Erróneo, querer restringir la migración sin atender sus causas: obispos de EU
Alma E. Muñoz Ť La Conferencia Nacional de Obispos Católicos de Estados Unidos envió a la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) una carta en donde afirma: ``Ninguna legislación debe lesionar los derechos humanos de los indocumentados ni dejarlos sin amparo legal''. Asimismo cuestiona que ``no se responda a las causas que originan la migración: desigualdades políticas, sociales y económicas''.
En la misiva plantea que todo hombre tiene derecho a buscar mejores condiciones de vida y trabajo, y que el fenómeno migratorio ``no es problemático por definición, sino parte de la condición humana''.
Los obispos consideran que la población estadunidense enfrenta rivalidades entre grupos étnicos ``por oportunidad económica, espacio en el barrio y poder político (que) han contribuido a la separación y las desavenencias'', independientemente de las implicaciones sobre el idioma, las costumbres y las normas culturales. Por ello, plantean el ``desafío por cultivar una Iglesia con diversas etnias y tradiciones; en cierto modo, un reflejo de los retos que confronta Estados Unidos''.
Recuerdan que la Iglesia favorece a los más necesitados y entre éstos a los inmigrantes, refugiados y a los grupos de diferentes culturas que arriban a ese país. ``Es inaceptable tener una sociedad doble: una visible con derechos y otra invisible sin ellos; un grupo de personas indocumentadas sin voz. La ignomia de la etiqueta ilegal consiste en la falta de poder que afronta un individuo frente a los empresarios determinados a sacar el mayor trabajo posible a cambio del mínimo pago. Los indocumentados están expuestos a peligros graves para la salud, habitan viviendas escuálidas, se les niega el pago por trabajo realizado y están sujetos a las amenazas e intimidación''.