La Jornada 18 de abril de 1997

Acuerdo en Nicaragua entre Arnoldo Alemán y Daniel Ortega, pero siguen las movilizaciones

Reuter, Afp, Dpa, Pl y Efe, Managua, 17 de abril Ť El presidente de Nicaragua, Arnoldo Alemán, y el líder opositor Daniel Ortega, atemperaron posiciones al conseguir un acuerdo para iniciar un diálogo a partir de este viernes entre el gobierno y los sectores que mantienen una protesta nacional contra las políticas gubernamentales.

No obstante, luego de cuatro días de protestas y bloqueos de carreteras, el resultado era de un muerto, cuatro lesionados y 16 detenidos. Más aún, la movilización se mantenía, convocada por productores agropecuarios, pobladores, obreros y ex militares y ex contras, amenazados de desalojo de sus predios.

Alemán y Ortega se reunieron hoy durante casi tres horas en la residencia particular del mandatario, situada unos 20 kilómetros al suroeste de Managua, bajo un estricto control policial y con la prensa a unos 300 metros del lugar. Al salir del encuentro, ambos se manifestaron satisfechos de los acuerdos preliminares alcanzados.

El líder opositor informó que se sostendrán reuniones en la casa presidencial entre las partes en pugna para buscarle una solución jurídica al problema de las propiedades confiscadas por la revolución sandinista, y al efecto el gobierno decidió suspender durante tres meses los desalojos de predios para esperar una solución.

Se decidió que las propuestas que surjan por parte de comisiones jurídicas del gobierno y del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) serán incorporadas a un proyecto de ley sobre la propiedad, que el Ejecutivo ya había enviado al Parlamento para su aprobación y que, ante las protestas, hubo de cancelar.

El gobernante conservador también acordó reunirse con ex militares y ex contras, amenazados de perder las propiedades agrarias que recibieron durante el gobierno de la presidenta Violeta Barrios de Chamorro (1990-97), y que les fueron entregadas como parte del proceso de reducción del ejército y desmovilización de los contras.

Daniel Ortega, quien se aprestaba a reunirse con los dirigentes de la protesta, informó que ésta continuará durante la etapa de diálogo y que, en todo caso, serán los convocantes quienes decidan si levantan el paro o lo continúan, pero resaltó que lo más importante es que se resuelva cuanto antes el problema y se restablezca la normalidad y la estabilidad.

El presidente Alemán se declaró satisfecho de lo acordado y dijo que en adelante mantendrá un diálogo permanente y directo con Ortega para evitar que se desaten este tipo de manifestaciones. Asimismo, se mostró aliviado de que durante estos días de protestas las cosas no hayan desembocado en actos de violencia.

La policía, que mantiene un gran despliegue en todo el país, informó que hay unos 5 mil manifestantes que mantienen al menos 25 barricadas en puntos estratégicos del país, y que han puesto en peligro el abasto de alimentos en la capital, ya que el transporte ha sufrido obstáculos para llegar a las ciudades.

El diálogo entre Alemán y Ortega se acordó anoche en comunicación telefónica, luego de que el mandatario había ordenado a la policía el desalojo de los manifestantes por la fuerza.

En contrapartida, Ortega había responsabilizado a Alemán de lo que pudiera ocurrir, en vez de buscar una solución negociada a la crisis.

Al parecer, la policía había comenzado con actuar lanzando gases lacrimógenos contra manifestantes atrincherados en barricadas en Managua. Y en cuanto al reporte de una persona muerta, se dijo que se trataba de un hombre que sufrió heridas en la cabeza y se desangró porque la ambulancia no pudo llegar a tiempo debido a las barricadas.

Mientras se hablaba de pérdidas por unos seis millones de dólares por las protestas, diputados sandinistas acusaron a Alemán de violar la Constitución por involucrar al ejército en tareas de apoyo a la policía. A su vez, el disidente sandinista Sergio Ramírez criticó la ``voluntad autoritaria'' del presidente, y en Guatemala los presidentes centroamericanos expresaron su apoyo a Alemán, quien no pudo asistir al encuentro debido a las protestas.