La Jornada 26 de febrero de 1997

Argentina: en acto multitudinario se exige justicia por el crimen de Cabezas

Stella Calloni, corresponsal, Buenos Aires, 25 de febrero Ť Una multitudinaria manifestación que exigía justicia para el asesinato del fotógrafo José Luis Cabezas en la capital argentina, así como graves denuncias sobre el ``crimen organizado y las mafias en el poder'' realizadas por el ex ministro de Economía, Domingo Cavallo, signaron hoy un día muy duro para el gobierno de Carlos Menem.

``No olviden a Cabezas'', ``Justicia, justicia'' y ``No tenemos miedo'' fueron las consignas que gritaron unas 15 mil personas, mientras cientos de cámaras fotográficas se levantaron iluminando con sus flashes la noche en una de las más importantes acciones populares de los últimos años y que se reprodujo en todo el país, en homenaje a Cabezas, al cumplirse este martes un mes de su asesinato.

En este contexto, el ex ministro Cavallo volvió a escena y arrojó una tea en un pajar: ``Somos conscientes de que en Argentina existen mafias, y crimen organizado'', dijo, al denunciar a varios jueces que encubren serios delitos, ya que uno de ellos, Carlos Branca, del fuero federal, al parecer fue sorprendido infraganti por la cámara oculta de un agente encubierto.

Los videos difundidos ayer involucrarían al juez federal como protector de contrabandistas, lo que determinó más de cien allanamientos este día. Cavallo acusó directamente a Menem, al asegurar que ``sabe que existe una red de protección judicial a contrabandistas''.

En tanto, exactamente a las 19 horas y por un minuto ``contra la impunidad'', las redacciones de los periódicos se detuvieron en todo el país, las radios quedaron en silencio, las pantallas de la televisión fueron ocupadas por el rostro de Cabezas, como parte de la protesta y homenaje convocados por la Unión de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires (UTPBA) y otros organismos de prensa del país y el exterior.

Las campanas de las iglesias fueron echadas a volar y sonaron sirenas de fábricas, la mayoría de los comercios bajó sus puertas, los taxis y transportes colectivos detuvieron su marcha, en una de las demandas de justicia más fuerte de los últimos años y que fue apoyada por 500 entidades de todos los sectores políticos y sociales y miles de personalidades en el mundo. Luego, la multitud marchó hacia la Plaza de Mayo, frente a la sede de gobierno.

En Luján, a unos 60 kms de Buenos Aires, donde culminó hoy la marcha de tres mil camiones iniciada el sábado en demanda de una serie de reivindicaciones laborales, también los choferes se unieron al homenaje a Cabezas haciendo sonar sus bocinas. La protesta fue acompañada en todos los países del Mercosur y en Europa, donde Reporteros Sin Fronteras organizó una acción similar en París.

El cadáver calcinado del fotógrafo de 35 años apareció esposado y con un balazo en la cabeza dentro de su automóvil, en el balneario de Pinamar, en un crimen que ``simbolizó el regreso de fantasmas del pasado'' de la dictadura militar, según dijo hoy el periodista Gabriel Micchi, quien trabajaba con Cabezas en la revista Noticias, que publicó fuertes investigaciones sobre corrupción en la policía de la provincia de Buenos Aires, donde ocurrió el crimen.

A pesar de las movilizaciones, 85 por ciento de los argentinos, según una encuesta divulgada hoy, considera que el crimen está relacionado con el poder político y que marca el inicio de una ola de violencia.

Durante una larga conferencia de prensa, Cavallo denunció como antecedentes del crimen de Cabezas los asesinatos de un alto jefe de aeronáutica --calificado como ``suicidio'' por la justicia-- y un subcomisario de la policía, quienes investigaban graves ilícitos de contrabando y drogas en la Aduana. ``Estos fueron los grandes antecedentes de las señales mafiosas que se estaban dando'', señaló. Además, el ex ministro volvió a denunciar las vinculaciones de la ``mafia'' y el poder, luego que Menem decretó la privatización del correo, que según Cavallo pasaría a ser controlado por el empresario telepostal Alfredo Yabrán, a quien calificó como ``jefe de la mafia'' ligada al gobierno.

Las denuncia de Cavallo también produjo un fuerte efecto cuando el gobierno comenzó el proceso de 30 mil despidos dentro del nuevo ajuste, mientras el Congreso se niega a aprobar la privatización por decreto del correo. El ex ministro nombró a por lo menos seis jueces como encubridores de delitos y puso en duda que otros de sus colegas dependientes de algunos funcionarios pudieran juzgar con idoneidad y honestidad. Reveló los nombres de empresas de seguridad, ligadas a Yabrán y al poder, integradas por ex militares y ex policías acusados de crímenes durante la ultima dictadura militar. El pasado domingo 23, el periodista Horacio Verbitsky presentó una lista de algunas de estas empresas, que Cavallo habría entregado como documentación, con la advertencia de que Yabrán y compañía podrían quedar con el control de documentación personal, correo, puertos y aeropuertos.

El escándalo está tomando proporciones nunca vistas y Cavallo sugirió que el Congreso debe ponerse al frente de las investigaciones, recordando que tiene en sus manos la lista de jueces controlados por los ministros del Interior, Carlos Corach, y de Justicia, Elías Jassan.

También consideró ``anticonstitucionales'' los intentos reeleccionistas que promueven sectores ultramenemisas, como advirtió previamente el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Eduardo Duhalde, favorito del justicialismo para las elecciones presidenciales del 99, pero en un atolladero por la grave lucha interna que se ha desatado en el oficialismo.