La Jornada 24 de febrero de 1997

Comenzaron tres mil camioneros argentinos movilizaciones y bloqueos carreteros

Stella Calloni, corresponsal/ I, Buenos Aires, 23 de febrero Ť Unos 3 mil camiones avanzan desde el sábado en caravana por distintas rutas del país, que serán cortadas temporalmente, en una de las mayores movilizaciones de este tipo, en reclamo del reconocimiento de convenios colectivos de trabajo y en defensa de la industria argentina del transporte.

Los manifestantes del sindicato de camioneros realizaron el primer bloqueo de una ruta de la provincia de San Luis, en la primera acción de este tipo que se realiza en el país. El 25 de febrero, todos los camiones convergirán en la localidad bonaerense de Luján, a 60 kilómetros de esta capital, donde acompañarán con bocinazos una manifestación nacional, al cumplirse un mes del asesinato del reportero gráfico José Luis Cabezas, que aún no ha sido aclarado.

Sin embargo, la hipótesis del móvil político se vio reforzada luego de que el ministro del Interior, Carlos Corach, puso en duda que los cinco delincuentes comunes detenidos en relación con el asesinato sean ``una pista adecuada'', mientras el diario Página 12 aseguró que la policía investiga a un presunto custodio del presidente Carlos Menem con gran parecido con el retrato hablado de un sospechoso.

En tanto, también la Multisectorial -que nuclea a la oposición y a organismos sindicales y sociales- continuará este lunes con su protesta contra el aumento de tarifas telefónicas, con un telefonazo o virtual paro de llamados de 12 a 13 horas, mientras el gobierno insiste en que no dará marcha atrás en el decreto que autorizó las alzas. Las grandes empresas publican largos y costosos anuncios aplaudiendo la medida, que significa un incremento de hasta 60 por ciento para los usuarios medios.

Este incremento se produce cuando el control accionario de Telefónica de Argentina pasó desde el 10 de febrero a manos del poderoso Citibank de Estados Unidos, a través de Citicorp Equity Investments (CEI), que pagó 618 millones de dólares para concentrar en Argentina 80 por ciento de sus negocios en telecomunicaciones.

Desde un principio existió la sospecha de que empresas estadunidenses esperaban en las sombras que algunas firmas europeas -que compraron a precio irrisorio las telefónicas argentinas, cambiando por papeles de deuda- hicieran inversiones rápidas y acumularan ganancias. Ahora compran un buen negocio en marcha. Richard Handley, de CEI, calificó de ``demagogia barata'' las protestas populares, y sin ningún remilgo diplomático hizo la siguiente advertencia: ``El presidente Menem asumió el compromiso y quiero decir a los políticos que tengan cuidado porque no vamos a permitir que siete años de trabajo se echen por la borda''.

Más privatizaciones

CEI avanza además hacia la compañía de electricidad Eseba, de la provincia de Buenos Aires, que el Fondo Monetario Internacional (FMI) ordenó privatizar a pesar de que no es deficitaria. Y también quiere quedarse con las telefónicas de Paraguay y Uruguay y controlar el negocio de comunicaciones y del cable. Otras compañías y bancos estadunidenses avanzan como en territorio arrasado detrás de los 53 aeropuertos -que podrían quedar bajo el paraguas del Pentágono-, las centrales nucleares, la binacional hidroeléctrica Yaciretá, que el gobierno intenta entregar en una venta evadiendo al Congreso.

Pero durante su gira por Asia, que culminó el sábado, Menem reiteró que continuará con las privatizaciones y que no dará ningún paso atrás en el modelo económico neoliberal, lo que hacer ver únicamente como una formalidad sus diálogos con políticos o sindicalistas del gobernante justicialismo (peronismo).

En este contexto se desató la apresurada campaña electoral y una dura interna hacia las presidenciales de 1999, mientras el conflicto social continúa creciendo y cada vez se suman más sectores a la protesta dentro del propio peronismo. La reciente imagen de cientos de personas tomando en forma pacífica un supermercado Wall Mart, explicando que nadie puede sobrevivir sin comer, está muy distante de la Argentina potencia que Menem ``vendió'' en los paises asiáticos, desde donde trató de calmar la agitación interna del justicialismo advirtiendo que no quiere una segunda reelección. El ex presidente Raúl Alfonsín dijo que le tomaba la palabra, pero el mandatario indicó que él era la única garantía del modelo, en lo que fue considerado un mensaje para los organismos financieros.

Incluso, fue más lejos y advirtió que el poder está en sus manos y no en las de un posible candidato justicialista. Así, la interna Menem-Eduardo Duhalde (gobernador de la provincia de Buenos Aires y favorito del justicialismo) se complicó a extremos límites. Y ahora el presidente apresura un diálogo con Duhalde para tratar de apagar el fuego.

También hay rebelión en el justicialismo porteño por el dedazo presidencial para imponer al corredor de motonáutica Daniel Scioli -amigo del empresario Guillermo Cóppola, acusado aquí y en Italia de narcotráfico- como cabeza de lista de diputados capitalinos para las legislativas de octubre.

Los diputados que responden a Duhalde pueden dejar sin mayoría parlamentaria a Menem y dan síntomas de rebeldía para demostrarlo. Se habla de un dique que comenzó a agrietarse y que puede partirse en cualquier momento: ``Cuando un mandatario y su gabinete presionan para ocultar verdades sobre la situación social, como es el caso de los cinco millones de argentinos infectados por tuberculosis o con el 20 por ciento de desempleo, la situación es grave, tanto como la concentración abrumadora del poder'', advierten los sindicalistas opositores.