El ambulantaje no admite recetas únicas
Raúl Llanos y Karina Avilés Ť El regente Oscar Espinosa Villarreal convocó a todos los dirigentes del comercio informal en el Distrito Federal a dejar de lado intereses partidistas y prejuicios para encontrar soluciones consensadas, integrales y de largo plazo al problema del ambulantaje, ya que es un asunto complejo que no admite, dijo, ``recetas únicas ni soluciones simplistas o alejadas de la realidad''.
Al inaugurar el Foro sobre Comercio en Vía Pública, afirmó que se necesita ``perfeccionar, hacer mejor y más aceptable'' el programa de reordenamiento del ambulantaje, con el fin de que los vendedores no estén ``en manos de la extorsión, de la permanente persecución, de la corrupción que se presenta precisamente por tratarse de favores, componendas, regalos que la autoridad hace a quienes se dedican a esta actividad''.
Un documento de la Comisión de Abasto de la Asamblea de Representantes del Distrito Federal (ARDF) precisa que desde 1965 a la fecha ``no se han construido en esta capital los espacios suficientes para alojar a los comerciantes informales''. De hecho, señala que en el caso de los mercados públicos, desde el siglo XVI hasta nuestros días sólo se han construido 318, que incorporan, en cifras cerradas, a 75 mil comerciantes.
Destaca que el desarrollo del comercio informal deriva cíclicamente en problemas de gobernabilidad, ante los cuales se han aplicado dos soluciones combinadas: disposiciones restrictivas o francamente represivas, y el desarrollo de programas de reubicación en plazas o mercados.
Espinosa Villarreal --quien recibió tantos aplausos como rechiflas al llegar al foro-- subrayó que un paso fundamental en esta tarea es conciliar todos los intereses.
Luego de mencionar que los vendedores de vía pública no son ``enemigos de la sociedad'', dijo que ``estamos obligados a encontrar soluciones permanentes e integrales que ubiquen al ambulante en el centro de la solución y no en el centro del problema''.
Afirmó que aun cuando las respuestas que se logren consensar no satisfacerán en todo a todos, ``no se complacerá con soluciones que parecen muy fáciles, que parecen muy interesantes en el gabinete, en el escritorio, y que no van realmente a enfrentar la solución del problema; incluso son, a mi juicio, algunas de esas propuestas, insensibles''.
Ante más de 2 mil ambulantes, delegados políticos, funcionarios del Departamento del Distrito Federal (DDF), periodistas y personal de logística, el regente advirtió: ``De lo que suceda, de lo que se proponga, discuta, debata entre todos los que están aquí, dependerá lo que suceda con las cientos de miles de personas que habitan en esta ciudad y que han trabajado en el comercio informal desde hace muchos años''.
Durante la sesión vespertina del primer día de trabajos del Foro sobre Comercio en Vía Pública participaron el asambleísta Gonzalo Rojas; Jaime Ahumada Pacheco, representante de la ONU en Chile, y el director de la Maestría de Economía del Tecnológico de Monterrey, Jorge Mendoza.
En la sesión vespertina, Alejandra Barrios, una de las principales dirigentes del ambulantaje, propuso una cuota de 30 pesos al mes, y en una postura partidista que mereció una fuerte rechifla, llamó a cerrar filas en torno del PRI, ya que ``es el único que ha defendido las causas de la sociedad''.
El representante de la Canaco, Enrique Gómez Haro, afirmó que es injusto que mientras el comercio formal paga impuestos y recibe un castigo penal si no lo hace, los ambulantes evadan el pago al erario público y la ley.
Karina Avilés y Raúl Llanos Ť La inauguración del Foro sobre Comercio en Vía Pública, presidida por el regente Oscar Espinosa, fue todo un consenso de bostezos, ambulantes falsos y de verdad, papás con bebés acarreados y ancianos que representaban a sus ``nietos semifijos''.
Un gran espectáculo que se perdió el regente, legisladores e invitados especiales, porque ``la plebe'', como ellos se autodenominaron, no tuvo derecho a entrar en la sala del presidium donde Espinosa estuvo en vivo, nada más, con los líderes del comercio informal.
Así que en el mismo recinto, pero en diferentes espacios, los más de 2 mil ``ambulantes'' admiraron desde sus butacas, y en grande, la figura del jefe del Departamento del Distrito Federal. Unos en sala de lujo con pantalla, y otros en el recibidor del Colegio de Ingenieros, donde, en ausencia de imagen, tenían frente a sí una mesa a sus anchas, pero sin oradores.
Hablaba y proponía el chileno Jaime Ahumada un programa democratizador del ambulantaje, palabras que se enlazaron con la llegada de Espinosa y con una ráfaga de porras que salía del extremo izquierdo, promovida por la lideresa Silvia Sánchez Rico.
Sin dejar pasar el momento, los del Movimiento Amplio de Trabajadores No Asalariados brindaron una rechifla al funcionario, que a su vez fue acallada por los aplausos de los ambulantes oficialistas.
Mientras tanto, en el cine, ``los ambulantes'' comían palomitas, tomaban refrescos y roncaban, e inspirados en la mejor escena de Los Gremlins se carcajearon cuando llegó el asambleísta Jiménez Guzmán hasta su pantalla.
Otros, en el salón contiguo, se manifestaban acongojados por el futuro de sus familias. Al respecto, Apolinar Cordero, de 78 años, señaló: ``Yo vine en representación de mis nietos. Ellos son los que trabajan en un puesto de deportes en el mercado la Purísima de Iztapalapa. Hace dos semanas se iniciaron en el ambulantaje, porque su otro abuelito que tiene un puesto los metió en el negocio''.
Por su parte, los asistentes ajenos al priísmo aprovecharon para afirmar que no abandonarán sus lugares ``por más que nos corretee la camioneta'', y en el caso extremo de que ``la represión'' llegue a altos niveles, ``llegaríamos a un acuerdo (de dinero) con los de Vía Pública para que nos dejen trabajar en una calle donde se puede vender''.
La otra sería robar, dijeron con determinación.
Del lado oficial, el secretario del sector popular del PRI en el Distrito Federal, Juan José Castillo Mota, el señor al que se le pidió la renuncia por publicar un desplegado a favor del programa de reordenamiento sin el consenso de las agrupaciones, afirmó: ``El grupo de Alejandra Barrios es reducido'' y no se puede decir que todos los ambulantes estén en contra del programa de reordenamiento.
Enmedio de un sentimiento de malestar generalizado a causa de la mala organización del foro, básicamente por no estar juntito a las personalidades, Juan Manuel Hernández, miembro del Movimiento de Trabajadores No Asalariados y del Comercio en la Vía Pública, concluyó: ``Es irracional, falso y alejado de la realidad este foro''.
Con la escapada del regente, que no dejó ni una palabra para la prensa, los arrancones de microbuses dispuestos a llevar de regreso a los ambulantes de todas las delegaciones y el pase de lista que debieron realizar algunos vendedores, concluyó el primer día del Foro sobre Comercio en Vía Pública.