Para confirmar la presencia de apnea del sueño se realiza un estudio especial durante la noche (polisomnografía) en un laboratorio especial, llamado laboratorio del sueño. Durante este estudio se registran, además de la respiración y la oxigenación, la actividad eléctrica del corazón (electrocardiograma) y del cerebro (electroencefalograma), y otras variables para clasificar el sueño. Esta variables fisiológicas se registran continuamente por seis a ocho horas que dura el estudio. Posteriormente, se clasifica el sueño y se contabilizan el número de apneas y otras anormalidades respiratorias.
Varias medidas generales pueden ayudar a evitar los ronquidos. Un adecuado control del peso, abandonando la ingesta de alcohol antes de acostarse y evitando dormir recostado sobre la espalda puede ser muy eficiente en muchas personas, especialmente roncadores sin apnea del sueño. En la mayoría de los roncadores sin apnea del sueño puede eliminarse o mejorarse considerablemente este problema con una cirugía que elimina la parte posterior del paladar y la úvula.
Recientemente, se ha usado tecnología médica avanzada para esta cirugía; aplicando un rayo laser de baja intensidad se eliminan los tejidos que pueden ser responsables de la generación de los ronquidos, sin necesidad de hospitalización y con muy bajo riesgo o efectos secundarios. Esta cirugía, aún en países desarrollados, se considera con fines estéticos y no es cubierta por servicios institucionales o seguros médicos, por lo que se limita al medio privado.
El manejo de una persona con apnea del sueño puede llegar a ser más complicado e involucrar varias disciplinas médicas. Tradicionalmente el diagnóstico y tratamiento es realizado por un especialista (neumólogo o somnólogo) con entrenamiento en transtornos respiratorios del dormir. Sin embargo, no es raro que se requiera la partipación de otros especialistas para establecer un manejo multidisciplinario.
Los enfermos con apnea del sueño por lo general requieren de una evaluación médica completa y un estudio de sueño. En contraste con los roncadores sin apnea del sueño, estos enfermos se benefician muy poco de los tratamientos quirúrgicos modernos. No obstante, existen otras opciones de tratamiento. El tratamiento más efectivo consiste en el empleo de un ventilador portátil conectado a una máscara nasal.
Este ventilador se denomina CPAP nasal y proporciona un flujo de aire a una presión previamente determinada para cada enfermo. La presión del aire administrado a través de la nariz mantiene abierta la faringe durante el sueño, evitando que ocurran las apneas. Si bien este tratamiento es altamente efectivo, es también costoso y en algunos enfermos es poco aceptado. Las razones por las que este tratamiento no llega a ser aceptado no son completamente claras. El uso a largo plazo, el grado de severidad de la enfermedad y cuestiones estéticas pueden ser algunos factores. Debido a esto, en los últimos años se han desarrollado nuevas opciones de tratamiento.
Una de estas opciones, todavía en proceso de evaluación médica, son los dispositivos dentales de avance mandibular (guardas). Estos dispositivos de uso nocturno, son efectivos en aproximadamente 60 a 70% de las personas con apnea del sueño. Su efecto, al desplazar la mandibula, es al parecer de tipo mecánico, aumentando las dimensiones de la faringe, evitando que se cierre y se produzcan los ronquidos y las apneas durante el sueño. Adicionalmente, es posible que un futuro próximo, la combinación de tratamientos, como la cirugía y dispositivos dentales, sean una opción adecuada y mayormente efectiva que el uso de cada uno de estos métodos de manera independiente.
Como es de imaginarse el desarrollo de esta área de la medicina, encargada del estudio y tratamiento de los transtornos respiratorios del dormir, se encuentra notablemente límitada por el alto costo que representa la infraestructura necesaria y el estudio de cada enfermo.
El medio médico en general y las grandes instituciones de salud en México no perciben al roncar y la apnea del sueño como un problema de salud y en su mayoría no cuentan con los medios necesarios para diagnóstico y tratamiento de las personas con apnea del sueño.
En nuestro país han proliferado recientemente los laboratorios de sueño. Sin embargo, en su mayoría están centralizados a la ciudad de México y no cubren todas las necesidades potenciales. La frecuencia y el costo de la apnea del sueño ha sido también un problema en países desarrollados. Es así que en los últimos años se han desarrollado nuevos métodos de diagnóstico, más baratos y accesibles, e igualmente efectivos para estudiar los transtornos respiratorios del dormir. Actualmente, existen monitores portátiles de alta eficiencia diagnóstica y bajo costo. Si bien, estos monitores no sustituyen por completo a un laboratorio de sueño, podrían ser en pocos años una solución para cubrir las necesidades de atención en los países en desarrollo. Por otra parte los tratamientos para esta enfermedad estan en un proceso constante de evolución y sus principios técnicos son relativamente simples. Estimular el desarrollo de la Ingeniería Biomédica y una industria local en esta área sería un paso considerablemente viable que abarataría los costos de manera importante.