El régimen mexicano está en plena descomposición y como en pocos momentos de nuestra historia los derechos humanos se violan sistemáticamente y la impunidad de los gobernantes es absoluta, y sin embargo el gobierno ``de Ernesto Zedillo lleva adelante una cmpaña multimillonaria en vista de las elecciones, pretendiendo que México es ya una democracia.
1. El grupo de Carlos Salinas ha encontrado en las elecciones un medio a través del cual a) legitimarse en elexterior, b) recomponer al sistema político y, al mismo tiempo, c)librarse de sus enemigos políticos, consolidando así su hegemonía, y es por ello patético el papel que están teniendo los consejeros electorales del IFE y algunos ``intelectuales'', vueltos propagandistas del engaño de que ya hay democracia, y uno de los casos más patéticos es el de Carlos Fuentes. Luego de que Mario Vargas Llosa señalara una vez más que el régimen de México constituye ``la dictadura perfecta'' y que le urge a nuestro país ``un relevo político'' (Reforma, 11 de abril), Fuentes sale a refutarlo calificando su opinión de ``arcaica'' y diciendo que el novelista peruano no entiende nuestros ``avances'' (Reforma, 16 de abril).
2. ¿Puede haber ``avances'', cabría preguntarse,, cuando prevalece en el país la mayor impunidad de nuestra historia? ¿Cuando un grupo delictivo vinculado al narcotráfico se ha apropiado de las principales empresas del país y controla el poder político? ¿O cuando se han suprimido las garantías sociales de nuestro marco constitucional?
3. ¿Existen ``avances'' cuando hay un gobierno sin autoridad moral, que mantiene una guerra de baja intensidad contra los pueblos indígenas y se niega a cumplir los acuerdos de paz que firmó? ¿Y cuando no hay otro Poder del Estado que puede someterlo a la legalidad?
4. Las cosas son muy distintas desde luego de como las pinta la propaganda oficial y el que necesitaría darse un recorrido por México para entender lo que pasa no es Vargas Llosa, como sugiere Fuentes, sino él mismo.
5. Carlos Fuentes olvida que en México no hay un sistema de partidos democrático ni un sistema electoral democrático. Que se mantiene al Partido de Estado, que en el actual marco legal los ciudadanos no pueden postularse libremente a los cargos de elección y que no tienen posibilidad legal alguna de impugnarse el fraude.
6. Las elecciones de 1997 no pueden conducir tampoco a que se integre un Congreso independiente, que elabore leyes ajenas a la voluntad del Ejecutivo y constituya un contrapeso a éste, como afirman él y la propaganda oficial, por la sencilla razón es que el control priísta sobre una de las dos cámaras no estará en juego. En el Senado, hay que recordarlo, sólo seelegirán 32 nuevos senadores por la vía proporcional, que se agregarán a los 96 en funciones, por lo que no está amenazada la actual mayoría del PRI. Las elecciones legislativas se reducen por lo tanto a una disputa por la Cámara de Diputados, que tiene reducidas ``facultades exclusivas'' (aquellas que no requieren de la intervención de la otra Cámara), y aquí el gobierno no arriesga nada.
7. Zedillo ha contado con una mayoría neoliberal (PRI-PAN) en la Cámara de Diputados y la seguirá teniendo en los tres años que le faltan. El entendimiento de los tecnócratas con el panismo les permitirá seguir aprobando las leyes que se exigen desde Washington y desmantelando a nuestro sistema legal. ¿Dónde está, pues, el avance?
8. Las elecciones han propiciado una serie de engaños y uno de ellos es el de que se busca unarestauración y de que hau una ruptura de los tecnócratas con el panismo. Los próximos acontecimientos van a mostrar que no es así, y que lo que los salinistas pretenden es t erminar no sólo con Cárdenas sino también con Del Mazo y los de Atlacomulco.
9. El triste papel que ha asumido Carlos Fuentes desde 1971 como un ``escritor de Estado'' que, a cambio de defender en el extranjero lo mismo a Echeverría que a Salinas, como evidencia que muchos artistas y académicos mexicanos carecen de una actitud étnica y estánb muy lejos de ser intelectuales. En una actitud similar a la suya, otro escritor que también desde 1971 puso su pluma al servicio del régimen, el poeta Octavio Paz, justificó en 1988 el fraude electoral y la usurpación de Carlos Salinas, e hizo a lo largo de seis años la apología del salinismo, y ahora, ante la imposibilidad que tiene de negar los crímenes de quien fuera su protector, ha optado por el silencio.
10. Las campañas de propaganda están en todocaso destinadas al fracaso, porque los excesos del poder afectan ya a la vida cotidiana de los mexicanos, a los que difícilmente se puede seguir engañando.