La Jornada 21 de febrero de 1997

Disgusto en EU; su cooperación con México, a revisión

Jim Cason, corresponsal, Washington, 20 de febrero Ť El secretario de Relaciones Exteriores, José Angel Gurría, llegó hoy a esta capital para analizar la próxima visita del presidente Bill Clinton a México, pero los encuentros que mantuvo estuvieron marcados por el ``disgusto'' y el ``malestar'' de funcionarios estadunidenses por el manejo del arresto del general Jesús Gutiérrez Rebollo, y por no haber sido notificados oportunamente de sus presuntos nexos con el narcotráfico.

La embajada de México informó que el canciller se entrevistó con el subsecretario de Estado para Asuntos Políticos, Peter Tarnoff, el asesor especial de Clinton para América Latina, Thomas McLarty y con la procuradora general Janet Reno.

El titular de la SRE habría propuesto añadir un tercer día al itinerario de Clinton en México, programado para abril próximo.

No obstante, la programada agenda de Gurría se vio rebasada por el escándalo que provocó el arresto del general Gutiérrez Rebollo. De acuerdo con la embajada mexicana, durante el encuentro con el canciller, Reno expresó su preocupación por la destitución del general, hizo un reconocimiento a la rapidez y transparencia con la que el presidente Ernesto Zedillo dio a conocer la inmediata remoción del titular del INCD y todos los detalles con que contaba el gobierno mexicano en ese momento.

Gurría subrayó a Reno que ``la fuerza de las instituciones y la calidad de la relación entre ambos países permite superar este tipo de incidentes que, no dejamos de reconocer, son de extrema seriedad''.

Altos funcionarios gubernamentales estadunidenses indicaron que hubo un tono más severo durante los intercambios con Gurría. ``Es justo decir que se produjeron intercambios bastante francos'', dijo una de esas fuentes.

``Obviamente, esto es un asunto que causa una fuerte preocupación al gobierno estadunidense'', añadió el vocero del Departamento de Estado, Glynn Davies. ``Y dimos un importante paso hoy con el hecho de la oportuna visita a esta capital del secretario Gurría para invitarlo a que hablara de esto (el arresto de Gutiérrez Rebollo) con nosotros''.

Davies añadió que un tema de la reunión con Gurría y Tarnoff de este jueves fue la demora de México en notificar a Estados Unidos sobre sus sospechas en torno al general Jesús Gutiérrez Rebollo.

El vocero de la Casa Blanca, Mike McCurry, se refirió en términos bruscos y poco diplomáticos al contenido de las reuniones oficiales con Gurría: ``El canciller mexicano estaba aquí, como podrían imaginarse, para recibir nuestras opiniones sobre el asunto del general Gutiérrez Rebollo. Obviamente, el gobierno de Estados Unidos describió, en términos muy firmes, nuestro descontento y nuestra preocupación en torno a la corrupción que aparentemente ha llegado a niveles tan altos dentro del gobierno mexicano''.

McCurry reconoció que el propósito original de la visita de Gurría era la gira del presidente Clinton a México, pero reiteró que Estados Unidos utilizó esta oportunidad ``para expresar el malestar y el disgusto del presidente Clinton por estos hechos''. Luego de confirmar las reuniones del canciller mexicano en el Departamento de Estado y en el de Justicia, el vocero de la Casa Blanca añadió que ``el mensaje fue el mismo en todos los lugares, y la preocupación por la integridad de nuestros esfuerzos de seguridad pública y nuestros mutuos esfuerzos para erradicar el narcotráfico fueron los temas principales en las agendas''.

La Casa Blanca ha estado particularmente preocupada porque Gutiérrez Rebollo fue recibido en la Presidencia y calificado hace sólo tres semanas por el zar antidrogas Barry McCaffrey como ``un hombre honesto''.

El vocero presidencial rehusó discutir el por qué los servicios de inteligencia estadunidenses no habían detectado los aparentes vínculos del ex titular del INCD con el narcotráfico.


Jim Cason, corresponsal, Washington, 20 de febrero Ť El gobierno estadunidense está revisando todos sus acuerdos para compartir información de inteligencia con México, y particularmente la totalidad de los datos que pudo haber conocido el destituido general Jesús Gutiérrez Rebollo, a fin de evaluar qué fuentes, informantes e información confidenciales podrían haber llegado a narcotraficantes, informaron hoy la procuradora general, Janet Reno, y otros altos funcionarios del gobierno del presidente Bill Clinton.

