Obeso: la Iglesia católica, decidida a movilizar al país en forma pacífica
Salvador Guerrero, Cuautitlán, Mex., 7 de abril Ť La Iglesia católica tiene la determinación de ``movilizar al país de manera pacífica y ordenada'', indicó el presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano, Sergio Obeso Rivera. En la inauguración de la 62 asamblea plenaria de la CEM, el arzobispo de Jalapa afirmó que México, para muchos, pareciera ``un país sin remedio, sumido como está en la corrupción y la miseria''.
``Son muchos los que piensan que la Iglesia es una de las pocas instituciones que puede reconstruir algún día la confianza y la esperanza en el México convulsionado y traumático de nuestros días'', indicó.
Con la presencia de 96 arzobispos, obispos y secretarios de comisiones episcopales e invitados especiales, la asamblea del Episcopado ofreció al nuncio apóstolico Jerónimo Prigione un reconocimiento por ``su persistencia e intrepidez'', al promover el nuevo marco legal y la reanudación de relaciones diplomáticas con el Vaticano.
Obeso, en el discurso inaugural, reivindicó a los sacerdotes que en el ``reparto hegemónico del siglo XIX'', en alusión a la Reforma, ``estuvieron en la parte de los perdedores, pero jamás fueron traidores''.
La Iglesia católica, agregó, no solamente ha sido afectada por limitaciones e ineficiencias que se remontan a 150 años. Mencionó ``las difíciles situaciones históricas por las que ha tenido que atravesar la Iglesia en nuestra patria''.
Explicó que en todo el mundo se sabe que un pueblo creyente y católico, ``en su absoluta mayoría'', muchas veces se le ha coartado la expresión y la enseñanaza de la fe y se ha llenado de desprestigio a la visión católica del mundo y a la actuación histórica de los ministros de ese culto.
En la etapa de la Colonia, aseveró, la Iglesia fue protagonista de la constitución cultural y comunitaria de un pueblo mestizo. Hubo que pasar después, dijo, por la emancipación de todo lo que había de obsoleto e intransitorio y entrar a una etapa ``donde las tareas de la autoridad civil y la de los ministros de las iglesias quedadan más claramente diferenciada''.
Después de haber sido ``los impulsores de la cultura'', la Iglesia católica fue ``radiada'' de la educación y de las tareas intelectuales, lo cual ha repercutido ``en la fe noble y grande que se vive entre nosotros, pero carecedora del cultivo y de la instrucción necesaria''.
Comentó que México, también en el asunto de la religión, se parece más a los productores de materias primas que las industrializan y refinan. Obeso sugirió que los obispos se den a la tarea de redactar ``un catecismo nacional'' que mejore por su especificidad al catecismo de la Iglesia católica en contenidos e impresión y propuso que durante los meses de vacaciones, julio y agosto, haya clases de catecismo todos los días, que se puedan combinar con cursos de verano atractivos para los niños y los padres de familia.
En su informe, el secretario general de la CEM, Ramón Godínez, señaló que la sociedad mexicana requiere mejor educación y un mejor uso de los medios. Subrayó que la sociedad ``se sigue sintiendo dividida y debilitada, sobre todo en los sectores de indígenas y campesinos''.
``Todavía tenemos una sociedad con desconfianza y desesperación'', comentó.
Durante su mensaje, Jerónimo Prigione advirtió a los obispos que la catéquesis debe ser sistemática y apológetica para contrarrestar todas las consecuencias negativas derivadas de la ignorancia religiosa.
Planteó que la difusión de la cultura y la confusión de los sistemas ideológicos y fisiológicos obligan hoy más que nunca a dotar a la propia profesión religiosa, ya sea personal o comunitaria, de un avance cultural más sólido que el de la costumbre y el ambiente.