A María Elena, In Memoriam
Cayó Abdalá Bucaram no por alegre, sino por neoliberal. Su estilo personal de gobernar no logró despistar al pueblo ecuatoriano; detrás del anecdotario buscaba imponer lo mismo que sus colegas en Argentina, Brasil, Colombia, Nicaragua, El Salvador, Guatemala o México en forma seria. El Loco no fue un apodo ganado por sus alegres formas, sino por la ezquizofrenia de su gobierno: llegar con promesas de beneficio social y al llegar, aplicar el paquetazo económico de ajuste económico bajando salarios, reduciendo presupuesto social y aumentando precios; es decir, ofrecer ``bienestar para tu familia'' y luego lo contrario. Sin embargo, los verdaderos locos no son Bucaram (que es grotesco, pero no original), sino el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo y el Departamento del Tesoro que vienen dictando paquetazos en el resto de los países latinoamericanos, excepto en Cuba.
Dos millones de ecuatorianos movilizados pacíficamente barrieron con las locuras de estos organismos internacionales, poniendo un candado a la clase política ecuatoriana: el neoliberalismo no pasará.
La caída de Bucaram es un precedente de ruptura mediante la insurgencia popular que aquí existió en 1988 previniendo la consolidación de los Locos en el poder. En el caso de México y Ecuador, podríamos establecer algunas diferencias y coincidencias:
* En Ecuador cae Abdalá Bucaram por el paquetazo de ajuste económico. En México llevamos por lo menos ¡nueve super paquetazos! desde Miguel de la Madrid, pasando por los Pactos de Salinas, hasta el último de Zedillo...y no pasa nada.
* En Ecuador no se la perdonaron y en patriótico acto le gritaron: ¡que se vaya! En México todos los partidos, las cúpulas empresariales, obreras y de la sociedad civil están comprometidos con ``la gobernabilidad''.
* En Ecuador el paquetazo unió y movilizó al 90 por ciento del pueblo. En México, además del ajuste, pagamos por adelantado, y la única movilización aceptada es la electoral (siempre y cuando se comprometa con la gobernabilidad).
* En Ecuador Bucaram retrocede ante la reacción popular. En México, al contrario, se reafirma: ``es el único camino'', ``toda la fuerza del Estado'', ``la reforma política definitiva'', ``entramos en la recuperación'', ``vota por la paz'', etcétera.
* En Ecuador el presidente grabó canciones, les bajó las bastillas a las muchachas y declaró la guerra al rock y el pelo largo de los jóvenes. En México, el presidente boleó zapatos, habló caló con las bandas y tiró las peticiones de ciudadanos al bote de la basura luego de recibirlas y prometer contestarlas.
* En Ecuador en dos días existieron tres presidentes. En México desde 1994 hay dos.
* En Ecuador el presidente metió a su hijo como integrante del equipo Barcelona de futbol (el más popular). En México, el primer mandatario nombró a un lépero como presidente del partido para que hablara por él.
* En Ecuador, el Congreso destituyó al presidente por las consecuencias del paquetazo económico. En México, el Congreso lo aprueba dócilmente y le aplaude.
* En Ecuador fallaron los partidos, avanzó el pueblo. En México, luego de pagar por adelantado, viene Clinton a reconocer por adelantado el triunfo del PAN y a inaugurar la alternancia con bipartidismo.
* En Ecuador prepararon dos paros cívicos para impedir el ajuste. En México se preparan candidaturas para los 4 mil nuevos empleos de la clase política.
* En Ecuador se fue Bucaram por grotesco. En México, por su identidad ideológica, sin cantar ni bailar, sería fiscal o presidente del PRI.
* En Ecuador, Bucaram fue acusado de entreguista en su visita a Perú. En México, los asuntos internos se ventilan en los jurados de Estados Unidos... y ya no pasa nada.
* En Ecuador hay corrupción y el pueblo se hartó; en México está incluida como parte del pacto de transición y gobernabilidad.
* En Ecuador hay una guerra no declarada con Perú; en México hay muchas y nadie las reconoce.
* En Ecuador la gente sabe lo que no quiere; en México también nos gustan las sorpresas.
* En Ecuador destituyeron al Loco. En México la oposición busca pactar con ellos, porque los cree eternos y porque no confía en la capacidad del pueblo.