Citatorio judicial a CSG para declarar sobre Córdoba, demanda el PRD

Alberto Nájar Ť Los abogados de Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano solicitaron el testimonio del ex presidente Carlos Salinas de Gortari en el juicio civil que se sigue contra José Córdoba Montoya para que responda --desde el lugar donde se encuentre-- a un cuestionario de 135 preguntas que esclarezcan la relación que sostuvo con su principal colaborador, la nacionalidad que tenía al ocupar cargos partidarios y públicos, así como su participación en las elecciones de Michoacán durante 1991.

El documento se entregó junto con una lista de 15 posibles testigos al juzgado donde se desahoga el trámite legal y, en caso de que sea aprobado, se enviaría a Dublín o a cualquier parte donde se encuentre el ex mandatario, quien respondería por la vía consular. De acuerdo con la ley, Salinas podría ser arrestado durante 15 días si se niega a responder el cuestionario.

Sin embargo, de acuerdo con Samuel del Villar, asesor jurídico del PRD, debido al carácter civil del proceso no se puede demandar el regreso del ex presidente, pues es una facultad que correspondería a la Procuraduría General de la República siempre y cuando el juicio fuera de carácter penal.

Entre los testigos se incluye a Marcela Bodenstedt, el gobernador del Banco de México Miguel Mancera Aguayo, el empresario Raymundo Gómez Flores, Luis Colosio Fernández, Ramiro de la Rosa, los periodistas Salvador Arreola, Oscar Hinojosa, Miguel Angel Granados Chapa y Carlos Ramírez, así como los investigadores Lorenzo Meyer y Sergio Aguayo Quezada.

La solicitud para que comparezca el ex presidente obedece a que ``nadie como él conoce el desempeño que tuvo Córdoba durante su mandato''. Con el interrogatorio los perredistas pretenden demostrar que el ex jefe de la Oficina de la Presidencia violó las leyes mexicanas al participar en actividades partidistas y oficiales vedadas a extranjeros, pues adquirió su nacionalidad mexicana hasta 1985.

Antes de esa fecha ``se asoció al PRI y fue asesor de Salinas de Gortari'' cuando laboraba en la extinta Secretaría de Programación y Presupuesto. ``Hay una variedad de indicios que acreditan que no cumplió con las leyes'', afirmó Del Villar. ``El juez debiera aceptar las preguntas, se formularon con estricto apego a derecho''.

El juicio se encuentra en la etapa de desahogo de pruebas, cuyo plazo venció el pasado 15 de abril. Los abogados de Cuauhtémoc Cárdenas, así como de Ramón Sosamontes y Jesús Zambrano, ofrecieron una lista de posibles testigos, documentales públicas, el registro de naturalización de Córdoba, su condición migratoria, los expedientes de los nombramientos públicos que tuvo, las actuaciones en el juicio contra Mario Aburto Martínez y Othón Cortés, y las averiguaciones previas abiertas en la PGR relativas al homicidio de Luis Donaldo Colosio.

Al mismo tiempo, se ofrecieron 160 documentales privadas que muestran que ``el sufrimiento que dice Córdoba vivió, no se deben, como lo sostiene, a una campaña de calumnias que orquestó Cárdenas, sino que fueron publicaciones autónomas'' como las imputaciones del padre de Colosio respecto al asesinato del ex candidato presidencial.

Por su parte, Cárdenas reconoció la posibilidad de que el PRI aproveche el asunto para expulsar a Salinas de Gortari de sus filas, hecho ``irrelevante pues ya fue expulsado de la comunidad nacional''.

Investigan fiscales de EU movimientos millonarios de Raúl Salinas en Texas

Fiscales federales de Estados Unidos investigan los movimientos de millones de dólares por medio del Banco de Comercio de Texas, en una ampliación de las inves- tigaciones en el caso del probable delito de lavado de dinero cometido por Raúl Salinas de Gortari, informó en su edición de ayer The New York Times. Los investigadores revisan los archivos existentes a nombre de Margarita Nava Sánchez, quien en 1989, según el diario, era novia de Salinas y depositó varios millones de dólares en efectivo en una sucursal de Houston.

Funcionarios de Suiza, Estados Unidos y México han examinado sus transferencias fuera de México por más de 100 millones de dólares a cuentas en el extranjero.

En los años 90 el dinero de Raúl Salinas fue administrado por banqueros particulares en el Citibank, que organizó una serie de complejas transacciones para mover esos depósitos a cuentas en Suiza. Salinas dijo a las autoridades suizas que a principios de la década, utilizó toscos procedimientos para enviar dinero fuera de México y parece que Nava Sánchez jugó algún papel en algunos de esos trámites.