Policías aliados de narcos, nueva línea en el caso Posadas: obispos
Alma E. Muñoz Ť En reunión privada con la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), el procurador general de la República, Jorge Madrazo Cuéllar, no descartó que estuvieran involucrados policías protectores de narcotraficantes en el asesinato del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo. Ante eso, los religiosos consideraron que se abrirá una nueva línea de investigación, pues sostuvieron que el funcionario habló del homicidio de algunos de los presuntos participantes.
Para la CEM, el fondo del homicidio ocurrido en 1994 tiene que ver con el narcotráfico y, por lo tanto, respaldaron las acciones del sucesor de Posadas, Juan Sandoval Iñiguez, para exigir el esclarecimiento del crimen.
Al respecto, el arzobispo de Guadalajara sostuvo su tesis de una operación ``bien pensada y coordinada entre policías y narcotraficantes para matar al cardenal'', y exigió que se investigue por qué las autoridades del aeropuerto internacional de la capital de Jalisco (donde ocurrieron los hechos) permitieron el vuelo de los hermanos Arellano Félix momentos después del asesinato.
Sandoval dijo que la teoría de la confusión no es sólida, porque no hubo un enfrentamiento entre narcotraficantes y sólo murieron el jerarca religioso, su chofer y las cinco personas que estuvieron cerca del automóvil donde se cometió el crimen.
El jueves por la noche, en las oficinas de la Procuraduría General de la República (PGR) se reunieron durante más de tres horas Jorge Madrazo Cuéllar y los obispos de La Paz, Tabasco, Autlán, Ciudad Guzmán, Tijuana, Mexicali, los Mixes y Cuernavaca para conocer el sistema de impartición de justicia en México.
Allí, Madrazo Cuéllar habló del proyecto de depuración al interior de la dependencia, de su preocupación por reducir el nivel de impunidad que se vive en el país, de la lucha contra el narcotráfico y del caso Posadas Ocampo.
Los obispos le externaron su preocupación por la falta de respuesta de las autoridades ante los crímenes, secuestros y asaltos que a diario se cometen, y propusieron al abogado de la nación que aceptara las denuncias que a través del Departamento de Justicia de la Comisión Episcopal de Pastoral Social realizan algunos ciudadanos, para que tenga conocimiento de los hechos.
De acuerdo con la CEM, Madrazo Cuéllar mencionó que ``había recibido información, que al parecer no había llegado todavía a la Procuraduría, por parte de algunos testigos que estuvieron presentes en el homicidio del cardenal, y que involucraban con sus testimonios a policías''.
Incluso, que el procurador general habló de la muerte de algunos de ellos y, por lo tanto, no descartó que policías judiciales --``protectores de narcotraficantes''-- hubieran estado presentes en el momento del asesinato.
``Al parecer, en la hipótesis final sigue siendo causa (del homicidio) el narcotráfico. De parte de los obispos no hubo discusión, pero me parece que (el procurador) se inclina todavía en este clima de que policías y narcotraficantes estuvieron coludidos, aunque no afirmó de manera abierta que se tratase de un complot'', señaló el secretario de la Comisión de Pastoral Social, Alberto Athie, encargado de dar cuenta de la reunión.
Ante la insistencia de los reporteros, Juan Sandoval Iñiguez accedió a dar una conferencia de prensa sobre el asunto, en la sede de la CEM, ubicada en Lago de Guadalupe.
Indicó que la PGR pidió a la Iglesia informes sobre el asesinato, y que ésta entregó las tres cartas de los hermanos Arellano Félix, en las que los narcotraficantes descartan haber asesinado al cardenal Posadas Ocampo.
``No hay nada nuevo, pero se consolida la afirmación de que la policía estaba presente en el aeropuerto y que el operativo fue en su presencia. El propio (Joaquín) Chapo Guzmán lo dijo en sus declaraciones. Es evidente que no se puede negar la presencia de los policías. ¿Por qué estaba allí la policía? ¿Por qué estaban allí los narcos?'', se preguntó el religioso, quien añadió: ``Si hubo confusión, fue en los ejecutores, que no sabían a quién matar, pero no hay confusión de autores intelectuales''.
Para el encargado de la Iglesia católica sobre las investigaciones del caso Posadas, hay evidencia de las ``buenas relaciones'' entre policías y narcotraficantes; por ello, no dudó ``que el trabajo lo hayan hecho en conjunto''.
``Lo que sabemos --añadió-- es que fue una operación dispuesta, organizada y preparada, y que la policía estaba en el aeropuerto a las 10 horas''. Sin embargo, dijo, falta conocer a los autores intelectuales.
Rechazó que el nuncio Girolamo Prigione ``tenga vela en este entierro'', y aclaró que tampoco su sucesor, Justo Mallor, tendría injerencia para conocer de los hechos. ``Es un asunto de mexicanos, es un asunto nuestro'', puntualizó.
Sandoval Iñiguez consideró que desde la labor de Jorge Carpizo como procurador de la República, hasta la fecha, se avanzó ``en el sentido de que se trataba de una operación bien pensada y que iba directo al cardenal''. No descartó que pudiera ser un crimen de Estado. ``Esa hipótesis ni la tomo ni la niego''.
Categórico, rechazó que el prelado pudiera estar involucrado con el narcotráfico. ``Es una grosería: era un hombre honrado y de Iglesia''.