Consejo de guerra y pena capital, demanda en círculos castrenses
Rosa Icela Rodríguez Ť En las filas del Ejército Mexicano existe consenso acerca de que el general Jesús Gutiérrez Rebollo es acreedor a la pena de muerte por poner en peligro la seguridad nacional de México, debido a su traición a la patria, complicidades y delitos en una guerraÉ en la guerra contra el narcotráfico, señalaron fuentes militares consultadas por La Jornada.
Tras la consignación del ex comisionado del INCD por presuntos ilícitos de engaño a sus superiores, defraudar la confianza, atentar contra la seguridad nacional y recibir importantes cantidades de dólares provenientes del narcotráfico, fuentes cercanas a la investigación militar informaron que las pesquisas se remontan a los tiempos en que Gutiérrez Rebollo era coronel en la región militar de Mazatlán, donde habría comenzado sus vínculos con el narco.
Asimismo, reivindicaron el derecho de las autoridades castrenses de realizar un juicio militar al general Gutiérrez, ``debido a que sólo pidió licencia pero nunca perdió el grado de general ni dejó de pertenecer a las fuerzas armadas''.
Otro argumento para juzgar militarmente a Gutiérrez Rebollo, es sobre su desempeño en el Ejército. ``La principal razón es que es narco estando en servicio. Ocupando cargos desde que era coronel hasta general de división''. Precisaron que el delito de traición a la patria está contenido en el artículo 203, título sexto, capítulo I, del Código de Justicia Militar, que refiere los pormenores de los ilícitos que se sancionan con la pena de muerte.
Explicaron que ``si el fuero de guerra comprueba la comisión de un delito en forma continua, deben aplicársele las penas militares'', y dijeron que por el momento se llevan dos procesos, el relativo a la violación del fuero federal como servidor público y el que se relaciona con el fuero militar. Pero la decisión de saber quién le impondrá el juicio --por la acumulación de delitos-- está en manos de los máximos tribunales del país. Sin embargo, aclararon que no se le puede juzgar dos veces por el mismo delito; al final sólo habrá una sentencia.
En ese sentido, las fuentes militares consultadas subrayaron el derecho de las fuerzas armadas para juzgar al acusado y hacerlo acreedor a la pena de muerte.
Además destacaron ``la indignación y coraje'' que existe entre el alto mando castrense por la actuación de Gutiérrez Rebollo, ya que debido a su proceder presumen que a la gente que le estorbaba o no cumplía sus órdenes la pudo haber mandado matar. Por lo cual se investiga ``cuántos compañeros militares murieron y cuántos homicidios debieron haber ocurrido de civiles''.
Sin embargo, confiaron en la actuación, probidad y reciedumbre del general Enrique Cervantes Aguirre para imponerle la sanción que se merece, y dijeron que existe simpatía de que un traidor pague sus delitos con la muerte.
Consideraron que al entrar a Almoloya el Ejército considera que será juzgado por la vía civil, pero aclararon que fue internado en ese penal porque ``intentó suicidarse''.
Aclararon que la pena de muerte no es muy común, y la última vez que se consignó a alguien con pena de muerte fue hace algunos meses. Se trató de un capitán que mató a un subordinado. Esto no se hizo público, pero en ese caso se le conmutó la pena máxima por cadena perpetua. La conmutación de la pena sólo puede otorgarla el Presidente de la República.
Precisaron que el Consejo de Guerra, previsto en el artículo 635 del Código de Justicia Militar, es un procedimiento previo al juicio militar y que en el Campo Militar Número Uno opera un Consejo en forma permanente.