NYT: Beltrones y Carrillo Olea, ligados al narco
Jim Cason y David Brooks, Washington, domingo 23 de febrero Ť Los gobernadores de Sonora, Manlio Fabio Beltrones, y de Morelos, Jorge Carrillo Olea, han colaborado con Amado Carrillo Fuentes, uno de los principales capos del narcotráfico, afirman fuentes de inteligencia estadunidenses citadas por el diario The New York Times en su edición de este domingo. El periódico indica que esta situación fue detectada por la Agencia Antidrogas estadunidense (DEA) desde 1994, y señala que Raúl Salinas de Gortari recibió grandes cantidades de dinero del narcotraficante.
Sin embargo, ambos gobernadores mexicanos negaron las versiones en declaraciones al Times.
En investigación fechada en 1994, analistas de la DEA en El Paso, Texas, detallaron cómo Carrillo Fuentes, el Señor de los Cielos, estableció nexos con líderes políticos, incluyendo a Beltrones y Carrillo Olea, así como con un amplio espectro de policías mexicanos, indicó la amplia nota del Times producto de una investigación de cuatro meses, firmada por Sam Dillon y Craig Pyes.
Según el diario neoyorquino, Beltrones y Carrillo Olea figuraban en una lista secreta con los nombres de 15 funcionarios sospechosos de corrupción y que fue proporcionada por el embajador James Jones al equipo de transición del entonces presidente electo Ernesto Zedillo. ``La administración de Zedillo quería nombres de gente que se pensaba era corrupta o posiblemente recibía pagos de traficantes, a quienes Estados Unidos no desearía ver en el nuevo gobierno'', declaró un ex funcionario estadunidense al Times.
Con respecto a Beltrones, los alegatos se basan en muchas evidencias, incluidos informes de fuentes ``muy confiables'' de que participó en reuniones en las que importantes traficantes de drogas pagaron a políticos de alto rango que protegían sus operaciones, agrega el Times. De acuerdo con fuentes que cita el diario, Raúl Salinas de Gortari recibió maletas llenas de efectivo y era el responsable de distribuirlo entre los asistentes a las reuniones.
Según un documento de inteligencia estadunidense citado por el Times, Beltrones supuestamente asistió a tres reuniones entre 1990 y 1993 en un rancho, donde los narcotraficantes le daban maletas repletas de dinero a Raúl Salinas. Amado Carrillo Fuentes estuvo en al menos una ocasión. El diario señala que aunque Zedillo no dio puestos gubernamentales a Beltrones ni a Carrillo Olea, ambos parecen gozar de una inmunidad tácita contra una investigación criminal concertada en México y Estados Unidos.
El gobernador sonorense negó al Times todo vínculo con narcotraficantes y rechazó los alegatos de funcionarios estadunidenses de que Carrillo Fuentes opera con impunidad en su estado. Para demostrar su hostilidad hacia el narcotráfico, dijo que prácticamente sacó al Señor de los Cielos de Hermosillo.
Funcionarios estadunidenses admitieron que cuatro propiedades de Carrillo Fuentes en Hermosillo fueron confiscadas, pero dijeron que el capo siguió utilizando al menos otras ocho, y que Sonora sigue siendo una de sus bases de operaciones más importantes. Agrega el diario que la información sobre las presuntas actividades de Beltrones en el narcotráfico provienen de ``más de 20 fuentes del gobierno mexicano y sus agencias de seguridad pública''.
Carrillo Olea también negó haber cooperado con narcotraficantes. Pero un documento de inteligencia estadunidense, citado por el Times, dice que informes de 1992 indican que el ``ex coordinador mexicano contra el tráfico de drogas Jorge Carrillo Olea era entonces el asociado más influyente de Amado Carrillo Fuentes en el gobierno mexicano''.
De acuerdo con este documento, Carrillo Olea controlaba la detección por radar en México y, al usar la información en su poder ``podía garantizar el paso seguro de los aviones'' de Carrillo Fuentes. Funcionarios de la lucha contra las drogas estadunidenses dijeron al Times que el Señor de los Cielos ha estado viviendo en el estado de Morelos, ``donde tiene muchas propiedades'' e incluso su flota de aviones ``aterriza frecuentemente y sin problemas en el aeropuerto de Cuernavaca''.
El gobernador de Morelos rechazó estas acusaciones y las calificó de ``una mentira rotunda y absoluta'' que ``no tiene ningún fundamento''.
Un análisis preparado por los servicios de inteligencia estadunidenses sostiene que los narcotraficantes mexicanos ingresan hasta 10 mil millones de dólares anuales, de los que gastan hasta 60 por ciento en sobornar a funcionarios de todos los niveles.
Según las fuentes consultadas por el Times, buena parte de la información contra Beltrones y Carrillo Olea se obtuvo mediante informes de confidentes que, por su volumen, especificidad y persistencia, han persuadido a muchos funcionarios estadunidenses de que los alegatos contra los dos gobernadores están fundados. Pero estos informes no sirven para los fiscales, que necesitan a testigos dispuestos a declarar ante los tribunales estadunidenses.