Zedillo: los indios no quieren una ley que los aparte
Rosa Elvira Vargas y Gustavo Castillo Ť Las comunidades indígenas no quieren una reforma legal que las aparte de la nación mexicana ni que los regrese a un pasado de exclusión o de tutela o los lleve a un futuro de paternalismo y pasividad. Desean una ley que haga explícitas sus garantías y prerrogativas como mexicanos de pleno derecho que son, aseguró el presidente Ernesto Zedillo.
Anunció además que este año los pueblos indios recibirán una asignación presupuestaria de 5 mil 950 millones de pesos para los diversos programas de desarrollo social y productivo.
El Presidente enfatizó en que la política social no se impulsa para el lucimiento personal, para medrar con las aspiraciones del pueblo ni debe usarse como una táctica para vender ilusiones.
Durante la presentación del programa 1997 de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedeso), el jefe del Ejecutivo informó que el gasto social de la Federación será de 277 mil 420 millones de pesos, cifra que significará la más alta proporción del gasto programable en la última década, pues representará 9 por ciento del producto interno bruto (PIB) estimado para este año.
De acuerdo con su estimación, el gasto social absorberá 56 centavos de cada peso del presupuesto federal y representará un crecimiento de 9.3 por ciento en términos reales. Al respecto cabe precisar que de acuerdo con las cifras oficiales, el cierre previsto en 1996 en materia de gasto social fue de 212 mil 539.8 millones de pesos.
También dijo Zedillo que el 30.7 por ciento de toda la inversión pública federal de este año, se destinará a mejorar y extender la infraestructura física para el desarrollo social, y que a la superación de la pobreza se canalizará el 12.8 por ciento de la inversión física total. Indicó que los programas y organismos del ámbito de la Sedeso ejercerán un presupuesto cercano a los 18 mil millones de pesos.
Se refirió también al Programa de Alimentación, Salud y Educación (PASE) que se desarrollará entre las secretarías de Desarrollo Social, Salud y Educación Pública y que comenzará a ser aplicado en doce estados con una erogación de mil 350 millones de pesos.
Sobre el llamado Ramo 26, correspondiente al gasto para la superación de la pobreza, dijo que el 65 por ciento del total (8 mil 200 millones de pesos) será manejado directamente por los municipios con la participación de las comunidades y se asignó a lo que se conoce como Fondo de Desarrollo Social Municipal.
Hoy que la economía empieza a recuperarse ``podemos y habremos de dar un nuevo impulso a todas las vertientes de la política social'', ofreció.
En una ceremonia realizada en los jardines de la Sedeso, en avenida Constituyentes, con notoria ronquera el presidente Zedillo se quejó del frío y reclamó al secretario Carlos Rojas que no haya mandado a ``calentar el lugar'', y de inmediato comentó a los funcionarios y empleados de la dependencia ahí reunidos: ``Perdón, no es su culpa (de Rojas), esta gripa la tengo hace dos días''.
Al abordar la cuestión indígena, Zedillo reiteró que la reforma a la Constitución y las leyes en esta materia debe darse preservando la integridad del territorio nacional, la unidad de todos los mexicanos, con cabal igualdad ante la ley, garantía de respeto a tradiciones y prácticas comunitarias, impulso al desarrollo de su cultura, cultivo de sus lenguas y reivindicación a sus derechos y justas demandas.
``Seguiré sosteniendo que esa reforma es muy necesaria'', destacó, y dijo que en el diálogo con las comunidades indígenas ha comprobado que aquéllas no buscan reformas que los aparten de la nación, que los regresen a un pasado de exclusión ni de tutela o las lleven a un futuro de paternalismo y pasividad.
Desean una reforma, sintetizó, para que se escuche su voz de igual a igual, con todas las voces de los mexicanos; para que se vea su organización y se sientan sus enormes capacidades y su trabajo. ``Ese es el sentido de la reforma con la que estamos comprometidos'' y al que están orientadas todas las tareas del desarrollo social que se realizan en las comunidades indígenas.
Más adelante postuló que la política social de su gobierno es federalista, integral y participativa. Con la política social, afirmó, se contribuye a vencer el centralismo que avasallaba a los municipios y a los estados y que parecía sujetarlos a una espera pasiva y permanente de decisiones adoptadas en la capital de la República.
Insistió entonces en que los programas de política social no se aplican para beneficiar o perjudicar a ningún partido político ni a organización social alguna. Todos los órdenes de gobierno, enfatizó, están obligados a trabajar para toda la población sin distinciones ideológicas, partidistas o de otra especie.
Rojas: el gobierno no ha visto por los banqueros sino por los mexicanos
El secretario de Desarrollo Social, Carlos Rojas, consideró que están equivocados quienes se quejan de que el gobierno federal ha destinado más recursos a la salvación de los bancos y no a la ayuda de los pobres. ``El gobierno no ha visto por los banqueros sino por el ahorro de los mexicanos'', advirtió.
Entrevistado antes de participar en un foro sobre la pobreza que se realizó en la Universidad Iberoamericana, Rojas Gutiérrez aseguró que en 1997, los recursos de la política social estarán a salvo de intereses electorales y que de detectarse algún uso indebido de esos fondos se castigará a quien resulte responsable.
Agregó que los opositores del rescate a los bancos tienen razón en el sentido de que se trata de una inversión sustantiva, pero justificó esta medida al señalar que si el gobierno no hubiera actuado, millones de mexicanos hubieran perdido su ahorro.
Minutos antes, el perredista Graco Ramírez había afirmado que la actual administración repitió el Programa Nacional de Solidaridad, pero que ahora sus beneficios no los destinó a los pobres sino a los banqueros. ``Un Pronasol para los ricos'', resumió el legislador durante su participación en el foro universitario.
Rojas negó que el dinero del Ramo 26 sea destinado con criterios electorales o partidistas y señaló que la mejor prueba de ello es que los recursos se reparten según las necesidades de cada municipio, y que la información de estas acciones se da a conocer públicamente. Dijo que la dependencia a su cargo está dispuesta a comprobar ante personas, instituciones y organismos civiles, que en realidad se aplica el presupuesto destinado a la población marginada, en especial el correspondiente al Ramo 26. (Claudia Herrera Beltrán)