Luis González Souza
Manipulación migratoria
Por carecer de una conducción estratégica, entre muchas otras cosas, México recibe de EU palo tras palo. Mientras la gran potencia insiste en jugar al ajedrez, acá insistimos en jugar a las escondidillas, con la política de la no-contaminación: ``Para no contaminar toda la relación con EU, preferimos aislar --y apechugar en-- cada uno de los problemas bilaterales''. Y cada vez que nos sorprenden en nuestros escondites, entonces jugamos a la defensa de la soberanía con encendidos discursos e ineficaces notas diplomáticas (soberanía rollo, pues).
El tema de la migración es el capítulo más reciente de esta triste historia para México y verdadero drama para sus braceros. Con una sola jugada, la nueva ley migratoria conocida como Acta 1996, el gobierno de EU logra comerse un montón de piezas y colocar en jaque --cosa ya rutinaria-- a su contraparte (¿socio?) en México. Esas piezas corresponden a renglones de lo más variado. Sólo apuntemos lo más sobresaliente.
En el renglón del mercado laboral, la nueva ley permite a EU: 1) abrir o cerrar la llave migratoria conforme a las necesidades de su economía; 2) depurar la fuerza laboral migratoria a fin de contar con trabajadores más calificados pero igualmente explotables, y 3) explotar aún más a los elegidos tras la libre-aplicación-del-Acta 1996 en tanto que aumenta su estigma de ilegales.
De paso, en el renglón de la política interior, el gobierno de EU logra congraciarse con: 1) el segmento empresarial que no depende vitalmente del trabajo migratorio (el segmento más rico e influyente); 2) los sectores (hoy en preocupante ascenso) más proclives a la xenofobia y el racismo, y 3) los electores con mayor capacidad para financiar elecciones o bien más dispuestos a votar por candidatos antinmigrantes.
Aquí aparecen los logros del Acta 1996 en el renglón ideológico. Podrían resumirse en el uso de la inmigración a manera de chivo expiatorio para justificar: 1) la incapacidad del bloque gobernante para evitar la quiebra del American Dream (``todos en EU pueden prosperar''); 2) el avance de la descomposición social, con la drogadicción y la criminalidad por delante; y 3) la consiguiente erosión de la identidad nacional e ineficacia del mítico melting-pot (``EU, infalible licuadora de las culturas más diversas'').
Lo cual nos lleva a razones de una seguridad nacional tan discutible como propia de una (pre)potencia que todavía no logra adaptarse a los tiempos de la posguerra fría: 1) alimentar las ideas de que la seguridad nacional, a contracorriente de la globalización, comienza en el control-de-las-fronteras, y de que éste comienza en la expulsión de inmigrantes; 2) esgrimir la vieja soberanía para justificar la expedición de leyes con graves repercusiones en otros países (ayer la Helms-Burton, hoy el Acta 1996); y 3) cuajar la invención de nuevos enemigos externos (ya no el comunismo sino cosas como la migración, el narcotráfico y el terrorismo) siempre necesarios para la cohesión interna lo mismo que para la buena salud del negocio militarista.
Tanto mejor si los nuevos enemigos son fáciles de concretar en un país como el nuestro. Y es aquí donde afloran los servicios del Acta 1996 atinentes a la relación de EU con México: 1) manipular el asunto migratorio a manera de cuchillo para arrancar más concesiones al gobierno mexicano; 2) mantenerlo siempre a la defensiva (jugando a las escondidillas); y 3) hacerlo tanto más vulnerable cuanto más disminuye su autoridad moral, en este caso para emprender una defensa eficaz de los migrantes mexicanos. Por decirlo rápido, dicha autoridad cae cuanto sube el papel de tapón al servicio de EU, o de migra a su imagen y semejanza, contra migrantes de otros países, e inclusive mexicanos.
Apuntar tantos logros tal vez sea una concesión excesiva a la sagacidad de nuestros vecinos. Lo cierto es que cuentan con una estrategia en materia migratoria. En cambio acá todavía se discute si hay o no algo parecido a una simple política migratoria. Como vimos en la ocasión pasada (``Nuestra agenda migratoria''), los componentes de una estrategia mexicana pueden no ser muchos, pero sí decisivos.
Millones de mexicanos sin tierra, sin libertad y además ahora sin patria: ¿es eso por lo que luchó nuestro recién conmemorado Zapata? México y sus emigrantes transformados ahora en el enemigo de EU: ¿fue ésa la gran promesa del TLC? Exodo de despatriados acá y animalizados allá: ¿esa es la modernización del México asociado a EU?