Rígida y excesiva protección laboral en AL, asegura el Banco Mundial
Jim Cason y David Brooks, corresponsales, Washington, 4 de abril Ť El Banco Mundial lanzó hoy un ataque público contra los poderosos sindicatos centralizados, los regímenes de salarios inflexibles y los pagos exorbitantes de liquidaciones, que identificó como la causa principal del persistente desempleo en América Latina.
``La mayoría de los mercados laborales en los países latinoamericanos están infestados con protecciones y rigideces que obstaculizan la eficiencia en la colocación y precios de los recursos laborales'', declaró el economista J. Luis Guasch, del Banco Mundial, en un informe difundido hoy.
``Con la creciente globalización y sus asociadas presiones competitivas, una continuación de un alto grado de protección laboral por parte del Estado parece ser insostenible y en cierta medida contradictorio''. Añade que, ``no obstante, muy pocos países de la región latinoamericana y caribeña han abordado reformas laborales comprensivas, que han resultado ser políticamente difíciles''.
En el informe titulado Reforma laboral y creación de empleo: la agenda inconclusa en América Latina, Guasch argumenta que un error cometido por los gobiernos al promover las reformas económicas de la región durante principios de los noventa, fue no enfocarse de manera suficiente en la reforma de los mercados laborales. Los economistas habían anticipado que los ``shocks'' económicos asociados con los programas de ajuste serían severos, pero esperaban que los mercados laborales podrían adaptarse a ellos.
``Mientras la destrucción de empleo fue anticipada con estas reformas, también se esperaba creación de empleo'', escribe Guasch. ``Esta situación fue inicialmente interpretada como una consecuencia específica de las primeras etapas del proceso de reforma, pero ahora parece haberse hecho permanente, aun en casos en los que el proceso de reforma está en una etapa avanzada y las tasas de crecimiento son relativamente altas''
Según el Banco Mundial, desde que se aplicaron las reformas económicas a principios de los noventa, la tasa del desempleo en América Latina se ha incrementado a un promedio de cerca de 8 por ciento en áreas urbanas en 1996. Cuestionado sobre el caso de México en particular, Guasch dijo que, ``en parte, como resultado de la recesión, la tasa de desempleo abierto urbano en México se elevó en 1995 a 6.6 por ciento, o el doble de las tasas de los ochenta''. Pero advirtió que para muchos países de la región, estas cifras ``no son muy creíbles'' y en torno a esto señaló que las tasas de desempleo reportadas en México no son muy precisas.
Para ilustrar el punto, señaló que las tasas de desempleo antes de la recesión en ese país se calculaban en 3.6 por ciento, pero cuando se amplía la definición del desempleo para incluir a cualquiera que trabaja menos de 35 horas por semana, la tasa de desempleo en 1994 fue del 25.5 por ciento. No ofreció un cálculo comparable para la tasa de desempleo real en México actualmente.
Desde la perspectiva de Guasch, el enfoque sobre las reformas macroeconómicas y el crecimiento económico, mientras son fundamentales para generar una reforma económica real, no son suficientes en sí para crear empleos. ``El crecimiento del PIB no solucionará el problema del desempleo en el corto plazo'', dijo hoy. ``En la mayoría de los países uno necesita obtener un crecimiento de 4 puntos en el PIB para incrementar el empleo por uno por ciento''.
Señaló que en este cálculo la tasa de crecimiento promedio en la región, de aproximadamente 5 por ciento, no es suficiente para generar empleo para los que apenas ingresan a la población económicamente activa.
Un error del proceso de reforma económica a principios de los noventa en esta perspectiva fue el fracaso en no instituir suficientes reformas en el sector laboral en las primeras etapas del proceso de reforma económica.