Adolfo Martínez-Palomo
Chavéz y el Instituto Nacional de Cardiología/II

En 1969, al conmemorarse los 25 años de la creación de la institución, Chávez mencionó: ``Puedo afirmar ante el país la realidad del éxito de nuestro instituto. Desde luego, la concepción misma, de un instinto, ya recibió el espaldarazo universal. Ya hay varios institutos en el mundo. En Estados Unidos y en Praga, en Londres y en Moscú, en Budapest, en Tokio en Buenos Aires y en Montreal. Exito lo mismo como centro de atención médica que como laboratorio de investigación científica, como escuela de educación superior que como instrumento de ayuda social y humana. Pero hay algo más... el Instituto ha sido... un elemento decisivo en la transformación de la medicina nacional''.

A lo largo de más de 50 años el Instituto ha cosechado logros sin interrupción. En la formación de recursos humanos la labor ha sido extraordinaria: más de dos mil especialistas formados, provenientes de 60 países. No menos importante ha sido el trabajo de atención médica especializada brindado, desde el inicio del establecimiento a todos por igual, sin importar la situación socioeconómica de los pacientes. La investigación científica fomentada por profesionales clínicos y básicos del Instituto pusieron a México en la frontera de la especialidad: basten los ejemplos de las contribuciones a la electrocardiografía, la fisiología, la farmacología y la patología cardiovasculares, plasmadas en decenas de libros y varios miles de trabajos científicos.

Al crear en 1976 la segunda sede del Instituto dejó su última lección: ``En penosa convalescencia del mal que lo tuvo al borde de la muerte, reasume nuevamente la dirección de su Instituto que amenazaba naufragar y, sin dejar entrever los dolores y el agotamiento de los males que ya no lo dejaron, termina las nuevas obras, reorganiza totalmente la institución que dota con largueza, completa sus cuadros humanos, eleva más sus metas y la impregna con el último hálito de su vida fecunda y generosa''.

Con el Instituto Nacional de Cardiología, Chávez se adelantó a su tiempo al establecer una institución médica integral de atención a los enfermos, ligada estrechamente a funciones docentes, de investigación, de rehabilitación y de prevención. La grandeza de Chávez radicó en establecer una corporación médica con formas de organización y niveles de excelencia desconocidos no sólo en México, sino inexistentes en el mundo para su especialidad.

A base de obras individuales, a lo largo de este siglo que termina, México ha mostrado con largueza su capacidad de enriquecer la cultura universal en campos tan variados como la pintura, la literatura, la filosofía o la música, entre otros. En cambio, en el siglo XX el país ha sido parco en gestar empresas culturales colectivas de dimensión mundial: al crear el Instituto Nacional de Cardiología, Chávez produjo una excepción notable y un ejemplo a seguir para las generaciones futuras.