CHAPOLEROS, SU OFICIO
Georgina Saldierna, enviada, La Venta, Tab., 1o. de abril Ť Canales, lagunas, pantanos y antiguas zonas de cultivo llenas de chapopote y petróleo es lo que se observa en este lugar que fuera cuna de la cultura olmeca y es una de las primeras zonas de explotación de hidrocarburos en el país.
Junto a este cuadro que se hace rutinario conforme se recorre la región, se encuentra otro: el de los ``chapoleros'', hombres y niños que casi desnudos y por un salario de 25 pesos al día, se hunden en el chapopote para tratar de sacarlo y realizar tareas de ``supuesta'' reparación.
Antiguos pescadores y agricultores de la localidad sumidos en la pobreza y el subempleo, a causa de la afectación ecológica provocada por Petróleos Mexicanos (Pemex), los chapoleros en la actualidad diariamente terminan su jornada con un baño de diesel, combustible que les quita el chapopote pero que contiene sustancias cancerígenas.
Durante un recorrido de la organización ecologista internacional Greenpeace por La Venta y el campo petrolero de San Ramón, en las inmediaciones de los municipios de Huimanguillo y Cárdenas, se observaron miles de metros cuadrados afectados por los derrames petroleros en el Complejo Procesador de Gas del primer lugar y la Batería de Separación Uno del segundo.
En 1989 la Comisión de Desarrollo de las zonas petroleras de Tabasco calculó que en La Venta había 50 hectáreas con deterioro ecológico, mientras en San Ramón se localizaban otras tres. Sin embargo, de acuerdo con los chapoleros y habitantes de la zona, el área de desastre se ha incrementado. No ofrecen datos precisos sobre la superficie afectada, pero aseguran que, por ejemplo, todo el ejido de José Narciso Rovirosa, donde se encuentra La Venta --que tiene una extensión de 500 hectáreas-- hay derrames.
Aunado al incremento en la superficie deteriorada, Greenpeace enfatizó que Pemex no ha acatado las recomendaciones para rehabilitar esta zona que antes fuera rica en cultivos o simples pantanos.
Alejandro Calvillo, uno de los dirigentes de Greenpeace-México, resaltó que los chapoleros sólo realizan tareas ``de camuflaje verde y no una verdadera rehabilitación ecológica''. Explicó que el camuflaje se logra sacando el chapopote y sembrando pasto resistente al petróleo.
Agregó, sin embargo, que las tierras quedan inservibles para cultivar cualquier otra cosa que no sea pasto. Y es que a pesar de retirar los derivados del petróleo, las fugas se siguen registrando, sólo que ahora ya no se pueden observar a simple vista porque hay ``camuflaje verde''.
Durante el segundo día de la gira de Greenpeace por el sureste mexicano, llamada la ruta del petróleo, se pudo constatar que las fugas de petróleo de La Venta van a dar al río Tonalá y, de ahí, al golfo de México.
En esta ocasión los activistas de la organización internacional estuvieron acompañados por integrantes de la Asociación Ecológica Santo Tomás y del Comité de Derechos Humanos de Tabasco. Como parte del recorrido sacaron muestras del agua contaminada por el petróleo y encontraron cangrejos muertos llenos de chapopote.
``Lo que hemos visto es simplemente indescriptible'', dijo Calvillo, al señalar que cientos de hectáreas de terrenos habían quedado inservibles a consecuencia de la contaminación petrolera y la quema de desechos a cielo abierto, entre otros problemas graves, sin que ninguna autoridad intervenga para controlar esta situación.
Greenpeace recordó que Petróleos Mexicanos siempre ha negado que haya contaminación en esta región, pero con la visita se pudo comprobar que el deterioro ecológico sí existe.
Como protesta contra este fenómeno causado por Pemex en los pantanos de La Venta, activistas de la organización ecologista internacional colocaron tres réplicas de las enormes cabezas olmecas cubiertas de petróleo frente al complejo procesador de gas localizado en este lugar.
Por la tarde, en conferencia de prensa, Calvillo ratificó que la presencia de Greenpeace responde únicamente a propósitos ambientales, con lo cual rechazó versiones periodísticas locales en el sentido de que esta agrupación habría llegado a Tabasco con el objetivo de causarle más problemas al gobernador Roberto Madrazo.