La Jornada 16 de febrero de 1997

Madonna: el mundo teme a las mujeres fuertes

Gabriel Lerman, especial para La Jornada, Los Angeles Ť Trae pintado en el rostro el cansancio de una maternidad reciente. Madonna Louise Veronica Ciccone, famosa en el mundo entero como Madonna a secas, ha decidido interrumpir su trabajo de madre 24 horas al día para hablar sobre Evita, el filme que promete transformarla de una vez y para siempre en la actriz respetada que quiso ser.

No niega, a pesar de haber aparecido en más de una docena de películas, que su suerte en el cine ha sido apenas mediocre: ``Espero que Evita sea el primero de una larga serie de buenos papeles en el cine'', comenta, aunque admite saber que le será difícil encontrar algo que esté a la altura del protagónico en el primer musical que Hollywood ha producido a gran escala en muchos años.

Convocada tres veces para ser protagonista a lo largo de los 16 años que llevó transformar el musical de Andrew Lloyd Weber y Tim Rice en largometraje, la diva de la música pop no tuvo ningún problema para rebajarse a escribir una larguísima carta suplicándole a Alan Parker que la tomaran en cuenta.

Parker fue otro que alguna vez vio cómo se le iba el proyecto de las manos y luego fue el elegido para concretarlo: ``Es que era un gran papel para interpretar. Ella era una mujer increíble. Yo sabía que iba a ser un gran desafío para mí, y eso era lo que buscaba'', define Madonna sin hesitar.

Hablando de Eva Duarte, pero también de ella misma, la cantante convertida en actriz afirma que el mundo no ha cambiado tanto desde 1946, y agrega que la sociedad occidental todavía se pone nerviosa cuando una mujer tiene demasiado poder en sus manos: ``El mundo le tiene miedo a las mujeres fuertes. ¿Por qué la opinión pública se siente irritada contra ellas? Supongo que ésa no es la forma en la que estamos acostumbrados a ver a las mujeres. La gente se siente más cómoda con las mujeres que se someten y que son muy maternales. Y que son muy suaves, muy vulnerables, sin demasiadas opiniones y con una educación que deje bastante qué desear. Creo que va a pasar un largo tiempo hasta que nuestra sociedad se sienta cómoda con una mujer que es exactamente lo contrario de todo lo que he dicho antes''.

Huérfana de madre desde los seis años y criada por un padre estricto que la paseó por las casas de sus parientes mientras iba creciendo, Madonna siempre entendió a la perfección la forma de pensar de Eva Ibarguren --Eva Perón--, la hija ilegítima de un patrón de estancia y una sirvienta, que logró llegar por mérito propio a la cima del poder político argentino.

``Yo me puedo identificar con muchas cosas de ella. Me puedo identificar con su coraje, con su valentía. Ella, que era una muchacha muy pobre, sin educación formal, triunfó en la gran ciudad. Pudo hacer algo importante con su vida, influenciando a millones de personas. Ella empezó desde abajo, de la nada. Y en ese sentido, nos parecemos notablemente.''

Madonna, sin embargo, pudo acceder a cosas que Eva Duarte no tuvo. Fue una estudiante brillante en la escuela secundaria, donde obtuvo las máximas calificaciones en todas las materias, haciéndose tiempo para estudiar piano y ballet. Tras intentar suerte en la Universidad de Michigan con una beca, se lanzó a Nueva York con apenas 35 dólares en su bolsillo. Tras cuatro años de ganarse la vida bailando, tocando batería y posando desnuda para fotógrafos, Madonna consiguió un contrato para grabar su primer álbum, y lo que sigue ya es sabido por todos.

Multimillonaria y famosa, la cantante pop y actriz asegura que ya nada será igual para ella después de Evita: ``Trabajar en este filme hizo que me volviera más humilde'', dice con gesto sincero, y agrega: ``Me llevó dos años hacer esta película, y todo mi sudor, mi sangre y mis lágrimas han quedado en ella. Al mismo tiempo que filmaba el proyecto más importante de mi vida, un niño crecía en mi interior. Las cosas más extrañas se estaban dando en mi vida, todas al mismo tiempo. Fue una experiencia mágica. Creo que todas esas cosas me cambiaron para siempre. Nunca volveré a ser la misma Madonna de antes de Evita...

--Este es probablemente el mejor papel que te podría haber tocado, ¿lo sientes de la misma manera?

--No. Espero que no sea el mejor papel que haya podido hacer, sino el primer gran papel de todos los que voy a hacer en mi carrera...

--¿O sea que la gran pregunta es si vas a poder encontrar un papel mejor que éste en el futuro?

--Es cierto, ésa es la gran pregunta...

