Decomisan arsenal en California; en duda si se vendería aquí o en EU
Jorge Alberto Cornejo, corresponsal, Tijuana, BC., 6 de abril Ť Agentes aduanales de Estados Unidos descubrieron un arsenal compuesto por mil 200 rifles M-1 en la ciudad de Northridge, en el Valle de San Fernando, ubicado en el norte de California, pero hasta el momento no hay arrestos, por lo cual se desconoce si esas armas tenían como destino final México.
La noticia del decomiso fue publicada hoy por el San Diego Union-Tribune, publicación que ha dado cobertura al tema del contrabando de armas hacia México desde la primera semana de marzo, cuando fueron encontrados en una bodega ubicada en Mesa de Otay, a unos cuantos metros de la frontera mexicana, dos contenedores con partes para miles de rifles y lanzagranadas.
Aunque todavía no se encuentran evidencias de que las armas decomisadas este fin de semana en una casa estuvieran vinculadas con las halladas en la frontera, es una posibilidad que las autoridades no han descartado.
En su edición dominical, el diario sandieguino asegura que la investigación llevada a cabo por agentes aduanales en San Francisco llevó a la policía a una casa en Northridge, donde estaban ocultos los fusiles.
En relación con la investigación iniciada la primera semana de marzo, tras el descubrimiento de Mesa de Otay, fuentes del Departamento de Aduanas en California indicaron que las armas fueron enviadas desde la ciudad de Ho Chi Minh, en Vietnam, desde donde se han surtido de armamento múltiples movimientos guerrilleros de Centro y Sudamérica, así como grupos terroristas de Europa.
No obstante, una de las líneas de investigación parece indicar que el envío de las armas hacia la región fronteriza de Mesa de Otay, con etiquetas aparentando que serían enviadas a la ciudad de México, es sólo una manera de confundir a las autoridades, y que en realidad esas armas serían para alimentar al demandante mercado clandestino en el interior de Estados Unidos.
Sin embargo hay quienes afirman, en la misma aduana estadunidense, que tratar de desviar la investigación hacia el mercado clandestino de armas de Estados Unidos es una manera de negar el continuo y real movimiento de armamento de norte a sur, que representa un ``dolor de cabeza'' para el gobierno estadunidense similar al que significa para México el contrabando de estupefacientes hacia el norte.