La Jornada 5 de abril de 1997

Castillo, por la libertad de cultos; negó que AN sea ``confesional''

Miriam Posada García Ť Antes de las 8:00 horas de ayer, todavía con un poco de neblina y frío, Carlos Castillo Peraza atravesó la línea divisoria entre el Distrito Federal y el estado de Morelos para llegar al municipio de Huitxilac y montar guardia frente al monumento de José María Morelos y Pavón, ``a petición de los habitantes del distrito 30 y porque el PAN no se olvida de los héroes''. El candidato panista se manifestó por el respeto a la libertad de cultos, por el Estado laico y señaló que su partido no es ``confesional''.

Este fue el punto de partida de una gira en la que además de los honores al sucesor del también religioso Miguel Hidalgo, hubo un toro muerto a tiros después de lesionar a siete personas, un recorrido por Topilejo al ritmo de Caminos de Michoacán y Marinos mexicanos, además de que en San Pedro Mártir le cortaron la energía eléctrica y en el mercado de Villa Coapa un militante reanudó la pugna panista contra los medios de comunicación.


Distintas organizaciones marcharon para
protestar por las declaraciones del líder panista
en el estado de México sobre Benito Juárez.
Foto: Sofía Salinas

Acompañado sólo por reporteros y fotógrafos, en el kilómetro 47 de la carretera México Cuernavaca Castillo enalteció la lucha del Siervo de la Nación y enfatizó en lo descuidado del recinto, ``para que luego no digan que a los panistas se nos olvidan los héroes''.

Luego de desayunar cecina, café y tamales en una cabaña contigua al monumento, en donde también escuchó denuncias de asaltos, secuestros y diversos delitos cometidos en esa parte de Morelos, Castillo regresó al Distrito Federal para sembrar un árbol en el poblado de Parrés el Guarda, delegación Tlalpan, ``para no olvidar que es necesario combatir la deforestación''.

Su llegada a Topilejo se retrasó, ya que justo a la entrada del pueblo había una congestión vehicular porque un toro se escapó de un rastro clandestino y a su paso lesionó a por lo menos siete personas. El animal fue muerto a tiros y los lesionados trasladados al hospital local y otros a Xoco, pero antes elementos del ERUM tuvieron que desahogar el tránsito.

Acompañado de los músicos de la Superbanda Hermanos Juárez, que iban vestidos de amarillo y negro, Castillo supo de muchas carencias de este ``pueblo olvidado'', pero todos se quejaron de la falta de agua.

Ofelia Castillo, ``mujer campesina de la CNC'', dijo que iba a cambiar de partido si le cumplían con el agua, mientras que Agustina Jiménez, de casi 70 años, le dijo: ``si ando sucia es porque no tengo agua, pero tampoco hay caminos para ir a traerla del pozo en mi burrito''.

Ante el fastidio de los que ya no creen en ningún partido, Castillo precisó: ``no les vengo a prometer nada para que cuando gane regrese con hechos y no me increpen que no cumplí, pero desconfíen de quienes vengan a prometerles el paraíso y les diga que mañana todo estará arreglado, porque en 70 años el PRI no ha arreglado nada''.

Castillo abandonó la plaza de Topilejo ante la mirada incrédula de sus habitantes. Al llegar a San Pedro Mártir se encontró con que no le permitían poner las lonas y las sillas para su acto de campaña y que le habían cortado la energía eléctrica.

Sin micrófono, señaló que los capitalinos no tienen que preocuparse de multas por decir groserías ``porque yo tengo fama de muy mal hablado y me metería en mi propia casa''; abundó que tampoco deberán ser motivo de preocupación las salidas nocturnas ``porque las medidas de seguridad las van a determinar ustedes''.

Las tolvaneras, las casas de madera, los caminos truncos y las calles sin pavimentar se quedaron atrás y el panista llegó al último punto de su séptimo día de campaña: el mercado de Villa Coapa, donde un grupo de seguidoras lo esperaba y lo acompañó durante su recorrido.

Al filo de las 15:00 horas, Castillo se sentó en un local y pidió dos quesadillas. Mientras el candidato comía, los representantes de los medios comentaron que harían lo mismo ``para no verlo comer nada más''.

Esto fue suficiente para que un militante reavivara la pugna entre el PAN y los informadores al señalar que los medios ``están acostumbrados a que el PRI les dé de comer''; otra voz se unió y dijo: ``los medios no deben estar muy contentos con el PAN porque aquí no hay embute, váyanse con Del mazo porque ahí sí hay'', y una tercera agregó ``prensa vendida''.

El equipo de campaña de Castillo se apresuró a resolver el problema al conminarlos al orden. La gira concluyó en cuanto el candidato terminó de comer.