La Jornada 22 de febrero de 1997

RESPUESTA A MAESTROS ``HOMOLOGADOS''

La oficina central de la Secretaría de Educación Pública (SEP) se mantuvo cerrada todo el día de ayer, ante la posibilidad de que los maestros homologados --denominados así por su condición salarial-- de la sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) tomaran nuevamente las instalaciones de la dependencia, como ocurrió el pasado día 19.

Sin embargo, los maestros optaron por marchar de las oficinas de la sección 9 (en Belisario Domínguez) hasta la Secretaría de Gobernación, donde, como no fueron recibidos por ningún funcionario optaron por regresar a sus lugares de origen para organizar un movimiento más fuerte. Esta vez ``sólo vino una representación'', señalaron.

En la calle de Bucareli, el coordinador de asesores de la Dirección General de Gobierno, Reynaldo Castro, informó a los marchistas que la Secretaría de Gobernación no iba a intervenir en el conflicto mientras el SNTE y la SEP tuvieran instalada una mesa donde se estuvieran tratando sus demandas.


En Bucareli, granaderos impidieron el paso a
maestros de la CNTE, los cuales se dirigían a
Gobernación.
Foto: Francisco Olvera

``No habrá diálogo con ustedes, ¡que les quede muy claro!'', les repitió varias veces el funcionario, quien salió al encuentro de los maestros, cuyo contingente había sido detenido por una valla de granaderos, a dos cuadras de la dependencia.

Los maestros dijeron que acudían a Gobernación porque no confiaban en los dirigentes de la Coordinadora (corriente a la que pertenecen), porque tienen cartera en el SNTE, y también porque la SEP no ha atendido con seriedad sus peticiones.

Dijeron haber sido amenazados con descontarles los seis días que no han laborado.

Además, manifestaron su inconformidad por las demandas penales que supuestamente iniciaron las personas que el miércoles permanecieron dentro de la SEP, durante la manifestación de los profesores. ``Nos acusan de privación de la libertad, cuando hay testigos de que fue el mismo personal de seguridad de la SEP el que no permitió la salida de la gente'', aseguraron.

Después de una hora de recorrido, los aproximadamente 200 profesores oaxaqueños que salieron de la sección 9 del SNTE, fueron detenidos por una valla de granaderos, sobre Bucareli, una calle antes de la Secretaría de Gobernación. Ahí, Reynaldo Castro les indicó que no recibirían a ninguna comisión, porque ``la negociación SEP-SNTE aún no concluye y se tiene que agotar esa instancia''.

Se refería a las pláticas que sostienen la SEP y el SNTE, en el marco de la revisión salarial anual para el sector de los profesores homologados, pero ``nosotros no confiamos en el comité ejecutivo del sindicato, somos aparte. Estamos reclamando la solución a problemas específicos que hay en los distintos planteles'', sostuvo Claudio Flores Osorio, secretario técnico de la sección 22.

Israel Ruiz Correa, auxiliar de la Secretaría de Trabajo y Conflictos, del nivel Formadores de Docentes, explicó que en los diversos planteles de educación tecnológica, agropecuaria y del mar, hay conflictos de promoción de los maestros, falta de recursos humanos, de infraestructura, estímulos y prestaciones, aparte de la demanda de incremento salarial de 100 por ciento, aguinaldo de 90 días y rezonificación por concepto de vida cara.

Señaló que solamente el rezago salarial del último año se ubica en 35 por ciento, por lo que tendría que considerarse un aumento salarial emergente de esta proporción.

Como resultado de las pláticas sostenidas con tres funcionarios de la SEP, la madrugada del viernes las partes acordaron en forma verbal que el próximo 28 de febrero las autoridades recibirán los expedientes de cada escuela, con sus demandas, de tal suerte que el 7 de marzo habría respuesta para los casos de más fácil solución. Posteriormente, el 14 del mismo mes la SEP resolvería la totalidad de las demandas.

Los docentes también pidieron que se unifiquen las revisiones salariales de los homologados, del personal administrativo y maestros de educación básica, para que se termine la discriminación de que son objeto los dos primeros sectores. (Angeles Cruz y Mireya Cuéllar)