Necesario, corregir el pase automático: SEP

Rosa Elvira Vargas Ť Avances y perspectivas definidas, pero también distorsiones e insuficiencias, caracterizan hoy a la educación superior en México. El subsecretario del ramo, Daniel Reséndiz, detalló cada uno de esos puntos en una conferencia en la que destacó la necesidad de corregir el pase automático como método de ingreso a las universidades. Habló también de promover un cambio cultural en ese subsistema, ``que valore más el saber hacer que los diplomas''.

Ante estudiantes de administración de la Universidad Ibero-americana, el funcionario disertó sobre las características que tendrá para el año 2000 la enseñanza superior, a la cual se calcula un crecimiento promedio de matrícula de 27 por ciento, de acuerdo con el Programa de Desarrollo Educativo vigente.

Tal porcentaje, sin embargo, tendrá una distribución diferenciada: 9 por ciento en licenciatura universitaria; 80 por ciento en licenciatura tecnológica; 100 por ciento en posgrado y alrededor de mil por ciento en programas cortos (básicamente universidades tecnológicas).

Reséndiz dijo que son tres las grandes debilidades de la educación superior en México: insuficiencia de una formación plena en el personal académico (que se buscará revertir con el programa diseñado ex profeso por la SEP), distorsión en varias instituciones por exceso de alumnos y saturación en algunas áreas de conocimiento, y extrema ``unimodalidad'' de los programas de estudios que se ofrecen. Esto es, una larga duración de las carreras.

Sobre esto comentó que mientras en naciones desarrolladas entre 20 y 70 por ciento de los estudios de nivel superior se cubren en periodos breves (a lo sumo dos años y medio), en México 99.5 por ciento de éstos se realizan en cuatro o más años, porque así están diseñados los programas, Es necesario, dijo, revertir tal condición.

Luego, al desarrollar los ejes de equidad, calidad y pertinencia que constituyen las que llamó ``tareas urgentes'' de la educación superior, Daniel Reséndiz se refirió al ``acceso competitivo'' a la enseñanza superior, y ponderó que la mayor parte de las ``buenas'' instituciones apliquen ya exámenes de admisión a sus cursos. En el mismo plano ubicó al examen único para nivel medio superior que se realiza desde el año pasado en la zona metropolitana.

Gracias a este método, afirmó, existe transparencia y equidad en el trato a los jóvenes y que ya no sean sólo aquellos que tienen más relaciones sociales los que lleguen a las escuelas de su preferencia en detrimento de los demás. Indicó que para garantizar la eficacia y el cumplimiento de los objetivos del nuevo examen se aplican auditorías independientes y continuas.

Entonces se refirió al pase automático como algo que debe corregirse ``no por imposición'', sino porque existe una demanda social ``para revisarlo como método de ingreso en la educación superior''.

Tampoco dejó de lado recomendar, como parte de la búsqueda de la equidad en el acceso a la educación superior, que las instituciones privadas -justamente como la Ibero- diseñen mecanismos de más amplio acceso como las becas o los sistemas de crédito educativo.

Por último, el funcionario se detuvo en ampliar la explicación sobre la introducción de cursos superiores de menor duración que los actuales, y ejemplificó con lo que se realiza en las universidades tecnológicas, de las que existen actualmente 16 en el país, pero que a finales de esta administración se espera llegar a 40.