Según funcionarios de las agencias de seguridad pública estadunidenses, Washington habría otorgado a Gutiérrez Rebollo información sobre campañas de interdicción en la frontera, estrategias contra los narcotraficantes, datos de inteligencia sobre las redes de distribución globales de cocaína y zonas de interés para agencias federales encargadas del combate al narcotráfico.

A fin de tratar de evaluar los potenciales daños causados por Gutiérrez Rebollo, la procuradora Janet Reno declaró hoy que se están revisando los tipos de información que podrían haber sido compartidos con México, el tipo de fuentes de inteligencia o agentes que podrían haber sido afectados por las acciones de Gutiérrez Rebollo, y evaluar por qué Estados Unidos no supo con anticipación de los nexos de Gutiérrez Rebollo con el narcotráfico.

Durante una conferencia de prensa este jueves, Reno rehusó responder a preguntas específicas sobre la evaluación que realiza el Departamento de Justicia (a cuyo cargo están el FBI y la DEA, entre otras agencias), aunque reiteró la posición de su gobierno de que los hechos ``son muy decepcionantes para mí''. Sin embargo, insistió que el gobierno mexicano actuó con rapidez, algo que, dijo, le satisfizo.

El presidente Clinton declaró este jueves que el caso --la detención del general Gutiérrez Rebollo-- es ``profundamente preocupante'' para el pueblo estadunidense, y un vocero del Departamento de Estado expresó su frustración porque Washington no fue notificado cuando el general fue colocado bajo sospecha, el 6 de febrero.

``Pueden estar seguros de que esto continuará al máximo nivel de nuestra agenda'', dijo hoy Clinton al comentar sobre el arresto. ``Y cuando nos reunamos (con representantes del gobierno mexicano) en un no muy distante futuro, hablaremos más sobre esto''.

Al preguntarle si el caso del destituido titular del INCD impactará su decisión sobre la certificación, Clinton respondió que las revelaciones son preocupantes porque se pensaba que las fuerzas armadas eran un contrapeso efectivo a la corrupción dentro de la policía. ``Pero por otro lado, no han jugado (los mexicanos) con esto (la detención de Gutiérrez Rebollo). Cuando el Presidente (Ernesto Zedillo) lo descubrió, realizó una fuerte acción, fue pública y no de disculpa. Esto me alientaÉ Pienso que esto pesa en ambos lados sobre el tema de la certificación''.

Certificación, en juego

El arresto de Gutiérrez Rebollo provocó que varios legisladores iniciaran un intenso cabildeo para que la Casa Blanca no certifique al gobierno mexicano por su cooperación en la lucha contra el nar-cotráfico. Ahora, los legisladores están proponiendo que sólo por razones de ``seguridad nacional'' México no sea descertificado. Estos argumentos, promovidos por la senadora demócrata por California, Dianne Feinstein, entre otros, son endosados por funcionarios de las agencias de seguridad pública estadunidense involucrados en el proceso de certificación.

Los anuncios sobre las certificaciones se harán el próximo jueves y hoy Clinton dijo que aún no había recibido las recomendaciones formales de la secretaria de Estado, Madeleine Albright. No obstante, versiones que circulan en esta capital indican que la DEA está recomendando la no certificación de México, mientras la Oficina Antinarcóticos del Departamento de Estado apoya el argumento de otorgar un pase por razones de seguridad nacional, y el zar antinarcóticos de la presidencia, general Barry McCaffrey, está a favor de una plena certificación.

Ninguna de estas agencias estuvieron dispuestas a confirmar sus recomendaciones a La Jornada, pero la mayoría considera que prevalecerá la opinión del general McCaffrey.

Las críticas más severas a México provinieron hoy de nuevo del Departamento de Estado. El vocero de esa dependencia, Glynn Davies, reconoció la rápida acción del gobierno en el arresto y destitución de Gutiérrez Rebollo, pero agregó que el hecho ``subraya el nivel hasta el cual (la corrupción a alto nivel) es un problema en México''.

