Histórica cifra de pobres en América Latina: 210 millones, informa la Cepal
Dpa y Pl, Santiago, 6 de abril Ť En un estudio titulado La brecha de la equidad, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) señaló que, a pesar de que la tasa de pobreza ha disminuido de 41 a 39 por ciento del total de hogares latinoamericanos y caribeños entre 1991 y 1996, el número de pobres reales en la región es de 210 millones de personas, la cifra histórica más alta.
La situación del empleo y de los salarios en América Latina y el Caribe no mejorará mientras el crecimiento económico sea moderado, como el alcanzado en ese lapso, que fue de 3.1 por ciento, tasa que representa la mitad del 6 por ciento recomendado.
Los expertos detectaron serias insuficiencias en el proceso de transformación que impulsan los países de la región, caracterizado, por una parte, en un avance democrático, pluralista y de gobernabilidad y, por otra, en profundas reformas económicas.
La Cepal enumeró cuatro insuficiencias concretas, que definió en el estudio publicado con motivo de la Primera Conferencia Regional de Seguimiento de la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social, que se desarrollará en Sao Paulo, Brasil.
La primera insuficiencia es que las tasas de crecimiento del PIB ``han sido moderadas'', con un promedio de 3 por ciento anual entre 1990-96. Este desarrollo ha sido inferior al periodo histórico entre 1945 y 1980, en que se registraron tasas anuales promedio de 5.5 por ciento. Igualmente, este crecimiento ha estado por debajo de las recomendaciones del organismo de un 6 por ciento anual. Los expertos subrayaron que, con este crecimiento insuficiente no podrá mejorarse la situación del empleo y de los salarios.
Por otra parte, la ``vulnerabilidad'' acompaña a la mayor parte de las economías de la región, lo que la Cepal define como la segunda insuficiencia que se ha observado en el desarrollo político y económico regional.
Este punto se refiere a que, en buena parte de los casos, la estabilidad macroeconómica ha dependido excesivamente de elevados déficits en cuenta corriente, financiados a veces con capitales volátiles. Esto produce ciclos de expansión y ajuste, generalmente cortos y acordes al comportamiento de dichos capitales. A esto se agrega la fragilidad de algunos sistemas financieros.
La tercera insuficiencia definida por la Cepal tiene que ver con la lenta recuperación registrada en el actual decenio de la crisis de los años 80, caracterizada por una ``brusca caída de los coeficientes de ahorro y de inversión''. La gran mayoría de los países ``aún no alcanza los niveles previos a dicha crisis'', llamada de la deuda, expresa la Cepal.
Como insuficiencia se plantea también el acentuamiento de ``la heterogeneidad estructural'' en los sistemas productivos de la región. Este proceso define a nuevos ganadores y perdedores al ampliarse las diferencias de productividad entre las empresas grandes -líderes de los procesos de modernización-, y el ``variado espectro de actividades rezagadas, que concentra el grueso del empleo''.
Este problema no sólo produce mayores desigualdades sociales, como consecuencia del incremento de la brecha interna de productividad e ingresos, sino igualmente afecta la capacidad de crecimiento, por ``cuanto limita el enlace entre diversos sectores productivos y la difusión del progreso técnico''.
El crecimiento económico por si mismo no garantiza mejores efectos en la distribución de la riqueza, ya que además de reducir la inflación y fortalecer el equilibrio fiscal, ``es preciso lograr un déficit sustentable en cuenta corriente, un nivel de ahorro interno acorde con el proceso de inversión, un adecuado nivel del tipo de cambio real y un nivel de gasto interno compatible con usos sustentables de la capacidad productiva'', indicó el documento.