La Jornada 19 de abril de 1997

DEPOSITAN LAS CENIZAS DE AZCARRAGA EN LA BASILICA

Arturo García Hernández Ť Al morir, Emilio Azcárraga Milmo deja una gran empresa que es orgullo de los mexicanos; una empresa que le ha dado prestigio a México en el mundo, a través del entretenimiento, la cultura, el espectáculo deportivo y la información, dijo ayer el presidente Ernesto Zedillo al presentar sus condolencias a los deudos del empresario fallecido el miércoles en Miami, y cuyas cenizas fueron traídas al Distrito Federal la madrugada de ayer.

El presidente Ernesto Zedillo acudió a las instalaciones de Televisa San Angel, donde a las 11 de la mañana el sacerdote Marcel Marcial ofició una misa en memoria de Azcárraga Milmo.

De carácter ``estrictamente personal'', a la ceremonia religiosa no fue permitido el acceso de la prensa. Unicamente estuvieron presentes los hijos, parientes, amigos y colaboradores cercanos a Azcárraga, así como trabajadores de la empresa.

Al final del acto, el mandatario y su esposa Nilda Patricia Velasco de Zedillo, reiteraron sus condolencias a Emilio Azcárraga Jean, sucesor de su padre, como presidente ejecutivo del grupo empresarial en que laboran alrededor de 20 mil personas.

La televisora dio espacio a través de sus canales a parte de la breve alocución de Zedillo ante Azcárraga Jean, a quien le recordó que ``muchas veces Emilio Azcárraga me dijo que esta empresa era tan grande no únicamente por su tecnología, por sus equipos, sino sobre todo era una gran empresa gracias a su gente, y yo sé que aquí la gente que él formó, la gente que se preparó bajo su dirección y su liderazgo, está y seguirá haciendo esto que, repito, no solamente es motivo de orgullo para quienes integran la empresa, sino para todos los mexicanos''.

Sé muy bien, añadió el Presidente, que ``a don Emilio Azcárraga, nuestro amigo, se le extrañará y se le recordará siempre, pero también sé que esta gran empresa, que es orgullo de todos los mexicanos, seguirá adelante''.

Por su parte, Azcárraga Jean dijo que su padre ``se fue a una cita a la que nosotros vamos a tener que ir algún día. Nos dejó su amistad, su cariño; nos dejó una enseñanza y una tarea que creo que vamos a sacar bien''.

Por la tarde, el ex abad de la Basílica de Guadalupe, Guillermo Schulenburg, ofició en ese lugar una segunda misa en memoria de Azcárraga Milmo. Precisamente en la Basílica fueron depositadas las cenizas del magnate junto a las de su padre, Emilio Azcárraga Vidaurreta, fallecido en 1972.

Durante su homilía, Schulemburg recordó su amistad con Azcárraga Milmo y dijo que el cielo no es lugar para pobres o para ricos, sino que ahí todos son iguales. Asimismo, mencionó que Azcárraga era un hombre con mucha fe y con mucho amor, un buen guadalupano que a veces iba en motocicleta a ver a la virgen. ``Ricos y pobres, cultos e incultos'', dijo Schulenburg, tendrán un lugar junto a Dios.

Aunque esta ceremonia sí estuvo abierta al público en general, también ahí hicieron acto de presencia los cuatro hijos de Azcárraga Milmo: Sandra, Ariana, Carla y Emilio, además de Guillermo Cañedo White y Miguel Alemán Magnani.

También asistieron algunos personajes del ambiente artístico como Angélica María, Maribel Guardia, Lilia Aragón, Mario Moreno Ivanova, Alicia Montoya y Ana Luisa Peluffo.