--¿Tienes miedo de no encontrarlo?

--La verdad, sí. Pero no es un miedo que me paralice. Es un miedo que cualquier persona en mi posición tendría. Cuando haces algo que consideras te ha salido muy bien, tiendes a pensar que nunca volverás a hacer algo tan bueno. Muchas veces cuando escribo y una canción me sale muy bien, pienso: ``Esta es la última gran canción que voy a escribir en mi vida. A partir de ahora todo será decadencia''. Es un miedo irracional, pero entendible.

--¿Te sorprendió de algún modo toda la controversia que se generó alrededor tuyo en Argentina?

--Una nunca puede terminar de acostumbrarse a la controversia.

--Sin embargo, daría la sensación de que estás absolutamente acostumbrada a generar esa controversia...

--Bueno, no es cierto. Nunca voy a terminar de acostumbrarme, porque cada vez se generan controversias mucho más agudas a mi alrededor de las que había vivido anteriormente. La gente nunca deja de asombrarme. Y yo creo que es mejor que sea así. Me sentiría muy mal si ya me diera lo mismo si se genera o no. Creo que es importante que la controversia me siga molestando.

--¿Te sentiste identificada con tu personaje cuando canta: ``¿Quién va a subestimar ahora a la actriz?'' ¿Crees que estabas hablando sobre ti, porque has sido tan subestimada como actriz en el pasado?

--Sí. Sentí que muchas frases en las canciones aludían a mí, como cuanto canto: ``Yo nunca invité a la fama y a la fortuna a que formen parte de mi vida''. En las letras de las canciones hay muchos momentos poéticos, y me podía identificar totalmente con lo que escribieron Tim Rice y Andrew Lloyd Weber. Es muy extraño. Pero, por otro lado, no estaba de acuerdo con muchas cosas que decía mi personaje en la película.

--¿Cómo fue tu encuentro con el presidente Menem?

--Fue fabuloso y muy excitante. Pero fue muy clandestino y tenía absolutamente prohibido contarle a nadie que lo había visto. Por supuesto ahora lo estoy contando. Me han dicho que todo el mundo está muy enojado conmigo en Argentina, así que me han puesto otra vez en penitencia. Di muchísimas entrevistas a los periodistas locales, entrevisté a muchísima gente estando allí y de alguna manera me fui metiendo en el círculo de los amigos del presidente. Debo aclarar que en Argentina todo el mundo te dice que es amigo del presidente, por lo que tuve que aprender a discernir quiénes eran los verdaderos y quiénes los falsos. Me llevó un largo tiempo. Finalmente conocí al que juega golf con Menem, y él me prometió que iba a organizar un encuentro con él. Nos seguimos viendo y él me seguía prometiendo que iba a concretar el encuentro pronto. Yo pensé que me estaba tomando el pelo. Pero finalmente lo pudimos concretar. Salimos en un auto. Yo estaba tirada en el piso y una chica vestida igual que yo se bajó para engañar a los paparazzi. Así fue como pudimos llegar hasta un aeropuerto privado, donde me subí a un helicóptero. Allí me esperaba este hombre y con él volé hasta una isla en la costa argentina. Menem estaba allí de visita, en la casa de un amigo. Para decirte la verdad, no tengo la menor idea de dónde estuvimos. Y así fue como me encontré con él.

--¿Crees que Perón fue un adelantado a su tiempo al darle una parte de su poder a una mujer?

--Yo creo que él sabía el valor que puede tener una mujer. El era un hombre muy inteligente, y se dio cuenta que si le daba a las mujeres el derecho al voto iba a tener más gente que votara por él. Pero, por otro lado, él se sintió atraído por una mujer muy fuerte, y se casó con ella. En ese sentido le tengo respeto.

--¿Sigues interesada en filmar la vida de Frida Kahlo?

--En algún momento estaba muy interesada, pero ya no, porque hay demasiada gente que ha anunciado que va a hacer una película sobre ella, y yo no quiero ser una más, eso es todo.

--¿Te gustaría dirigir?

--Me encantaría...

--¿Actuarías al mismo tiempo o solamente dirigirías?

--No, por ahora me planteo solamente dirigir. Compré los derechos de un libro que se llama Going down, y trata sobre una muchacha que quiere convertirse en actriz y se inscribe en la Universidad de Nueva York. No tiene dinero, y para poder mantenerse y pagar sus clases de teatro se convierte en prostituta.

--¿Te sorprende que todo lo que tenga que ver con tu vida venda tanto?

--Bastante. Si quieres que una autobiografía sea un best seller, basta con que haya un capítulo en el que esa persona cuente sus relaciones sexuales conmigo. Va a vender millones, estoy segura...