Promueven quitar candados de militancia a quien aspire a la Presidencia
Oscar Camacho Ť Síntomas de confrontación en el interior del PRI aparecieron ayer en San Lázaro, cuando un grupo de legisladores de ese partido denunció que desde las cúpulas del Revolucionario Institucional y del gobierno se ha comenzado a promover la eliminación de los candados de militancia para quien aspire a la candidatura presidencial del tricolor. Todo comenzó con las declaraciones hechas por el priísta Jorge Moreno Collado, quien dijo a los medios de comunicación que es necesario reformar los estatutos del PRI aprobados en la 17 asamblea nacional, con el fin de que no sea obligatorio el requisito de haber ocupado algún cargo de elección popular y de dirección partidista para poder contender por la candidatura del PRI a la Presidencia de la República.
Asimismo, Moreno Collado señaló la necesidad de impulsar una reforma de ley que permita la relección de diputados y senadores, a fin de ``aprovechar la capacidad y experiencia'' de quien ha pasado ya por algunas de las cámaras.
Molestia e irritación originaron las propuestas de Jorge Moreno entre otros diputados priístas como Raúl Ojeda Subieta, Miguel Angel García, Jaime Martínez Veloz y Carmelo Soto, a juicio de quienes la promoción de dichos cambios constituye una traición a las conquistas y decisiones del priísmo nacional adoptadas en la asamblea del PRI pasada. En todo caso, la única posibilidad que señalaron como viable es que tales propuestas sean discutidas y votadas en otra asamblea nacional que tenga el mismo espíritu de libertad con que se desarrolló la número 17 del partido oficial.
Ojeda Subieta afirmó que no es necesario eliminar los candados porque en el priísmo hay cientos de militantes de primerísimo nivel que cumplen con los requisitos actuales y consideró que quienes impulsan esas propuestas responden a grupos de interés de altos funcionarios o dirigentes.
Por su parte, Miguel Angel García, de Sinaloa, aseveró que intentar modificar los estatutos para quitar los candados que aprobó la 17 asamblea del PRI es un atentado a las conquistas democráticas de ese partido y que quienes lo promueven son grupos interesados que sólo buscan caminar como el cangrejo.
Sostuvo que estos intentos se están dando desde las cúpulas que han visto afectadas sus posibilidades por no cumplir con los requisitos de militancia, y agregó que de prosperar estos intentos habría una revolución entre los priístas del país.
A su vez, Carmelo Soto, de Michoacán, dijo que sería grave dar marcha atrás en decisiones que han permitido ampliar la participación de los priístas en la toma de decisiones de su partido y que es preocupante que ya se esté intentando cambiar acuerdos que ni siquiera han sido puestos en práctica.
Sin embargo, el líder de la mayoría priísta, Juan José Osorio Palacios, y el ex gobernador de Campeche y diputado cetemista, Abelardo Carrillo Zavala, juzgaron conveniente la viabilidad de revisar los estatutos del PRI y los requisitos para ser candidato a la Presidencia de la República, aunque subrayaron que ello tendría que ser en una asamblea nacional posterior a los comicios federales.
Para el defeño Oscar Levín Coppel, las expresiones a favor o en contra de las reformas a los estatutos no están exentas de intereses grupales en ese partido, y dijo que desde su punto de vista sería conveniente revisar los estatutos, pero no por conveniencia de dichas corrientes sino para ir en congruencia con la necesidad de abrir el partido a la sociedad cada vez en mayor medida.
Juzgó que mantener los candados es una medida que va a contrapelo de la voluntad de que en el PRI participe cada vez más la ciudadanía.
Por último, Jorge Moreno precisó que su propuesta no es eliminar los candados de los estatutos del PRI sino únicamente introducir un artículo transitorio para que dichos acuerdos no se apliquen para la selección del candidato que el PRI presentará en el año 2000, y que su vigencia corra a partir del 2006.