La Jornada 11 de abril de 1997

Expresa el ``deseo'' de que la Cocopa siga en funciones Tregua social en Chiapas, demandan la comisión legislativa y el Episcopado

Oscar Camacho y Alma E. Muñoz Ť La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) y la Comisión de Concordia y Pacificación (Cocopa) urgieron el establecimiento de una tregua social en Chiapas para terminar con la escalada de violencia que se ha presentado en diversos municipios y lograr la reanudación del diálogo entre el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y el gobierno federal.

El pronunciamiento fue hecho durante la reunión que sostuvieron ambas partes el miércoles por la noche, en la sede de la CEM, en Lago de Guadalupe, a petición de la comisión de paz de este organismo.

Felipe Arizmendi, obispo de Tapachula, dijo que la CEM no apoyará posturas radicales o excluyentes ni enfrentamientos en el proceso de pacificación de Chiapas y se pronunció por el respeto a las autonomías indígenas sin que esto propicie separatismos o divisionismos en la unidad nacional. Por ello, aclaró, los integrantes de la comisión de la CEM actuarán como mediadores, no como conciliadores del conflicto.

César Chávez, integrante de la Cocopa, indicó en la Cámara de Diputados que el máximo organismo católico realizará este fin de semana un recorrido por diversas localidades del norte de Chiapas a fin de promover la convocatoria de la comisión legislativa de establecer una tregua social entre los diversos actores del conflicto.

A su vez, Carlos Talavera, obispo de Coatzacoalcos, informó que en el viaje a Chiapas, la Comisión de Pacificación y Reconciliación de la CEM, integrada por siete religiosos, buscará el acercamiento entre las partes para obtener una paz sólida y justa a fin de lograr la dignificación de los indígenas.

Ante diez obispos encabezados por el presidente de la CEM, Sergio Obeso, integrantes de la Cocopa hicieron un balance de los puntos que estableció el EZLN para la reanudación del diálogo, la situación prevaleciente en Chiapas y el avance para la discusión en el Congreso de la Unión de la iniciativa de ley de derechos y cultura indígenas.

De acuerdo con César Chávez, legislador perredista, los obispos se pronunciaron porque la sociedad, las instituciones y el gobierno respalden absolutamente los trabajos de la Cocopa, a la que catalogaron como la instancia para detener la guerra y contribuir a edificar la paz en Chiapas.

Durante tres horas, la Cocopa detalló a los obispos las condiciones que exigen los zapatistas desde el 29 de agosto de 1996 para la reanudación del diálogo: liberación de todos los presos zapatistas y de las bases de apoyo detenidas en el norte de Chiapas; un interlocutor gubernamental con capacidad de decisión, voluntad política de negociación y respeto a la delegación zapatista; instalación de la Comisión de Seguimiento y Verificación y cumplimiento de los acuerdos de la mesa 1, Derechos y cultura indígenas; propuestas serias y concretas de acuerdos para la mesa de Democracia y justicia y compromiso de lograr acuerdos en este tema; así como poner fin al clima de persecución y hostigamiento militar y policiaco en contra de indígenas chiapanecos y desaparición de las guardias blancas.

A su vez, la CEM informó que la Cocopa le notificó que los acuerdos acerca de la ley de derechos y cultura indígenas sólo requieren modificaciones de redacción y lenguaje y no de cambios sustantivos, como propone el gobierno federal.

Por su parte, Felipe Arizmendi llamó al gobierno y al EZLN a no ``absolutizar'' sus propuestas y asumir una actitud de humildad y respeto. ``La Iglesia católica no se va a pronunciar por ningún tecnicismo jurídico ni avalará ninguna propuesta que atente contra los derechos humanos, lastime la dignidad y fomente el racismo en las comunidades étnicas'', agregó.

Además de la reunión con la Cocopa, los obispos tuvieron un encuentro con asesores del EZLN el miércoles pasado y ayer por la noche con el jefe de la delegación gubernamental en el diálogo de San Andrés, Marco Antonio Bernal, para conocer la postura oficial sobre la suspensión del proceso de pacificación en Chiapas.