedro Meyer da un ejemplo: ``El libro de la exposición de Trisha, Cercanías distantes, tenía que estar listo para esta noche (miércoles) cuando se inaugurara la exposición. Contiene ensayos de 21 autores de primer orden como Elena Poniatowska, Juan Villoro o Jerry Adams.''
No se trata de que las tecnologías digitales sustituyan al libro, que es muy importante, pero ``le estamos dando vuelta a los obstáculos y eso tiene un valor incalculable.''
Pedro Meyer habla de proyectos a realizarse dentro de Zonezero: la impartición de talleres de fotografía digital a través de la Red y uno más que emprenderán Rubén Martínez y Joe Rodríguez, quienes recorrerán la frontera México-Estados Unidos enviando imágenes y textos diariamente e interactuando con los usuarios con la idea de que hagan el recorrido con los autores.
Además, dice, continuará el programa de dos becas cada seis meses para jóvenes interesados en aprender.
Ya han tenido cuatro becarios mexicanos. Zonezero, advierte Meyer, ``es un servidor mexicano, manejado enteramente por mexicanos aunque físicamente esté ubicado en Los Angeles.''
Y es que la noción de territorio también cambia con las nuevas tecnologías. Y no hay que ir hasta California sino conectarse a la Red y teclear http://www.zonezero.com para alojarse por tiempo indefinido en un sitio fotográfico de cinco estrellas.