Michoacán: alcaldes perredistas piden a Zedillo más recursos
Elena Gallegos, enviada, Lázaro Cárdenas, Mich., 21 de febrero Ť En lo que fue la segunda y última etapa de su recorrido por esta entidad, el presidente Ernesto Zedillo visitó cuatro municipios gobernados por alcaldes de origen perredista, quienes no tuvieron ningún empacho en darle una cálida bienvenida al mandatario para luego presentarle una larga lista de carencias y decirle que, frente a la magnitud de las necesidades, los recursos resultan insuficientes.
Por eso, Zedillo destacó la civilidad de los encuentros y señaló que es estimulante para la democracia en México que aquí ya no reine, como ocurrió antes, ``el enfrentamiento, el encono y la división política''.
Enseguida, el jefe del Ejecutivo federal convino en que ``una cosa son las campañas políticas en las que los partidos pueden usar los argumentos que quieran para ganar la confianza de la ciudadanía, pero una vez que somos autoridades gobernamos para todos sin distingos. Esa es la regla en México, porque todos queremos una nación que sea plenamente democrática''.
La gira comenzó en este lugar, para el que hace un cuarto de siglo el echeverrismo concibió un boyante futuro. Con la instalación de la siderúrgica --Zedillo recordó que uno de sus primeros trabajos en la administración pública fue participar en ese proyecto--, se preparaba a Lázaro Cárdenas como una importante zona industrial, pero ahora, 25 años después, son muchos y graves los problemas que enfrenta la ciudad.
El alcalde, Rafael Melgoza Badillo, habló de los apoyos que la Federación le ha brindado a este municipio a través del ramo 26 --programa para la superación de la pobreza-- y detalló las obras que con esas aportaciones se han hecho; sin embargo, aseguró que son ``particularmente'' insuficientes los recursos y que la situación se agudiza por las deudas que se han heredado de muchas administraciones anteriores.
También, el alcalde Melgoza informó con detalle al primer mandatario de lo ocurrido con el pago del impuesto predial que debían a su ayuntamiento Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE). En agosto pasado, Melgoza le había expuesto el problema a Zedillo y éste había solicitado a las empresas mencionadas que el problema se arreglara.
``La única que se acercó a la administración municipal --contó el alcalde-- fue la CFE, y hay que reconocer que cubrió, aunque de manera parcial y a su arbitrio, el adeudo. No sucedió lo mismo con Pemex''.
Entonces Melgoza explicó cómo está la situación y los argumentos jurídicos que esgrime la paraestatal para no liquidar el adeudo, y dijo que su administración se sometía al arbitrio federal para resolver el conflicto.
Ernesto Zedillo convino con él, sobre este asunto (ya hay un juicio de garan- tías), que aunque existe una controversia de tipo jurídico, el gobierno federal intervendrá ``antes de que el pleito jurídico se haga más grande, para que se llegue a un acuerdo en beneficio de su ciudad''.
Recuento de daños y entrega de apoyos federales en Arteaga
Aquí, como en los demás municipios que visitó el jefe del Ejecutivo, la gente lo recibió con abrazos, porras y muchas peticiones. De Lázaro Cárdenas el Presidente se fue a Arteaga, la localidad más golpeada por el sismo del 11 de enero pasado. Más de mil 200 viviendas sufrieron graves daños.
Más adelante, en la plaza del poblado, frente a la parroquia dañada también por el fenómeno telúrico, se hizo un recuento de los daños y de lo que se realiza para que la gente que se quedó sin casa pueda tener, otra vez, una vivienda.
Fue el cura David Guerrero Bazón, verdadero líder en la comunidad, el que informó al presidente Zedillo de todo esto, y no pudo contener el llanto cuando habló de la solidaridad de los vecinos para quienes lo perdieron todo.
Antes, el alcalde Horacio García, también de origen perredista, le había dicho a Zedillo: ``Estamos ansiosos de escucharlo para saber que en medio de esta devastación no estamos solos''.
Enseguida le solicitó su intervención para que se lleve luz eléctrica a muchas pequeñas comunidades que carecen de ella, ``porque resulta paradójico que nuestra gente esté en penumbra en aquí donde se produce tanta energía para el resto del país'' (en este lugar se ubica la hidroeléctrica Infiernillo).
Entre aplausos de los habitantes, el Presidente entregó un cheque de 11 millones de pesos, de un total de 13.2 millones ya aprobados para ayudar a la reparación de viviendas y de edificios públicos (54 en total, de los cuales 44 son escuelas) afectados por el temblor, pero les aseguró que no sería todo, que habría más apoyo para ellos de parte de la Federación.
Se había programado que aquí también hablara el gobernador Víctor Tinoco Rubí (que se anotó como orador en todos los actos de la gira), pero se suspendió su intervención. El párroco Guerrero, secretario técnico de la comisión que ayuda a los damnificados, ya lo había dicho todo.
A continuación, el Presidente se fue a Tzintzuntzan. En el centro ceremonial que mira al lago de Pátzcuaro escuchó a representantes purépechas, mazahuas-otomíes y náhuas.
Acompañado, entre otros, por el secretario de Desarrollo Social, Carlos Rojas, y por el asesor Santiago Portilla, el primer mandatario recibió collares de listón de bienvenida y algunas artesanías de la región, porque aquí los indígenas hacen magia con sus manos y la plasman en barro y madera.
Zedillo refrendó a los indígenas su compromiso de construir una nueva relación con ellos, ``porque ustedes forman parte del pueblo mexicano y no hay razón para que hagamos distinciones. Las políticas son incluyentes y requieren del consenso y la participación de ustedes'', les manifestó.
Finalmente, en Pátzcuaro comió con líderes de PRI, PAN y PRD, y con el obispo Alberto Suárez, entre otros dirigentes de la sociedad michoacana. En este lugar, un trío de niños indígenas cantó junto a su mesa.