La Jornada 18 de abril de 1997

Cardoso: más impuestos si se acelera la reforma agraria en Brasil

Afp, Ansa, Ap, Dpa, Efe, Ips y Reuter, Brasilia, 17 de abril Ť Varias decenas de miles de desempleados, sindicalistas, estudiantes y sin techo se sumaron hoy aquí a la marcha por la reforma agraria, empleo y justicia iniciada hace dos meses por cientos de campesinos sin tierras, en lo que representa la mayor movilización desde la reinstauración de la democracia en Brasil en 1985, y la protesta más importante que enfrenta el presidente Fernando Henrique Cardoso.

El mandatario socialdemócrata, al reiterar su disposición a reunirse este viernes con una delegación del Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierras (MST), reconoció la legitimidad de sus reivindicaciones, pero advirtió que acelerar el proceso de la reforma agraria se traduciría en un incremento de impuestos para toda la población.

En momentos en que una encuesta de opinión divulgada por la firma Soma señaló que 86 por ciento de los brasileños respalda al MST, Cardoso defendió su política agraria, y aseveró que su gobierno ha avanzado más que todos sus antecesores en este rubro.

``Hemos expropiado en dos años 3.5 millones de hectáreas, un territorio de las dimensiones de Bélgica''.

Al cumplirse el primer aniversario del asesinato de 19 campesinos sin tierra a manos de policías militares, en el amazónico estado de Pará, unos 2 mil labriegos culminaron hoy una marcha iniciada el pasado 17 de febrero en los estados de Sao Paulo, Mato Grosso y Minas Gerais, que comenzó con la participación de unos 600 labriegos, para sumar unos 2 mil al finalizar su recorrido de mil 200 kilómetros. Las tres columnas se unieron esta mañana en la carretera de acceso a Brasilia y recorrieron los últimos 20 kilómetros hasta la entrada de la capital acompañados por representantes de la Iglesia católica y poco más de un centenar de legisladores de oposición. En ese punto, los sin tierra fueron recibidos por el gobernador del Distrito Federal, Cristovam Buarque, del Partido de los Trabajadores.

Portando sus hoces, azadas y banderas rojas del MST (con el dibujo de un mapa de Brasil y dentro una pareja de campesinos), los labriegos marcharon pacíficamente hasta la Explanada de los Ministerios, una superficie de casi 2 kilómetros, en medio de saludos y aplausos de miles de personas.

No pocos capitalinos se asomaron a los balcones y ventanas de sus casas para dar la bienvenida a los sin tierra; desde las ventanas de los edificios se les lanzó papel picado. En medio de sambas, silbatazos y claxonazos de automovilistas comenzó la manifestación más numerosa en lo que va del gobierno de Cardoso.

A su llegada a la Explanada de los Ministerios, que se convirtió en escenario de una auténtica verbena, los sin tierra fueron recibidos por una comisión encabezada por el obispo Demetrio Valentini, de la Conferencia Nacional de los Obispos Brasileños (CNOP), quien entregó un ramo de flores al más anciano de los marchistas, el agricultor Luis Beltrani, de 89 años.

Un minuto de silencio

Valentini bendijo a los manifestantes y participó en una ceremonia ecuménica en memoria de los 19 campesinos abatidos hace un año en Eldorado do Carajás, Pará, en la que varias decenas de miles de personas guardaron un minuto de silencio.

El prelado justificó la ocupación de haciendas improductivas impulsada por el MST y exigió al gobierno una ``agenda social'', en tanto la CNOP divulgó otro documento en el que criticó la política ``neoliberal'' del gobierno y advirtió que el ``empobrecimiento del pueblo no debe ser aceptado como costo inevitable del desarrollo''.

``El arma de los sin tierra es la verdad'', ``Resistir, ocupar y producir. Viva el MST'', y ``Todos somos sin tierras'', fueron algunas de las principales consignas de la manifestación que culminó con un acto político frente al Congreso. A lo largo de la movilización no se registraron incidentes; los 26 mil policías desplegados en previsión de incidentes se limitaron a observar.

La Secretaría de Seguridad Pública de Brasilia estimó en 40 mil el número de desempleados, sindicalistas, sin techo y estudiantes, entre otros, que se dieron cita para recibir a los sin tierra, pero Ansa los cifró en unos 60 mil, entre ellos unos 50 mil convocados por la Central Unica de Trabajadores. Asimismo, un total de 256 organizaciones se adhirieron a la marcha.

El enorme apoyo de que gozó ``muestra que la población no está de acuerdo con la política económica y la reforma agraria del gobierno'', dijo a la prensa Joao Pedro Stédile, líder nacional del MST, quien reiteró que su organización incrementará las ocupaciones de haciendas improductivas, ``porque no tenemos confianza en que el gobierno haga una reforma agraria''.

Stédile precisó que, además de ser lento el reparto de tierras, 832 mil personas ``perdieron el trabajo en la agricultura en los años de gobierno e Fernando Henrique Cardoso''.

Expuso que entre la lista de demandas a presentar este viernes a Cardoso se incluye la ampliación de la meta de asentamientos del programa de reforma agraria a 500 mil familias por año, el incremento de 7 mil a 16 mil millones de dólares del presupuesto para el proyecto, y créditos a intereses bajos para los pequeños agricultores.

Las cifras de Cardoso

Asesores del mandatario indicaron que Cardoso se propone plantear un pacto al MST, al que exigiría la suspensión de las invasiones a haciendas, a cambio de un compromiso gubernamental de incrementar el crédito para los agricultores y de acelerar y ampliar el programa de reforma agraria, destinado a asentar a 280 mil familias hasta 1998.

El vocero presidencial Sergio Amaral destacó que los gobernantes entre 1964 --año en que inició la dictadura que rigió hasta 1985-- y 1994, se expropiaron 21.3 millones de hectáreas de tierras para beneficiar a 218 mil familias, mientras que el actual gobierno en dos años expropió 3.5 millones de hectáreas y benefició a más de 105 mil familias.

El MST sostiene que hay unos 4.8 millones de familias sin acceso a la tierra, pero al respecto Amaral dijo que ``eso es imposible de saber''.

En declaraciones a TV Globo, después de comparar la superficie de tierras expropiadas por su gobierno con la de Bélgica, Cardoso declinó comentar las denuncias del MST de que los asentamientos de campesinos a lo largo de su gobierno llegan a la mitad de las 105 mil familias anunciadas oficialmente, alegando que no deseaba iniciar una ``guerra de cifras''. Y concluyó: ``no es ese el problema, lo que se necesita es asentar a más gente''.

Los sin tierra llegaron a Brasilia, cuando en el puerto más importante del país, Santos, nueve mil estibadores están en huelga y se enfrentan con las fuerzas antimotines, mientras analistas políticos anticipaban que tras la gran movilización de este jueves, al presidente Cardoso posiblemente no le sea sencillo lograr su reelección el próximo año.