La Oficina Nacional de Políticas de Control de Droga de la Casa Blanca y su titular Barry McCaffrey en particular, fueron criticados durante reuniones de varias agencias federales esta semana por el volumen de información de inteligencia que fue compartido con el general Gutiérrez Rebollo. Un alto funcionario declaró al diario The Washington Post que al INCD ``le fue otorgada mucha información muy sensible'', y otra fuente gubernamental indicó a este diario hoy que ``ninguna agencia ha compartido tanta cosa secreta con México como la oficina de McCaffrey''.


David Aponte Ť La cancillería, la Procuraduría General de la República (PGR) y los altos mandos del Ejército estudian la pronta reubicación y protección de los 51 miembros de la agencia antidrogas de Estados Unidos (DEA) que operan en México, debido a que el general Jesús Gutiérrez Rebollo posee información clasificada sobre sus nombres y desempeño en territorio nacional, informaron ayer fuentes gubernamentales mexicanas.

El gobierno de Washington pidió al procurador Jorge Madrazo Cuéllar salvaguardar la integridad física de los elementos de la corporación distribuidos en el Distrito Federal y cinco estados de la República mexicana. El miércoles pasado, el embajador James Jones visitó al nuevo titular de la PGR para tal efecto, indicaron.

De acuerdo con la información recabada, la oficina del zar antidrogas de la Casa Blanca, la DEA y la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) compartieron información de las más alta importancia con el militar mexicano, acusado de tener nexos con el narcotráfico, lo que pone en riesgo la estrategia conjunta contra los cárteles transnacionales de la droga.

En la reunión plenaria del Grupo de Contacto de Alto Nivel celebrada los días 10 y 11 de diciembre de 1996 en Tlatelolco, los representantes mexicanos y estadunidenses intercambiaron datos sobre los operaciones antidrogas, los eventuales movimientos de los jefes de las mafias, las investigaciones de la DEA en México, la localización de las pistas clandestinas y un listado de los principales traficantes de armas, precisaron.

El general Gutiérrez Rebollo, presunto protector del cártel de Juárez, encabezado por Amado Carrillo Fuentes, también obtuvo los datos de los 39 agentes y 12 administrativos de la DEA que operan en territorio mexicano y los informes de sus actividades mensuales que presentaron ante la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), indicaron.

Desde octubre de 1992, las dependencias del Ejecutivo mexicano aprobaron la distribución geográfica de los elementos de la DEA en el Distrito Federal y en cinco estados de la República mexicana. En la actualidad, los 39 agentes están ubicados en la siguiente forma: tres en funciones directivas en la embajada de Estados Unidos; 14 en la ciudad de México; cuatro en Guadalajara, Jalisco; tres en Mérida, Yucatán; cinco en Hermosillo, Sonora; cinco en Mazatlán, Sinaloa, y cinco en Monterrey, Nuevo León.

En las nuevas reglas aprobadas a mediados de 1992, la SRE aceptó que los elementos de la agencia estadunidense tuvieran inmunidad diplomática y facultades para ofrecer capacitación a policías mexicanos en materia de intercepción, inteligencia e investigación, sin la posibilidad de participar en ``enfrentamientos armados, persecución y detención de presuntos narcotraficantes''.

Asimismo, determinó que los responsables de la DEA en México tendrían que presentar un informe mensual de sus actividades en territorio nacional al Centro de Planeación para el Control de Drogas.

Las fuentes del gobierno mexicano consultadas explicaron que las dependencias involucradas en la lucha contra el narcotráfico, la SRE y la PGR, y la Secretaría de la Defensa Nacional, estudian la redistribución y protección de los 51 elementos de la DEA que operan en México, después de la detención del ex comisionado del Instituto Nacional para el Combate a las Drogas (INCD), Jesús Gutiérrez Rebollo.

``No queremos que corran peligro sus vidas, los operativos y la información compartida. Por ello, las dependencias mexicanas analizan todos los datos que obtuvo el ex titular del INCD, para después tener un acercamiento con las autoridades estadunidenses'', mencionaron.

Según las mismas fuentes, la cooperación bilateral antidrogas continuará y las reuniones plenarias del Grupo de Contacto de Alto Nivel seguirán conforme a lo planeado: la primera sesión de 1997 tendrá lugar en la ciudad de Washington en el primer semestre del año.